LUCES Y SOMBRAS I

470 LUCES Y SOMBRAS DE LA SEGURIDAD
INTERNACIONAL EN LOS ALBORES DEL SIGLO XXI
protección civil de respuesta inmediata se adscribiese a la Secretaría
General de la ONU, de quien dependería, exigiendo, en consecuencia,
que los convenios de oferta de medios lo fuesen entre las Naciones
Unidas y el correspondiente Estado soberano. Y no como un simple
acuerdo —fácilmente denunciable— entre un grupo de naciones, que es,
en realidad, lo que era el Sistema de Acuerdos de Fuerzas en Reserva
para Operaciones de las Naciones Unidas.
Ahora bien, se está hablando de recursos de protección civil para
el socorro en emergencias y, por lo tanto, no tendría sentido pretender
que forzosamente un país ceda este tipo de recursos si tiene también en su
territorio (o en otros con los que le vincule asimismo algún tipo de
compromiso internacional) algún tipo de emergencia o la previsión de
que ésta pueda producirse con un grado suficiente de probabilidad y
verosimilitud. Y en auxilio de esta eventualidad viene otra de las
características de la concepción del Sistema de Acuerdos de Fuerzas en
Reserva. Todos los tipos de medios (personales y materiales) que se
hayan considerado necesarios para poder hacer frente al tipo de catástrofe
que se haya creído que se puede combatir dentro de la racionalidad, la
prudencia, el realismo y la experiencia —lo perfecto es enemigo de lo
bueno y además no suele ser factible— deben de estar duplicados,
cuando no triplicados, en los cómputos totales, es decir, en esa especie de
base de datos de recursos disponibles, de forma que por mal momento en
que suceda la catástrofe, siempre haya recursos disponibles que no le son
necesarios en ese momento a alguno de los países ofertantes.
El procedimiento de cesión de recursos en cada caso concreto no
debería ser, sin embargo, tan laxo como en el caso de la Brigada
Multinacional de Fuerzas en Reserva de Despliegue Rápido. Dada la
premura de tiempo, en estas situaciones no hay tiempo para los análisis
nacionales sobre la oportunidad y conveniencia de participar en cada
operación concreta, de modo que el compromiso debería ser de cesión
automática de los medios y recursos que se le soliciten, salvo que exista y
pueda aducirse esa otra necesidad patente y, en consecuencia, evidente a
la que se aludía en el párrafo anterior.
La conjunción de estas tres características del sistema propuesto,
duplicación o triplicación de los recursos en reserva, necesidad de
selección de los tipos de recursos adecuados en cada caso y necesidad de
rotación de los recursos similares aportados por diferentes países u