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Carol Gillanders Tesis doctoral LOS MEDIOS EN LA PRÁCTICA ...

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En esta misma línea también escribe Romero Carmona (2005, p.51) que<br />

15<br />

Capítulo 1 - La música en la educación primaria<br />

“Respecto a la Educación Musical en la enseñanza general, con esta Ley General se quiere establecer<br />

alguna programación musical, sin embargo en la práctica todo eso quedó ahí, sobre el papel, sobre una<br />

voluntad que no llegó a cuajar en nada. También ocurrió lo mismo en la enseñanza musical profesional, se<br />

intenta organizar un poco el caos de las abstractas reglamentaciones anteriores, pero no tuvo empuje ni<br />

apoyo alguno.”<br />

En esta época tiene lugar un auge en la enseñanza profesional de la música y los conservatorios<br />

“cumplen una misión que no es la suya, ya que es desde la escuela donde se debería dar respuesta a<br />

este interés” 12 . Además se observan otros problemas en este período como son “la falta de material<br />

adecuado para las aulas de Primaria y Secundaria” 13 o el permitir que la educación musical estuviera<br />

a cargo de “maestros sin formación musical alguna, con lo que en la práctica no se daba Educación<br />

Musical” 14 . En cuanto a la dotación, podemos decir que los elementos básicos e imprescindibles para<br />

llevar a cabo una educación musical son el propio cuerpo, la voz y cualquier objeto sonoro. Basta<br />

tener en mente ‘El Milagro de Candeal’, la música africana o los ejemplos que nos ofrece el grupo<br />

‘Stomp’ para comprender esta afirmación. Sin embargo, también es cierto que a partir de ahí, la<br />

dotación puede determinar la forma y la actualidad de la enseñanza que tiene lugar, pero creemos<br />

que es más importante la relación del propio maestro con la música y su grado de dominio del arte<br />

que intenta transmitir. Si tenemos en cuenta las aportaciones de Gardner (1995, p.154), de carácter<br />

referencial en la educación artística, que hacen hincapié en la necesidad de que la educación artística<br />

esté a cargo de artistas o de maestros “con un conocimiento profundo de cómo hay que pensar en un<br />

medio artístico”, es decir, en el caso de la música, de un maestro “capaz de pensar musicalmente, y<br />

no, simplemente, presentar la música a través del lenguaje o de la lógica” 15 , entendemos que la<br />

educación musical que pudiera impartirse no alcanza el nivel de excelencia a la que debe aspirar toda<br />

educación al no estar en manos de maestros que piensan y actúan como artistas.<br />

Como hemos visto anteriormente 16 en el año 1981, y 1982, se publican los Programas Renovados<br />

que fijan para la Educación Artística (educación plástica, musical y dramatización) “5 horas<br />

semanales en el Primer Ciclo; 2 horas en el Segundo Ciclo y 2 horas en el Tercer Ciclo” 17 . Sin<br />

embargo, a pesar de esta carga horaria y las actividades musicales que se contemplan 18<br />

12<br />

Romero Carmona, 2005, p.51.<br />

13<br />

Ibid, p.51.<br />

14<br />

Ibid, p.51.<br />

15<br />

Gardner, 1995, p.154.<br />

16<br />

Véase la cita de Ocaña (2006) en la p.14.<br />

17<br />

Oriol de Alarcón, 2005, p. 6.<br />

18<br />

Agrupadas en preescolar y primer ciclo en tres bloques: Formación rítmica, educación vocal y educación auditiva (Martín<br />

Moreno, 2003, p.166).

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