23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

nativos <strong>de</strong> Azua combaten blandiendo en campo raso tizones encendidos? ¿Qué hazaña fue<br />

esa <strong>de</strong> “El Número”, don<strong>de</strong> los haitianos fueron arremetidos con piedras y <strong>de</strong>salojados <strong>de</strong><br />

sus posiciones con el humo <strong>de</strong>l pajonal <strong>de</strong> la sabana? Y ¿qué batalla fue, por último, esa <strong>de</strong>l<br />

30 <strong>de</strong> marzo en que se dice que no hubo más que un contuso por parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong><br />

Santiago a pesar <strong>de</strong> haberse hecho uso en esa acción <strong>de</strong> las cargas al machete? Las famosas<br />

batallas <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia fueron un juego <strong>de</strong> niños si se las compara con las acciones a<br />

que dio lugar la Guerra <strong>de</strong> la Restauración. Compárese la Batalla <strong>de</strong>l 19 <strong>de</strong> marzo con una<br />

cualquiera <strong>de</strong> las hazañas <strong>de</strong> Luperón, y se tendrá la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> haber pasado <strong>de</strong>l escenario<br />

<strong>de</strong> un cuento <strong>de</strong> hadas al <strong>de</strong> una lucha verda<strong>de</strong>ramente épica. Hágase el cotejo <strong>de</strong> la Batalla<br />

<strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong> marzo con la que tuvo efecto en la misma ciudad <strong>de</strong> Santiago el día 6 <strong>de</strong> septiembre,<br />

y se tendrá la sensación <strong>de</strong> que la primera fue un lance <strong>de</strong> teatro y la segunda un verda<strong>de</strong>ro<br />

encuentro <strong>de</strong> titanes. El ejército haitiano <strong>de</strong> los días en que se realizaron las jornadas <strong>de</strong> la<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, o fue un coloso <strong>de</strong> cartón que se <strong>de</strong>shizo tan pronto recibió la primera lluvia<br />

<strong>de</strong> balas, o fue una jauría <strong>de</strong> bandoleros que se movió impulsada por el estímulo <strong>de</strong>l botín<br />

y que se aprovechó <strong>de</strong> la sorpresa para invadir la parte oriental <strong>de</strong> la isla en el momento<br />

propicio. Haití, <strong>de</strong>sgarrado unas veces por <strong>de</strong>ntro, y herido <strong>de</strong> muerte en otras ocasiones por<br />

el coraje moral que sobraba a su adversario, no logró ser nunca un verda<strong>de</strong>ro peligro para la<br />

libertad dominicana. Bastó que un visionario, un hombre dulce, pero interiormente dotado <strong>de</strong><br />

energías <strong>de</strong>scomunales, diera calor con su sacrificio ejemplar a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,<br />

para que el ejército invasor <strong>de</strong>sapareciera vencido por su propio espíritu <strong>de</strong> indisciplina o<br />

por su propia cobardía. La prueba es que no existió por parte <strong>de</strong> los haitianos ningún rasgo<br />

<strong>de</strong> heroísmo. El caso <strong>de</strong> Luis Michel, el oficial haitiano que luchó con un sable hasta morir<br />

sobre la cureña <strong>de</strong> un cañón en las Carreras, es un ejemplo aislado que nada <strong>de</strong>muestra en<br />

favor <strong>de</strong>l heroísmo con que los invasores lucharon en tierra dominicana.<br />

El hecho <strong>de</strong> haber salido triunfador frente a los haitianos, no constituye, pues, una<br />

recomendación digna <strong>de</strong> confianza para erigir a nadie en soldado invencible ni en verda<strong>de</strong>ro<br />

hombre <strong>de</strong> armas. Cuando Santana tuvo que medir sus fuerzas con las <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s<br />

caudillos <strong>de</strong> la Restauración, la supuesta superioridad militar <strong>de</strong> que hizo gala, según se<br />

afirma, en las Carreras y en los campos <strong>de</strong> Azua, se reduce a algo tan ínfimo que no alcanza a<br />

hacerse visible. Cuando salió a campaña al frente <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los ejércitos más po<strong>de</strong>rosos que<br />

se movilizaron nunca en suelo dominicano, la avaricia o el terror lo paralizaron en Guanuma<br />

y esquivó siempre el medir la fuerza <strong>de</strong> su brazo con la <strong>de</strong> los jefes restauradores, entre los<br />

cuales había algunos que, como Luperón, eran tan jóvenes que habían crecido bajo los soles<br />

<strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Si Santana tuvo verda<strong>de</strong>ra personalidad militar fue sin duda porque le<br />

acompañaron algunas cualida<strong>de</strong>s superiores como conductor <strong>de</strong> tropas y como organizador<br />

<strong>de</strong> victorias: don <strong>de</strong> mando, sentido <strong>de</strong> oportunismo, puño capaz <strong>de</strong> imponer la disciplina<br />

con provi<strong>de</strong>ncias draconianas, y cierta sensibilidad patriótica que sólo se manifestó en la<br />

lucha contra las invasiones haitianas. Fue innegablemente el hombre que organizó la victoria<br />

y precipitó la huida <strong>de</strong> los invasores, y el único que supo capitalizar en su propio provecho<br />

la gloria siempre discutible <strong>de</strong> haber vencido a un coloso <strong>de</strong> papel y haber garantizado a sus<br />

compatriotas la tranquilidad que ansiaban para vivir sin la angustia constante <strong>de</strong> los saqueos<br />

y <strong>de</strong> las incursiones a mano armada. Uno <strong>de</strong> los hombres que militaron bajo las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong><br />

Santana, don Domingo Mallol, nos ha <strong>de</strong>jado la siguiente radiografía <strong>de</strong>l ejército haitiano<br />

<strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia: “Después <strong>de</strong> haber visto el triste talante <strong>de</strong> esta gente,<br />

puedo <strong>de</strong>cir a usted que no son hombres para batirse con nosotros”. Eso no se podía <strong>de</strong>cir,<br />

894

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!