23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Caridad<br />

Durante mi larga actuación médica y especialmente en mi práctica quirúrgica, practiqué<br />

la caridad a manos llenas.<br />

Tengo orgullo en proclamar que curé o que participé en la felicidad <strong>de</strong> muchos enfermos,<br />

pero que nunca hice un embargo o cobro compulsivo y que nadie tuvo que ven<strong>de</strong>r una<br />

propiedad para cubrir mis honorarios.<br />

Si yo hubiera cobrado por todas las intervenciones que practiqué, otra sería mi situación<br />

financiera actual; sólo habría que calcular el número <strong>de</strong> operaciones por cualquier suma<br />

aceptable, para darse cuenta <strong>de</strong> que <strong>de</strong>bería poseer una verda<strong>de</strong>ra fortuna. Des<strong>de</strong> luego, me<br />

complace mucho más recibir <strong>de</strong> cuando en cuando satisfacciones por mi manera <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r,<br />

como me ocurrió hace algún tiempo, mientras pronunciaba una charla acerca <strong>de</strong> la historia<br />

<strong>de</strong>l base-ball en la República, el locutor y comentarista radial y <strong>de</strong>portivo, Sr. Homero León<br />

Díaz, que mencionó públicamente su agra<strong>de</strong>cimiento por un servicio quirúrgico que le<br />

presté a su esposa, muchos años antes, sin ninguna remuneración, cuando él no estaba en<br />

condiciones <strong>de</strong> pagar dicho servicio.<br />

En realidad yo casi había olvidado este inci<strong>de</strong>nte que él tan bondadosamente refirió.<br />

Este no es un caso aislado en mi práctica médico-quirúrgica, sino una muestra.<br />

Casos como éste me ocurren constantemente, a manera <strong>de</strong> cosecha <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimientos que<br />

para mí tienen más valor que el que pudieran representar bienes acumulados en perjuicio <strong>de</strong><br />

pacientes necesitados, que me <strong>de</strong>muestran su agra<strong>de</strong>cimiento en las más disímiles formas.<br />

Yo sé que muchos sonreirán al leer estos párrafos, pero mi conciencia está cada vez más<br />

satisfecha <strong>de</strong> haber procedido en esta forma. Algunos me tildarán <strong>de</strong> i<strong>de</strong>alista, a pesar <strong>de</strong><br />

que no parece compa<strong>de</strong>cerse con la práctica <strong>de</strong> una profesión tan materialista. Es casi una<br />

paradoja <strong>de</strong> la vida.<br />

Viaje a Sur América<br />

ARTURO DAMIRÓN RICART | MIS BODAS DE ORO CON LA MEDICINA<br />

Para asistir a la convención rotaria que se celebró en Río <strong>de</strong> Janeiro en 1948, un grupo <strong>de</strong><br />

dominicanos, entre los cuales puedo recordar al Lic. Nina, al Dr. Albert, al Dr. Sorrentino, a<br />

Don Pascual Prota, al Ing. M. S. Gautier (Flon), a Víctor Canto, a Rafael Sánchez Cabrera, a<br />

Don Antonio Armenteros y otros más que lamento no po<strong>de</strong>r recordar, nos trasladamos por<br />

avión a dicha ciudad, con escalas en diversos sitios. Yo iba acompañado <strong>de</strong> mi esposa e hija,<br />

al igual que muchos <strong>de</strong> los compañeros mencionados.<br />

Fletamos un avión DC-3, <strong>de</strong> la compañía Aerovías brasileira, e iniciamos un recorrido<br />

inolvidable. Nuestra primera escala fue en San Juan <strong>de</strong> Puerto Rico, en don<strong>de</strong> pasamos un<br />

día haciendo compras y paseando; la segunda estaba fijada para Port Spain, en Trinidad;<br />

la tercera en la Guayana holan<strong>de</strong>sa y la cuarta en Belén do Pará, en Brasil. Tuvimos que<br />

pernoctar en dicha ciudad y fuimos huéspe<strong>de</strong>s <strong>de</strong> honor a la cena rotaria <strong>de</strong>l club <strong>de</strong> dicha<br />

ciudad. El avión sólo podía viajar <strong>de</strong> día, por lo cual este viaje resultó el más maravilloso y<br />

panorámico que he realizado en toda mi vida, porque podíamos admirar la grandiosidad<br />

<strong>de</strong> la naturaleza en todo su esplendor, cosa que no he podido disfrutar en otros muchos<br />

viajes sobre el continente americano y especialmente sobre la selva amazónica. Al día siguiente,<br />

al <strong>de</strong>spuntar el día, iniciamos la última etapa <strong>de</strong>l viaje, con escalas en Annapolis<br />

y Carolina, dos poblaciones en plena selva amazónica, antes <strong>de</strong> llegar a Río, que ocurrió<br />

bien entrada la tar<strong>de</strong>.<br />

165

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!