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dinamica social libro

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674 CASOS DE ESTUDIO<br />

Microsoft. La participación de Apple en la industria de la<br />

computación siguió disminuyendo, hasta llegar a ser de<br />

sólo 2% a mediados de la década de 1990.<br />

Apple sabía que tenía que mejorar su sistema operativo,<br />

por lo que en 1997 compró a la compañía de computación<br />

Next, la cual, por obra de las circunstancias, dirigía<br />

el mismo Jobs, quien llegó junto con la empresa adquirida<br />

y a la larga regresó a la primera línea de Apple. El plan de<br />

Jobs era sencillo: en vez de centrarse en el hardware Apple<br />

debía centrarse en el software. Razonaba que si se creaba<br />

el Software correcto las ventas de Hardware lo seguirían.<br />

Por tanto, Jobs comenzó a hacer movimientos que al<br />

principio parecían arriesgados pero al final resultaron<br />

benéficos. Una de las primeras cosas que hizo fue asociarse<br />

con su antiguo rival, Bill Gates. Gates estuvo de<br />

acuerdo en suministrar a Apple sus populares programas<br />

Office e Internet Explorer, así como en comprar 150<br />

millones de dólares en acciones de Apple. Aunque este<br />

trato fue bueno para Microsoft fue aún mejor para Apple<br />

cuyo futuro quedó atado al más exitoso de Microsoft y<br />

ahora ésta tenía interés en mantener viva a Apple, pues en<br />

sentido estricto ya no era un competidor.<br />

Debido a que el desarrollo de software es costoso, Jobs<br />

trató de mantener a la compañía a flote mediante el ofrecimiento<br />

de hardware de cómputo, que simplemente fue un<br />

medio para entrar al negocio del software. Impulsó a los<br />

directores de la compañía a pensar en forma creativa, lo que<br />

llevó a la introducción del iMac en 1998. El iMac se distinguió<br />

de inmediato de sus competidores por su estilo único y<br />

colorido, pero continuaba la falta de compatibilidad con<br />

algunos programas muy usados. Aunque la iMac no fue el<br />

suceso innovador que esperaba Jobs, le permitió ganar<br />

tiempo para continuar con el desarrollo del software.<br />

En esta época, Apple desarrolló un nuevo sistema operativo<br />

que Jobs pensaba revolucionaría la industria de la<br />

computación: El Mac OS X. El sistema estaba basado en el<br />

sistema operativo Unix y era superior a Windows en varios<br />

aspectos, inclusive en la estabilidad y seguridad. Ahora que<br />

tenía el sistema operativo, Jobs necesitaba un software excitante<br />

que lo acompañara. Sabiendo que ya tenía un trato<br />

con Microsoft, Jobs se dirigió a Adobe Systems para pedirles<br />

que desarrollaran un programa editor de videos para su<br />

nuevo sistema operativo. Jobs recuerda, “Simplemente dijeron<br />

que no. Estábamos anonadados porque en los primeros<br />

días de Mac esa empresa había sido un gran apoyo. Pero dijimos,<br />

‘está bien, si nadie nos quiere ayudar lo haremos nosotros<br />

mismos’”.<br />

El rechazo de Adobe quizá fue una bendición para<br />

Apple. Jobs apretó el paso en el desarrollo de software y en<br />

menos de un año lanzó dos programas de edición de<br />

video, uno para profesionales y otro para el público en<br />

general. El software ayudó a mantener la reputación de<br />

innovadora de que gozaba Apple. Sintiendo confianza,<br />

Jobs supo que si Apple había de prevalecer necesitaba<br />

desarrollar más aplicaciones de software, pero todavía no<br />

se daba cuenta del fenómeno que tenía lugar en Internet:<br />

el nacimiento de la música en línea.<br />

En 2000, los amantes de la música de todo el mundo,<br />

en particular los adultos jóvenes y adolescentes, descarga-<br />

ban MP3 (archivos de música digital) por miles desde<br />

sitios que prestaban servicios de música en línea que en<br />

aquel entonces eran ilegales, Napster era la compañía más<br />

mencionada en la prensa de esa época. La distribución de<br />

música en línea era un producto fascinante para los consumidores<br />

en el sentido en que podían elegir y bajar con<br />

facilidad las canciones que querían comprar así como<br />

crear sus propias bibliotecas de música en sus computadoras.<br />

También era tema de controversia el hecho de que no<br />

había forma (aún hoy) de compensar a los artistas y a las<br />

compañías disqueras por las ventas.<br />

Pero para Jobs, la oportunidad de distribuir música en<br />

línea para los consumidores en forma legítima y amistosa<br />

para el usuario se convirtió en su aliada. “Me sentía como un<br />

tonto” dijo. “Pensaba que lo habíamos perdido. Tuvimos<br />

que trabajar duro para aprovecharlo”. Comenzó a desarrollar<br />

la mejor “experiencia posible para el consumidor”.<br />

Así, Apple empezó a instalar quemadores de CD-ROM<br />

como la característica estándar en todas sus computadoras,<br />

con la esperanza de no perder la oportunidad. Los<br />

quemadores permitieron a los usuarios guardar archivos<br />

electrónicos tales como música digital en un disco compacto.<br />

La colocación de quemadores como característica<br />

estándar fue el primer paso crucial en el marketing de la<br />

música digital debido a que ofrecía una forma de ejecutarla<br />

en dispositivos que no fueran una computadora.<br />

Pero Apple todavía necesitaba ofrecer un software que<br />

permitiera a los usuarios administrar sus archivos de música<br />

digital. Microsoft ya vendía varios programas de esta clase.<br />

No fue tarea fácil para Apple el desarrollo de software que<br />

pudiera manejarse con facilidad y permitiera navegar a través<br />

de miles de canciones para que los usuarios recuperaran<br />

una de ellas. Jobs no tenía la respuesta, pero la encontró<br />

en una compañía llamada SoundStep. Jeff Robbin, su fundador,<br />

reunió a varios ingenieros y desarrolló el programa<br />

iTunes en tan sólo tres meses. iTunes no sólo fue la respuesta<br />

de Apple a los programas comparables de Windows, sino<br />

que muchos consumidores lo encontraron superior por sus<br />

grandes capacidades de búsqueda y clasificación.<br />

A continuación, Jobs acertó en la gran idea salvadora<br />

de Apple: el desarrollo de un equipo pequeño y portátil<br />

parecido al Walkman de Sony, que podía guardar la biblioteca<br />

completa de música digital de un usuario. Jobs acudió<br />

a Robbin de nuevo. En noviembre de 2001, apenas nueve<br />

meses después, Robbin y su equipo habían desarrollado el<br />

iPod, que es básicamente una computadora portátil del<br />

tamaño de un mazo de cartas (ahora, incluso mas<br />

pequeña) con una interfaz simple para navegar por la<br />

librería digital de alguien y un par de audífonos para escuchar<br />

con claridad. La música podía tomarse de una colección<br />

existente de discos compactos del usuario y “llevada”<br />

al iPod por medio de la computadora del usuario o de servicios,<br />

como Napster, para compartir archivos musicales y<br />

descargar canciones en el iPod.<br />

Aunque Jobs pensaba que el iPod sería un éxito, mantuvo<br />

su meta de desarrollar “la mejor experiencia posible<br />

para el consumidor”. Napster, así como otros servicios para<br />

compartir archivos musicales en línea, estaba en medio de

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