LUCES Y SOMBRAS I

EJE TEMÁTICO III: 471
LOS CONFLICTOS ARMADOS EN EL MUNDO ACTUAL
Y SU GESTIÓN INTERNACIONAL
organizaciones, plantea la exigencia de algún órgano que gestione,
controle y priorice al modo que lo hacía el Comité Director del Sistema
de Acuerdos de Fuerzas en Reserva para Operaciones de las Naciones
Unidas. Un órgano central y director vinculado de alguna forma a la
Secretaría General de las Naciones Unidas —o así parece lo más
conveniente— con funciones de planificación, pero también de alerta y
seguimiento de posibles riesgos, así como de planeamiento y seguimiento
de las operaciones que se fueran desarrollando.
Planificación, planeamiento y seguimiento que exigen, de por sí,
que este órgano central y director pueda, asimismo, llevar a cabo las
funciones de asesoramiento a países y organizaciones, de elaboración de
doctrina de protección civil internacional, incluyendo la asunción de las
lecciones que se saquen de cada actuación concreta, e,
indispensablemente, de enlace y coordinación directiva con todas las
estructuras nacionales y regionales (las de la Unión Europea, por ejemplo)
de protección civil, con todas las estructuras que puedan proporcionar
alerta temprana frente a catástrofes, como los oficinas de los Programas
de Desarrollo (PNUD) que las Naciones Unidas tienen repartidos por
todo el mundo, así como con el tipo de organizaciones cuya finalidad está
íntimamente relacionada con el socorro en emergencias, como el Alto
Comisionado para los Refugiados, ACNUR, el Programa Mundial de
Alimentos, PMA, o la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Su procedimiento de actuación sería, por tanto, en esquema, el
seguimiento de posibles catástrofes mediante su red y sistemas de alerta,
activando el mecanismo en cuanto ésta se produjera, se estuviera alertado
sobre ella o no. Y aquí radica otro de los problemas que el sistema
debería tener resuelto de antemano, en aras de la premura de tiempo, una
vez más. ¿Quién decide la activación? Parece conveniente que pueda ser
el propio secretario general de la ONU, a instancias del órgano central y
director del sistema. Y que sólo más tarde, de forma que su proceso de
decisión no retrase la ayuda, esta decisión de activación, y la forma en
que la operación se esté llevando a cabo, pueda ser ratificada, o
enmendada en su caso, por el órgano que se considere adecuado para ello,
el Consejo de Seguridad, la Asamblea General o cualquier otro
organismo específico de control que se creyese conveniente crear.
Ahora bien, ¿quién pagaría los gastos y compensaciones que las
operaciones de socorro en emergencia que se lleven a cabo van a