05.02.2021 Views

Teoria y diseño organizacional

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

576 Caso integrador 7.0

estaban disponibles. Debido a que el índice de

ocupación seguía siendo alto, Claire convenció

al gerente general para que reinstalara la posición

de PBX. Sin embargo, la idea de Claire era hacer

que el operador de PBX funcionara como una

extensión de la recepción. Se instaló una estación

de PBX en el vestíbulo, en un área desocupada

de la recepción y, con excepción de los clientes

que llegaban y salían, el operador desempeñaba las mismas

responsabilidades y lo compensaban con el mismo índice de

pago que a los empleados de la recepción. Ese apoyo adicional

permitió que la recepción proporcionara un servicio más eficiente

y amable a los huéspedes del Inn y mejoró su capacidad

de vender habitaciones. A pesar de que la recesión continuaba

y de la competencia del Ritz-Carlton, 1991 resultó ser un año

de ocupación récord y de ingresos altos para el Plaza Inn.

En agosto de 1992, Claire salió del Plaza Inn para seguir

una carrera en administración de hoteles en una universidad del

este. David Bart creía que la situación en la recepción estaba

controlada y no hizo planes para cubrir la posición vacante de

gerente de la recepción. Una vez más, el personal de la recepción

estaría bajo la supervisión indirecta del gerente de ventas.

Sin embargo, no transcurrió mucho tiempo antes de que

surgieran los mismos problemas que Claire se había esforzado

tan arduamente en resolver. Con el inicio del año escolar,

el personal de la recepción ya no era tan flexible en términos

de la programación y requirieron al operador del PBX

para que cubriera los turnos vacantes en la recepción. Casi

siempre, sólo había una persona programada para trabajar

en la recepción y el servicio a los huéspedes empezó a padecer

de nuevo. Por ejemplo, un día David Bart descubrió que una

recepcionista recién contratada con frecuencia les decía a los

clientes que no había habitaciones disponibles, debido a que

estaba demasiado ocupada para hacer una reservación.

Bart creía que nadie en la recepción era lo bastante capaz

como para que lo promovieran a la posición de gerente de la

recepción. Sin embargo, también creía que sería difícil contratar

a una persona ajena que estuviera dispuesta a trabajar tres

turnos en la recepción por el modesto sueldo que estaba dispuesto

a ofrecer (a la mayoría de los gerentes en el Plaza Inn

se les pagaba de $5 000 a $7 000, menos de lo que pagaban

otros hoteles de Kansas City). Por consiguiente, Bart se sintió

aliviado al enterarse de que Laura Dunbar, que previamente

había trabajado en el Plaza Inn como recepcionista, estaba

interesada en el puesto.

7.0

Una nueva gerente de recepción

Además de su experiencia en el Plaza Inn, Laura había trabajado

como concierge en uno de los hoteles para convenciones

en el área del centro de Kansas City durante varios años.

Había dejado el Plaza Inn debido a que le ofrecían una posición

secretarial en la que le pagaban más que en la recepción

en el Plaza Inn. Sin embargo, echaba de menos la emoción

y el ritmo de la industria de la hospitalidad y aceptó entusiasmada

la posición de gerente de la recepción en diciembre

de 1992.

A pesar de sus extensas conexiones con otros hoteles de

Kansas City, así como con la Asociación de Concierges

de Kansas City, Laura muy pronto descubrió que uno de sus

mayores retos era la contratación y retención del personal de

la recepción. La dificultad para contratar a empleados calificados

obligó a Laura a trabajar más de tres turnos como

recepcionista. Eso le dejaba muy poco tiempo para planear y

administrar la operación de la recepción. Con la escasez de

personal, en ocasiones trabajaba 30 días seguidos, sin un solo

día de descanso. Además, la posición del PBX no se había

ocupado regularmente desde hacía varios meses. Laura se

percató de que los empleados de la recepción no eran muy

atentos con los huéspedes y de que no podían satisfacer sus

expectativas, que querían un servicio personalizado tipo

concierge. Las tarjetas de comentarios de los huéspedes con

frecuencia incluían observaciones negativas concernientes al

servicio de la recepción, de hecho, un huésped comentó que le

parecía que los empleados de la recepción “eran responsables

de todo, con excepción de hacer las veces de barman y servir

las mesas en los restaurantes”.

Laura creía que David Bart se mostraba reacio a contratar

a un operador del PBX debido a restricciones financieras.

También se sentía presionada para ajustarse al presupuesto

de la nómina de recepción, que Bart había preparado y que

ella pensaba que se había subestimado considerablemente.

Durante una junta bimestral del personal administrativo,

Laura le sugirió al gerente de Alimentos y Bebidas que tal

vez cada restaurante debería asumir la responsabilidad de

administrar sus reservaciones e indagaciones, de manera que

ella pudiera dejar en libertad al personal de la recepción para

mejorar el servicio a los huéspedes y vender más habitaciones.

Sin embargo, el gerente de Alimentos y Bebidas se apresuró

a señalar que habían llamado cotidianamente al gerente del

turno de noche en el restaurante para que ayudara con problemas

relacionados con las habitaciones y que había reemplazado

a la empleada de la recepción durante el turno de

noche, de manera que ella se pudiera tomar un descanso.

Aseguró que los restaurantes no se podían permitir el lujo de

crear una posición sólo para tomar reservaciones y responder

a las indagaciones.

Laura se sentía especialmente presionada con la administración

de las operaciones de la recepción durante los fines de

semana. Entre semana, creía que podía recurrir a otros gerentes

para pedirles ayuda, no importaba si se trataba de estacionar

un automóvil o de hacer una reservación. Sin embargo, los

fines de semana el único gerente de turno era el del restaurante

y con frecuencia estaba demasiado ocupado para ayudar con

los problemas de las habitaciones. El programa Gerente de

Turno (MOD, por sus siglas en inglés), en el que todos los

gerentes de departamento se turnaban para estar disponibles

en el Inn y a cargo los viernes y sábados por la noche, establecido

la primavera anterior a la iniciación de Bart, había sido

una gran ayuda; sin embargo, se canceló cuando el Inn se vio

afectado por el periodo lento durante el verano. David Bart

no estaba en el Inn los fines de semana y Laura tenía la impresión

de que de alguna manera se olvidaba de que el hotel existía

durante los fines de semana, sin mencionar que el hotel

funcionaba en el nivel máximo de ocupación.

Para mediados del otoño, Bart convino con Laura en

que había una necesidad definitiva de reinstalar el programa

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!