23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ENRIQUE APOLINAR HENRÍQUEZ | REMINISCENCIAS Y EVOCACIONES<br />

la espiritual simiente que él sembró, no envanecería como semilla arrojada en campo estéril.<br />

Germinó y perdurará. Los i<strong>de</strong>ales y la prédica <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> su apostólico linaje jamás<br />

perecen cual se extingue su efímera figura terrenal. Acaso hasta su entrañable aspiración<br />

florecerá con el tiempo. Pero si algún día esa aspiración fuera convertida en realidad, sin<br />

odios ni violencia, como anhelaba él su eventual advenimiento –¡ay, dolor!–, ya no la verán<br />

florecer sus expresivos ojos <strong>de</strong> mirada pensativa ni la gozará su anchuroso corazón, revertidos,<br />

por la muerte, al polvo original <strong>de</strong> nuestra Madre Tierra.<br />

A Dios rogando y con el mazo dando<br />

Theodore Roosevelt era un hombre <strong>de</strong> principios a veces excelentes, aunque <strong>de</strong> aplicación<br />

elástica, cuya esencial bondad acomodaba con frecuencia a las conveniencias egoístas <strong>de</strong><br />

su interés actual. Esa interca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su espíritu y sus actos dio lugar, mientras ejerció las<br />

funciones <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> América, a que su prédica y su conducta<br />

se vieran a veces en abierta contradicción. El hombre <strong>de</strong> pensamiento era capaz y fue capaz<br />

<strong>de</strong> reconocer que en “algunas ocasiones” los Estados Unidos <strong>de</strong> América “no habían sido<br />

tan escrupulosos, como hubieran <strong>de</strong>bido serlo, respecto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los otros” 1 . No<br />

obstante, la historia <strong>de</strong> su propia gestión gubernativa está plagada <strong>de</strong> la misma <strong>de</strong>fección<br />

señalada por su crítica.<br />

“Es cosa perversa en una nación” –moralizó él en cierta oportunidad– “perjudicar a otra<br />

nación” 2 . Pero la supuesta convicción envuelta en tan noble principio <strong>de</strong> ética internacional<br />

no fue óbice para que el Presi<strong>de</strong>nte Roosevelt, abusando <strong>de</strong>l inmenso po<strong>de</strong>río <strong>de</strong> su gran<br />

nación, le arrebatara a Colombia la zona <strong>de</strong>l Canal <strong>de</strong> Panamá por la simple y arbitraria<br />

razón <strong>de</strong> que Colombia no aceptó –como <strong>de</strong>corosa equivalencia <strong>de</strong>l valor intrínseco <strong>de</strong>l<br />

arrendamiento secular <strong>de</strong> dicha zona– la ina<strong>de</strong>cuada compensación que se le había ofrecido.<br />

Frente al <strong>de</strong>sacuerdo así surgido, discrepancia lícita en todo tráfico <strong>de</strong> objetos susceptibles<br />

<strong>de</strong> comercio, Roosevelt montó en cólera; y cegado por esta pasión, el mismo hombre que<br />

acusaba <strong>de</strong> perversa a la nación que le causara daño a otra, no se cuidó <strong>de</strong> evitarle a su propia<br />

patria y a su propio nombre la negra mancha <strong>de</strong> idéntica perversión.<br />

El Presi<strong>de</strong>nte Roosevelt estaba resuelto a construir el canal sin importarle un bledo la<br />

transgresión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> Colombia. El interés <strong>de</strong> construírlo, afán <strong>de</strong>saforado en él,<br />

le <strong>de</strong>scabaló su freno moral; y sin esa sugeción <strong>de</strong> sus instintos, se entregó <strong>de</strong> lleno a urdir el<br />

<strong>de</strong>spojo a poco ejecutado. En setiembre 15 <strong>de</strong> 1903 (sólo 49 días antes <strong>de</strong> estallar la rebelión<br />

separatista en Panamá) Roosevelt les había intimado al Secretario <strong>de</strong> Estado, John Hay, y al<br />

Secretario <strong>de</strong> Guerra, William Howard Taft, que “<strong>de</strong>bía tomarse una acción en Panamá sin<br />

tener en cuenta al gobierno <strong>de</strong> Bogotá” 3 . La premeditación se hizo, así, evi<strong>de</strong>nte. Según lo<br />

<strong>de</strong>scubre su propia confesión, el Presi<strong>de</strong>nte Roosevelt había preparado ya el esbozo <strong>de</strong> un<br />

mensaje <strong>de</strong>stinado a recomendarle al Congreso americano la pertinencia <strong>de</strong> “tomar posesión<br />

<strong>de</strong>l istmo por la fuerza <strong>de</strong> las armas” 4 .<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la moral, consagrada como norma <strong>de</strong> conducta <strong>de</strong>cente<br />

por los pueblos <strong>de</strong> la civilización occi<strong>de</strong>ntal, no se aprecia ni distingue ninguna diferencia<br />

1 Theodore Roosevelt, An Autobiography, 505.<br />

2 Ibid, 502.<br />

3 Henry F. Pringle, Theodore Roosevelt, A. Biography, 317.<br />

4 William Roscoe Thayer, The Life of John Hay, II. 328.<br />

605

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!