LUCES Y SOMBRAS I

EJE TEMÁTICO III: 663
LOS CONFLICTOS ARMADOS EN EL MUNDO ACTUAL
Y SU GESTIÓN INTERNACIONAL
con sujeción a las condiciones que se impongan conforme a derecho. Esa
autoridad mantendrá en examen la necesidad de la detención». Sin
embargo hoy la realidad en Irak es otra pues la excepción se convierte en
norma debiendo esperarse a una mejora y estabilidad en el país que
permita a las autoridades judiciales un control de los imputados en los
diferentes procesos judiciales que asegure o al menos que cree una
expectativa de que éstos comparecerán ante las sedes de los diferentes
Órganos Judiciales cada vez que fuera necesario.
Tribunales especiales: el Corán
Se ha recopilado información acerca de la existencia de
Tribunales especiales no previstos ni regulados en la ley, que enjuiciaba
determinados delitos en Irak. Estos tribunales tenían por lo general su
sede en Bagdad y jurisdicción sobre todo el país, y su competencia
objetiva se refería a determinados delitos como delitos de tráfico de
drogas, espionaje, terrorismo, delitos contra la seguridad del Estado
etc.… y eran dirigidos en gran medida por el ejecutivo del régimen
anterior al mandato de la Autoridad Provisional. A título de ejemplo, se
tiene constancia de que durante la vigencia de la dictadura de SADAM
HUSSEIN, existieron entre otros dos Tribunales especiales, uno, el
tribunal revolucionario, con sede en Bagdad y el Tribunal Militar
Especial de Kirkut. El primero estaba formado por dos oficiales militares
y un presidente civil, todos ellos miembros del partido dirigente Baas y se
encargaba de enjuiciar delitos contra la seguridad interna y externa,
determinados delitos económicos y de tráfico de drogas. En este Tribunal,
los acusados solo tenían acceso a un abogado una vez terminada la fase
sumarial y los juicios en todo caso tenían lugar a puerta cerrada. El
segundo, se encargó de enjuiciar a detenidos con ocasión de los
conflictos Kurdos por delitos políticos, los juicios se celebraban a puerta
cerrada y normalmente no tenían derecho a un abogado defensor. Las
sentencias dictadas por estos Tribunales no podían ser recurridas ante una
instancia judicial superior, ni siquiera cuando se trataban de penas de
muerte.
Desde la perspectiva del Derecho positivo, en Irak no es posible
que una persona no sea condenada por la ley penal pero si por el Corán,
toda vez que ni durante la época de SADAM HUSSEIN ni en la
actualidad, el Corán ha tenido carácter de ley positiva consagrándose
claramente el principio de legalidad en artículo 1º del Código Penal.