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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

se disponía eran harto escasos para que cada visitante pudiese permanecer en el sitio <strong>de</strong> la<br />

reunión más <strong>de</strong> ocho a diez minutos.<br />

Así, corta, duró sin embargo todo lo necesario para que Salcedo oyese atónito <strong>de</strong> labios<br />

<strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Espaillat lo que él consi<strong>de</strong>ró como las expresiones más absurdas que hubiese<br />

escuchado en su vida, o las palabras <strong>de</strong> menos sentido que <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él hubiesen sido<br />

proferidas en ocasión alguna, o el propósito más loco <strong>de</strong> que fuese capaz, no ya un hombre<br />

a quien se había llevado al más ansiado <strong>de</strong> los puestos públicos, sino aquél a quien siquiera<br />

se le hubiese encomendado la guarda <strong>de</strong> un poblado…<br />

Y en efecto, el caso, según él lo entendía, no era para menos. En un momento en que<br />

don Ulises, dirigiéndose a varios <strong>de</strong> los circunstantes, había expresado la esperanza <strong>de</strong> que<br />

el país tomaría un camino diferente <strong>de</strong>l que había estado trillando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la conquista <strong>de</strong>l<br />

gobierno propio hasta esos días, habíale dicho Salcedo:<br />

—Lo que usted necesita son buenos soldados a su lado. Por mi parte yo le ofrezco mi<br />

sable para que me man<strong>de</strong> como guste. Su boca será la medida.<br />

Y a esas palabras <strong>de</strong>l rudo guerrillero había replicado dulcemente don Ulises:<br />

—Muchas gracias, Juan <strong>de</strong> Jesús; pero yo espero que no te necesitaré. Mis soldados serán<br />

los maestros <strong>de</strong> escuela.<br />

<br />

La noche <strong>de</strong> ese día, un grupo <strong>de</strong> “rojos” congregado en un bohío <strong>de</strong>l suburbio <strong>de</strong> Juan<br />

Lopito, en la misma Moca, hacía animados comentarios sobre la elección <strong>de</strong> don Ulises<br />

Francisco Espaillat y la suerte futura <strong>de</strong>l gobierno. En su mayoría se inclinaban a pensar<br />

que la paz reinaría por mucho tiempo y el nuevo presi<strong>de</strong>nte llegaría a cumplir a cabalidad<br />

sus funciones.<br />

Cuando en esto estaban llegó Juan <strong>de</strong> Jesús Salcedo. Su parecer sobre el tema que los<br />

entretenía no podía menos <strong>de</strong> interesar gran<strong>de</strong>mente a todos los contertulios y así hubieron<br />

<strong>de</strong> manifestárselo al punto.<br />

La opinión <strong>de</strong>l guerrillero no se hizo esperar.<br />

—Pues para mí –exclamó sentenciosamente– ahorita lo tumban. Un hombre que cuenta<br />

gobernar dizque con los maestros <strong>de</strong> escuela: una gente que no sabe tirar ni con escopeta…<br />

La “contraparcó”<br />

Ambos eran comerciantes. Eso se inducía claramente <strong>de</strong> su conversación en un escaño<br />

<strong>de</strong>l Parque Colón, la cual llevaba <strong>de</strong> empezada más <strong>de</strong> hora y media, animada a ratos, pesada<br />

a veces. Hubiérase dicho que la música <strong>de</strong>l concierto militar <strong>de</strong> esa noche influía en lo<br />

que aquellos dos hombres hablaban. Allegro, mo<strong>de</strong>rato, andante… De pronto, prestamente,<br />

eso es, presto, el uno le dijo al otro:<br />

—Yo no entiendo lo <strong>de</strong> la “contraparcó” que usted me dice. Esta <strong>de</strong>be ser palabra <strong>de</strong><br />

uste<strong>de</strong>s los dominicanos, que en Cuba no tenemos. ¿Quiere usted explicarme lo que es la<br />

“contraparcó”?<br />

A lo que repuso el compañero:<br />

—Pues la “contraparcó” es la “contraparcó”. ¡Qué diablo!… Una seguridad, una garantía.<br />

Que como es usted quien va a celebrar el convenio procure asegurarse <strong>de</strong> manera que no<br />

nos burle <strong>de</strong>spués el tío ese.<br />

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