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dinamica social libro

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272 CAPÍTULO 8 Las emociones y los estados de ánimo<br />

¿Las normas para la expresión de las emociones difieren entre las culturas? Ab so -<br />

lutamente sí. Por ejemplo, los musulmanes consideran que sonreír es un signo de<br />

atracción sexual, por lo que las mujeres han aprendido que no deben sonreír a los<br />

hombres. 118 Asimismo, las investigaciones demuestran que en los países colectivistas<br />

es más probable que las personas piensen que las manifestaciones emocionales<br />

tienen algo que ver con la relación que mantienen con la persona que las expresa,<br />

en tanto que en las culturas individualistas nadie cree que la expresión emocional<br />

de alguien tenga alguna relación con ellos. Hay evidencias de que en Estados<br />

Unidos existe un sesgo en contra de expresar las emociones, en especial si son<br />

negativas e intensas. A diferencia, los dependientes franceses en las tiendas tienen<br />

la mala fama de ser irritables con los clientes (un informe del gobierno francés confirmó<br />

esto). También hay reportes de que los serios compradores alemanes se alejan<br />

del personal amigable y servicial de Wal-Mart. 119<br />

En general, es más fácil que la gente reconozca con exactitud las emociones en<br />

su propia cultura que en otras. Por ejemplo, una persona de negocios de China<br />

identificará mejor las emociones tras las expresiones del rostro de un compañero<br />

chino que las de uno estadounidense. 120<br />

Es interesante que ciertas culturas carezcan de palabras para términos emocionales<br />

comunes en Estados Unidos, como ansiedad, depresión y culpa. Como en el caso<br />

de los tahitianos, que no tienen una palabra con equivalencia directa a tristeza, de<br />

modo que cuando están tristes sus conciudadanos atribuyen ese estado a una enfermedad<br />

física. 121 Nuestro análisis ilustra la necesidad de considerar a los factores<br />

culturales como influencias en lo que los gerentes consideran apropiado respecto<br />

de las emociones. 122 Lo aceptable en una cultura quizá sea en extremo inusual o<br />

incluso disfuncional en otra, por lo que los gerentes necesitan conocer las normas<br />

emocionales de cada una en las que hacen negocios, de modo que no envíen señales<br />

equívocas o interpreten mal las reacciones de las personas de la localidad. Por<br />

ejemplo, un gerente estadounidense que estuviera en Japón debería saber que aun<br />

cuando en Estados Unidos sonreír se considera algo positivo, los japoneses atribuyen<br />

las sonrisas frecuentes a la falta de inteligencia. 123<br />

Resumen e implicaciones para los gerentes<br />

Las emociones y los estados de ánimo o humores se parecen en que ambos son de<br />

naturaleza afectiva, pero también son diferentes: los estados de ánimo son más generales<br />

y menos contextuales que las emociones, y los acontecimientos importan. Los<br />

factores que influyen en las emociones y los estados de ánimo son la hora del día, el<br />

día de la semana, los eventos de estrés, las actividades <strong>social</strong>es y los patrones de sueño.<br />

Se ha demostrado que las emociones y los estados de ánimo son relevantes para<br />

virtualmente todos los aspectos del CO. Son cada vez más las organizaciones que<br />

seleccionan a los empleados con niveles altos de inteligencia emocional. Las emociones<br />

y en especial los estados de ánimo positivos, parecen facilitar la toma eficaz<br />

de decisiones y la creatividad. Aunque las investigaciones son relativamente recientes,<br />

sugieren que el humor se relaciona con la motivación, en especial a través de la<br />

retroalimentación, y que los líderes recurren a las emociones para incrementar su<br />

eficacia. La manifestación de las emociones es importante para la negociación y el<br />

servicio al cliente, y experimentarlas tiene mucho que ver con las actitudes y comportamientos<br />

en el trabajo que se derivan de ellos, como el comportamiento desviado<br />

en el lugar en que se labora.<br />

¿Los gerentes pueden controlar las emociones y los estados de ánimo de sus<br />

colegas? Es cierto que hay límites, prácticos y éticos. Las emociones y los estados de<br />

ánimo son una parte natural de la constitución de un individuo, por lo que es un<br />

error de los gerentes ignorar las emociones de los trabajadores y evaluar el comportamiento<br />

de los demás como si fuera por completo racional. Como bien dice un<br />

consultor: “no es posible divorciar las emociones del lugar de trabajo porque no se<br />

pueden divorciar las emociones de la gente que las experimenta”. 124 Los gerentes que<br />

comprendan el rol que juegan las emociones y los estados de ánimo mejorarán de<br />

manera significativa su aptitud para explicar y predecir el comportamiento de sus<br />

colaboradores.

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