23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

JUAN BOSCH | DAVID, BIOGRAFÍA DE UN REY<br />

Yavé siguió apareciéndosele en Silo. Elí estaba ya muy viejo, y los hijos <strong>de</strong> éste seguían por<br />

el mismo camino, pésimo ante Yavé” (I Sam., 3:19 al 21).<br />

En este punto, cuando “todo Israel, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Dan hasta Berseba”, sabía que Samuel era “un<br />

verda<strong>de</strong>ro profeta <strong>de</strong> Yavé”, se produjo la batalla <strong>de</strong> Afec, en la cual los hebreos perdieron<br />

cuatro mil hombres a manos <strong>de</strong> los filisteos.<br />

Por lo visto los filisteos avanzaban hacia el nor<strong>de</strong>ste, probablemente hacia las márgenes<br />

<strong>de</strong>l río Jordán o tal vez hacia la ciudad <strong>de</strong> Silo, don<strong>de</strong> se hallaban Elí y Samuel al cuidado <strong>de</strong>l<br />

santuario. Israel acampó cerca <strong>de</strong> Eben Ezer y los filisteos en Afec. La batalla se conoce con el<br />

nombre <strong>de</strong> este último sitio, y el texto refiere que fueron los filisteos quienes la presentaron,<br />

esto es, quienes atacaron. A causa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rrota, “el pueblo se recogió en el campamento, y<br />

los ancianos se preguntaron: “¿Por qué nos ha <strong>de</strong>rrotado Yavé hoy ante los filisteos? Vamos<br />

a traer el Arca <strong>de</strong> la Alianza <strong>de</strong> Yavé, para que esté entre nosotros y nos salve <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong><br />

nuestros enemigos” (I Sam., 4:3). Se llevó el Arca, y fueron con ella los hijos <strong>de</strong> Elí.<br />

A pesar <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>l Arca los hebreos resultaron <strong>de</strong>rrotados. Los textos dicen<br />

que perdieron treinta mil peones, pero esto no pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse como que muriera ese<br />

número <strong>de</strong> infantes; probablemente en esos treinta mil están contados los que huyeron y<br />

los prisioneros. Entre los cadáveres se hallaban los <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Elí. Los supervivientes<br />

huyeron en todas direcciones, abandonando el Arca, sagrado <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> los testimonios<br />

<strong>de</strong> la alianza que Yavé había acordado con Israel en el <strong>de</strong>sierto. El Arca cayó en manos <strong>de</strong>l<br />

enemigo; perdieron la vida los hijos <strong>de</strong> Elí, murió éste fulminado por la tremenda noticia, y<br />

Samuel entró entonces a ser el jefe espiritual y el juez <strong>de</strong> su pueblo.<br />

Siete meses estuvo el Arca <strong>de</strong> la Alianza en el país <strong>de</strong> los filisteos; al cabo <strong>de</strong> ese tiempo<br />

sus captores la pusieron en un carro tirado por dos vacas y acosaron a los animales hacia tierra<br />

hebrea. Había sucedido que diversas plagas azotaron las ciuda<strong>de</strong>s filisteas, y los sacerdotes<br />

<strong>de</strong> sus dioses opinaron que esos males provenían <strong>de</strong>l Arca, por lo cual <strong>de</strong>cidieron <strong>de</strong>shacerse<br />

<strong>de</strong> ella y la <strong>de</strong>spacharon con tumores y ratas <strong>de</strong> oro, uno por cada ciudad filistea atacada<br />

por las enfermeda<strong>de</strong>s y las invasiones <strong>de</strong> ratas. Con esas ofrendas los filisteos creyeron que<br />

compraban la benevolencia <strong>de</strong> Yavé. El arca retornó, pues, tras siete meses <strong>de</strong> ausencia. Pero<br />

los invasores que habían entrado en Israel no se fueron tan pronto.<br />

A fin <strong>de</strong> preparar a su pueblo para la lucha que <strong>de</strong>bía empren<strong>de</strong>r, Samuel trató <strong>de</strong> restaurar<br />

la antigua fe yaveísta. Se le oía predicar sin <strong>de</strong>scanso que sólo volviendo a Yavé recuperaría<br />

Israel su condición <strong>de</strong> pueblo libre. “Si <strong>de</strong> todo corazón os convertís a Yavé, quitad <strong>de</strong><br />

en medio <strong>de</strong> vosotros los dioses extraños y las astartés; en<strong>de</strong>rezad vuestro corazón a Yavé y<br />

servidle solo a El, y El os librará <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> los filisteos” (I Sam., 7:3,4).<br />

Sermoneaba Samuel diciendo que si Israel había perdido su libertad se había <strong>de</strong>bido al<br />

abandono <strong>de</strong> la fe yaveísta. Pues era evi<strong>de</strong>nte que, como había sucedido siempre, las masas<br />

apreciaban a los dioses antropomorfos <strong>de</strong> los pueblos vecinos, como Astarté y Baal, dioses<br />

cananeos, más que al dios invisible y omnipresente <strong>de</strong> Moisés. Al parecer, tras veinte años<br />

<strong>de</strong> prédica logró Samuel gran<strong>de</strong>s progresos, puesto que “los hijos <strong>de</strong> Israel quitaron todos<br />

los baales y astartés, y sirvieron sólo a Yavé” (I Sam., 7:4), a raíz <strong>de</strong> lo cual se produjo la<br />

batalla <strong>de</strong> Maspha.<br />

Maspha quedaba al norte <strong>de</strong> Belén <strong>de</strong> Judá, entre esta ciudad y la <strong>de</strong> Silo, y probablemente<br />

allí residía Samuel y allí estaba el santuario. Silo había <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser el centro religioso, y<br />

no porque lo impidieron los filisteos, pues a pesar <strong>de</strong> que dominaban políticamente al país,<br />

los invasores no imponían sus dioses. Por entonces sólo Israel, y más propiamente los jefes<br />

699

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!