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Fisica General Burbano

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PROPAGACIÓN DE LA LUZ, REFLEXIÓN Y REFRACCIÓN 571<br />

MUESTRA PARA EXAMEN. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. COPYRIGHT EDITORIAL TÉBAR<br />

Francisco María Grimaldi (1618-1663) y Robert Hooke (1635-1703), fueron los iniciadores de<br />

la «teoría ondulatoria de la luz». Grimaldi observó la «difracción» que se producía dentro de la<br />

sombra de una varilla iluminada por una pequeña fuente; Hooke estudiando los colores de las<br />

burbujas y otras láminas delgadas, llega a la conclusión de que la luz es la vibración rapidísima de<br />

«algo», y que además, cada pulso de luz o vibración de ese algo generaba una esfera. La idea de<br />

Hooke es recogida por Christian Huygens (1629-1695), sabio danés que consagró su vida a la física,<br />

las matemáticas y la astronomía. La teoría ondulatoria de Huygens supone que la energía emitida<br />

por el cuerpo luminoso se propaga en el vacío y en los enormes espacios vacíos que dejan entre<br />

sí los corpúsculos que constituyen la materia, por medio de un movimiento ondulatorio transversal.<br />

Como a la inteligencia, le era difícil concebir en aquel entonces un movimiento ondulatorio<br />

sin que éste se propague apoyado en un soporte material, para la explicación de la transmisión de<br />

la luz, sienta la hipótesis de que «la nada» está ocupada por una materia sutilísima y perfectamente<br />

elástica, a la que llama «éter lumínico». El principio establecido por el sabio danés «principio de<br />

Huygens», explica perfectamente los fenómenos de reflexión y refracción (como vimos en el capítulo<br />

XVII), concluyendo correctamente que la luz disminuye la velocidad al penetrar en medios<br />

más densos. Sus descubrimientos sobre polarización de la luz y doble refracción en los cristales de<br />

calcita, no son sino confirmación de sus teorías.<br />

Newton (1642-1727) fue partidario de la «Teoría de la emisión» (corpuscular) imaginando al<br />

cuerpo emisor de luz «como productor de partículas o granos de luz que cruzan el espacio a velocidades<br />

vertiginosas; estas partículas excitan el medio que atraviesan y en él se producen vibraciones<br />

más rápidas que las propias partículas». Como vemos tenía una cierta propensión para unificar<br />

la teoría de la emisión con la ondulatoria; no en vano fue el primero en descubrir, con la ayuda del<br />

prisma y de láminas delgadas (anillos de Newton), que la luz se descompone en lo que él llamó<br />

«spectro» (fantasma; quizás porque doblegaba su creencia en la teoría corpuscular); observando<br />

las figuras de interferencia, veía la periodicidad de los fenómenos luminosos, además llegó a la<br />

conclusión de que la sensación del rojo correspondía a la vibración más larga del éter y el violeta a<br />

la más corta. Dedujo la ley de Snell basándose en la teoría de la emisión, suponiendo que las<br />

partículas de luz eran atraídas hacia la superficie de separación de dos medios, aumentando la<br />

componente de su velocidad en la dirección de la normal a la superficie de separación, como se<br />

indica en la Fig. XXIV-2 (razonando en base a su Ley de Gravitación Universal), y disminuyendo<br />

en caso contrario, no variando la componente transversal ( cx<br />

= c′<br />

x)<br />

, llevándole a la relación de<br />

Descartes: sen e/sen e′ =v′/v = cte; esto lo condujo a la conclusión errónea de que la luz en medios<br />

más densos viaja con una velocidad mayor que en los menos densos. A pesar de su tendencia<br />

correcta a unificar ambas teorías, se inclinó cada vez más hacia la teoría corpuscular a medida<br />

que envejecía; quizás, su principal razón de rechazo de la teoría ondulatoria, era la explicación al<br />

problema de la propagación rectilínea en términos de ondas que se dispersan en todas las direcciones;<br />

problema que como ya se ha dicho, fue resuelto por su contemporáneo Huygens y que él<br />

desoyó.<br />

El gran prestigio de Newton, hizo que los científicos del siglo XVII y comienzos del XVIII, hiciesen<br />

poco caso a la teoría ondulatoria y atendieran a sus explicaciones. Más adelante, en el capítulo<br />

de Óptica Física, seguiremos esta historia de la Óptica; por ahora y salvo determinados argumentos<br />

que difieren de la óptica corpuscular (por ejemplo, que la velocidad de la luz en medios<br />

más densos es menor que en menos densos), la aplicamos para lo que se ocupa exclusivamente<br />

de las cuestiones relacionadas con la propagación de la luz en los diferentes medios; su desarrollo<br />

se basa en los conceptos de rayo luminoso, índice de refracción y en el Principio de Fermat, describiéndose<br />

como una geometría pura.<br />

XXIV – 3. Definiciones<br />

«RAYO LUMINOSO es una trayectoria (línea geométrica) que sigue la luz al ir de un foco luminoso<br />

a un receptor, su dirección coincide con la de propagación de la energía radiante».<br />

Imaginemos un foco puntual (punto luminoso) (Fig. XXIV-3), emisor de luz en todas las direcciones;<br />

si ante él colocamos una lámina opaca con un orificio (DIAFRAGMA) de superficie A, habremos<br />

seleccionado lo que llamaremos:<br />

«HAZ LUMINOSO: radiaciones luminosas transmitidas en el interior de una figura que tiene<br />

por vértice el punto luminoso y está limitada por una abertura de dimensión considerable<br />

en relación con la longitud de onda de las radiaciones que componen la luz».<br />

Si, con nuestra imaginación, disminuimos las dimensiones del orificio, haciendo a su superficie<br />

menor que cualquier superficie, por pequeña que sea, en el límite, habremos aislado un RAYO LUMI-<br />

NOSO. Si pretendemos realizar esta experiencia, no conseguiremos aislar un rayo, pues al ir achicando<br />

el orificio, el estrecho haz que lo limita, se abre tras él; el fracaso de este intento es debido al<br />

fenómeno llamado de «difracción» que veremos en la Óptica Física.<br />

Está claro que la óptica de rayos tiene limitada su aplicación, y hay que saber distinguir en qué<br />

condiciones debe utilizarse. Sin embargo, en la mayoría de los instrumentos ópticos, utilizaremos<br />

Fig. XXIV-2.– Razonamiento de Newton<br />

para explicar la ley de Snell.<br />

Fig. XXIV-3.– Haz luminoso.

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