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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

Este, en el lugar más distante <strong>de</strong> Haití y menos expuesto a las incursiones a mano armada que<br />

todavía hacia esa época solían hacer las hordas <strong>de</strong> Cristóbal sobre la antigua parte española.<br />

En la ciudad <strong>de</strong> El Seibo residieron varios años <strong>de</strong>dicados a labores agrícolas y a pequeñas<br />

industrias caseras. El 21 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1818 la pareja, que no había legalizado su unión a causa<br />

<strong>de</strong> los peligros y azares en que se <strong>de</strong>senvolvió su vida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que salieron <strong>de</strong> la Croix <strong>de</strong>s<br />

Bouquets, contrajo matrimonio en la Parroquia <strong>de</strong> Santa Cruz <strong>de</strong> El Seibo, legitimando al que<br />

al discurrir los años había <strong>de</strong> ser el más aguerrido <strong>de</strong> los caudillos militares <strong>de</strong> la República.<br />

El matrimonio fue celebrado in artículo morti por el presbítero Josef Antonio Lemos y León 4 .<br />

Poco <strong>de</strong>spués, José Duvergé y su vástago dirigen sus pasos hacia San Cristóbal, región<br />

celebrada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros días <strong>de</strong> la colonia por sus minas y por la fertilidad <strong>de</strong> sus bosques<br />

que se extendían al través <strong>de</strong> suaves colinas y abrigados regazos entre los ríos Nigua<br />

y Nizao. Razones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n moral lo inducen a escoger este sitio para la fundación <strong>de</strong> un<br />

hogar más estable que el que ha <strong>de</strong>jado en El Seibo. En San Cristóbal vivían, en efecto, otros<br />

miembros <strong>de</strong> la familia Duvergé, traídos allí por los azares <strong>de</strong> la vida y por cierta misteriosa<br />

pre<strong>de</strong>stinación que tenía ya señalado este escenario como cuna espiritual <strong>de</strong>l soldado sin<br />

tacha y sin miedo que durante los años críticos <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> la nacionalidad <strong>de</strong>bía<br />

mantener la estrella <strong>de</strong> la República suspensa <strong>de</strong> la empuñadura <strong>de</strong> su espada.<br />

La infancia<br />

La infancia <strong>de</strong> Duvergé se <strong>de</strong>sarrolla en medio <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong> los campos, en contacto<br />

con la naturaleza y con animales semisalvajes.<br />

El aire libre, la cercanía <strong>de</strong>l mar y la limpieza y sencillez que predominan en los seres y en<br />

las cosas que le ro<strong>de</strong>an, <strong>de</strong>positan las primeras semillas <strong>de</strong> rectitud en su carácter. Los mismos<br />

acontecimientos políticos <strong>de</strong> que es testigo contribuyen a fortalecer su temple espartano y a<br />

<strong>de</strong>spertar las fibras <strong>de</strong>l patriotismo en su corazón <strong>de</strong> acero. Cuando abandona la cuna, el primer<br />

aire que respira es el <strong>de</strong> la tradición guerrera que se alza sobre las lanzas victoriosas <strong>de</strong> la<br />

Reconquista, sellada por Juan Sánchez Ramírez en las llanuras <strong>de</strong> Palo Hincado.<br />

Aún no ha salido <strong>de</strong> la adolescencia cuando José Núñez <strong>de</strong> Cáceres, en un gesto audaz<br />

que sacu<strong>de</strong> el letargo <strong>de</strong> la vieja colonia, proclama la República efímera <strong>de</strong> 1821. Poco tiempo<br />

<strong>de</strong>spués, el 9 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1822, se consuma el hecho horrendo, esperado con angustia por<br />

los dominicanos <strong>de</strong> espíritu <strong>de</strong>spierto que intuían el peligro y lo veían acercarse al través<br />

<strong>de</strong> las fronteras: la ocupación <strong>de</strong>l territorio nacional por el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Haití, Jean Pierre<br />

Boyer, quien abate con aquel golpe brutal las esperanzas dominicanas.<br />

El sometimiento a la opresión <strong>de</strong> Haití tiene para Duvergé el significado <strong>de</strong> una catástrofe<br />

moral. Des<strong>de</strong> su más temprana niñez había alimentado en su corazón, sin duda por<br />

influencia paterna, una sorda aversión a Haití, nombre que se asocia en su memoria con<br />

macabras imágenes <strong>de</strong> exterminio y con terríficas escenas <strong>de</strong> matanza. Cuando recuerda a<br />

la madre, cuyo nombre suele aparecer con frecuencia en las conversaciones <strong>de</strong> sus familiares<br />

más cercanos, la evoca como a una víctima <strong>de</strong> las sangrientas persecuciones <strong>de</strong> Dessalines<br />

y <strong>de</strong> sus hordas <strong>de</strong>senfrenadas. Cuando ya su carácter se ha formado, fortalecido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

infancia por el dolor y por el infortunio, su antipatía por todo lo haitiano se recru<strong>de</strong>ce ante<br />

4 En el acta <strong>de</strong> matrimonio, localizada por el historiador Luis Padilla <strong>de</strong> Onis, figura el nombre <strong>de</strong> José Duvergé<br />

como Duversel, pero el <strong>de</strong> María Juana Duval se consignó correctamente.<br />

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