LUCES Y SOMBRAS I

650 LUCES Y SOMBRAS DE LA SEGURIDAD
INTERNACIONAL EN LOS ALBORES DEL SIGLO XXI
Estados fallidos –como en el caso de Somalia-; conflictos de
múltiples actores, tanto interiores como exteriores –casos de la República
Democrática del Congo o, nuevamente, de Somalia-; secesionismo –
casos de Angola, Senegal, Camerún, Marruecos-; golpismo endémico,
criminalidad casi militarizada –por ejemplo, en Nigeria o Guinea-Bissau-;
guerras civiles endémicas –Burundi, Sudán, Sierra Leona, Uganda…-;
movimientos armados de oposición política –Chad, República
Centroafricana, Costa de Marfil-; defensa armada de intereses de
comunidades minoritarias –Nigeria, Niger, Mali…- son otros de los
problemas violentos que sacuden África.
No obstante, y pese al alcance casi inconcebible de tragedias
como las que se viven desde hace más de una década en Sudán o la
República Democrática del Congo, hay razones para mostrar cierto
optimismo. Conflictos largos y sangrientos han concluído con procesos
de reconciliación nacional que pueden valorarse como positivos: este es
el caso de las guerras civiles de Angola –entre UNITA y el gobierno-, de
Namibia o de Mozambique. Otros conflictos, aún activos, han visto como
se firmaban importantes acuerdos de paz que, si bien aún ofrecen dudas
sobre su perdurabilidad –caso de la paz entre el gobierno sudanés y los
rebeldes sureños del SPLA- o bien no han sido aceptados por todas las
facciones, sí muestran la apertura ofrecen vías de solución pacíficas a
diversos problemas. Por último, la amenaza que suponen algunos grupos
armados, en el campo militar, especialmente notorios por sus violaciones
de los derechos humanos, se ha reducido sensiblemente y parece más
cercana su desaparición. Ese es el caso del RUF en Sierra Leona o del
Ejército Revolucionario del Señor en Uganda.