23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

JUAN BOSCH | DAVID, BIOGRAFÍA DE UN REY<br />

Hecho jefe <strong>de</strong> millar, las obligaciones militares <strong>de</strong> David le ocupaban más tiempo y le<br />

mantenían fuera <strong>de</strong>l círculo real. Al parecer, Saúl temía que David le socavara el trono entre<br />

sus hombres <strong>de</strong> confianza, y quería tenerle distante <strong>de</strong> sí. “Alejóle <strong>de</strong> sí, haciéndole jefe <strong>de</strong><br />

millar, y David entraba y salía a la vista <strong>de</strong> todo el pueblo; en todas sus empresas se mostró<br />

acertado, porque Yavé estaba con él. Vio, pues, Saúl que era muy precavido, y le temía. Todo<br />

Israel y todo Judá amaba a David” (I Sam., 18:12 al 16).<br />

La suspicacia <strong>de</strong> Saúl, aún no estando enfermo <strong>de</strong>l ánimo, no podía amenguarse. Pues<br />

hizo al sospecho jefe <strong>de</strong> millar para alejarle y comprometerle, y sucedía que el nuevo cargo<br />

aumentaba su prestigio sin ponerle en peligro. La estrella <strong>de</strong> David seguía ascendiendo y<br />

creciendo en esplendor. La manera menos comprometida <strong>de</strong> quitarse <strong>de</strong> <strong>de</strong>lante la odiada<br />

imagen era lanzándole a morir en un combate. Eso explica por qué Saúl se <strong>de</strong>cía: “No quiero<br />

poner mis manos sobre él: que le maten las <strong>de</strong> los filisteos” (I Sam., 18:17). Ahora bien, David<br />

no moría a manos <strong>de</strong> los filisteos. Ni siquiera volvía herido o <strong>de</strong>rrotado.<br />

La manía persecutoria <strong>de</strong> Saúl fue tomando cuerpo. Aquel hombre violento, que había<br />

pasado inesperadamente <strong>de</strong> labriego a rey, sabía que él no había recibido la dignidad real<br />

en herencia, y por tanto <strong>de</strong>bía temer que se la arrebataran tan súbitamente como la había<br />

recibido. Si para entonces se había dado su ruptura con Samuel, ¿no viviría con miedo <strong>de</strong><br />

que el anciano hallara un pretexto para <strong>de</strong>spojarle <strong>de</strong> la corona, predicando contra él en todo<br />

Israel? Ya el pueblo se había acostumbrado a la monarquía y aún vivía el profeta <strong>de</strong> Yavé<br />

que ungió al primer rey. Para Saúl <strong>de</strong>bía ser motivo <strong>de</strong> gran alarma que en Israel apareciera<br />

alguien con categoría suficiente para sustituirle.<br />

Poco a poco, David fue convirtiéndose en la encarnación <strong>de</strong> los temores <strong>de</strong> Saúl. Es <strong>de</strong><br />

imaginarse que día tras día el celoso rey <strong>de</strong>bía oír elogios <strong>de</strong> David; que a menudo sorpren<strong>de</strong>ría<br />

conversaciones <strong>de</strong> sus guerreros encomiando el valor y la pru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su capitán. Su<br />

propio hijo Jonatán le mostraba singular aprecio. David era atractivo, <strong>de</strong> rostro bien formado,<br />

<strong>de</strong> ojos hermosos, <strong>de</strong> bella presencia. No tenía la estatura majestuosa <strong>de</strong> Saúl, pero algo habría<br />

en él capaz <strong>de</strong> impresionar tanto como el tamaño <strong>de</strong>l rey. Sabía combatir y hacerse querer <strong>de</strong><br />

sus hombres. Manejaba la espada y a<strong>de</strong>más tañía el arpa; improvisaba cánticos y era joven,<br />

mucho más joven que Saúl. Al principio, éste <strong>de</strong>bió sentir sólo celos, pero al cabo <strong>de</strong>l tiempo,<br />

a medida que iba creciendo la popularidad <strong>de</strong> David, ¡cómo no pa<strong>de</strong>cería el corazón <strong>de</strong>l<br />

rey observando que los elogios <strong>de</strong> los guerreros, primero, y los <strong>de</strong> las multitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>spués,<br />

se <strong>de</strong>sviaban <strong>de</strong> él hacia David! Pues sucedió que cierta vez, probablemente volviendo <strong>de</strong><br />

la guerra juntos Saúl y su capitán, las mujeres no aclamaron a Saúl sino a David; es más,<br />

ridiculizaron a Saúl para <strong>de</strong>stacar a David.<br />

Este episodio está relatado en I Samuel (18:6 al 9) situándolo a seguidas <strong>de</strong>l combate<br />

librado por David contra Goliat. Pero <strong>de</strong>be haberse producido en época tan tardía como<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l matrimonio <strong>de</strong> David con Micol, la hija <strong>de</strong> Saúl.<br />

Pues David llegó a ser yerno <strong>de</strong> Saúl. Quizá en su empeño <strong>de</strong> no mostrarse a los ojos<br />

<strong>de</strong>l pueblo como celoso <strong>de</strong> David, o temeroso <strong>de</strong> <strong>de</strong>clararlo su enemigo, Saúl se vio en el<br />

caso <strong>de</strong> ir confiriendo po<strong>de</strong>r a David; y así como lo hizo jefe <strong>de</strong> millar, sin duda que con el<br />

plan <strong>de</strong> causarle perjuicios por manos <strong>de</strong> los filisteos, así <strong>de</strong>cidió dar un paso más allá y le<br />

ofreció a su hija mayor como esposa.<br />

No es posible imaginar, siquiera, si al proponerla que se casara con una <strong>de</strong> sus hijas,<br />

el rey quiso probar a David o comprometerle ante el círculo real presentándole como un<br />

ambicioso. Si perseguía los dos fines, o uno solo, falló, pues David eludió la trampa. Saúl<br />

723

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!