23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AMELIA FRANCASCI | MONSEÑOR DE MERIÑO ÍNTIMO<br />

la villa y próxima al mar. Eso era lo i<strong>de</strong>al; para mi esposo que, empleado en la ciudad, no<br />

podía alejarse mucho <strong>de</strong> ella, <strong>de</strong>biendo tan pronto se sintiera repuesto, volver a su oficina<br />

diariamente; para mí que imperiosamente tenía necesidad <strong>de</strong> saturar mis pulmones <strong>de</strong><br />

emanaciones salinas.<br />

Eugenio me favoreció también con recursos, no ignorando que los nuestros eran escasos.<br />

Así, ayudados, pudimos partir sin tardar.<br />

Para correspon<strong>de</strong>r a las bonda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mi hermano, quise llevarme conmigo al campo a una <strong>de</strong><br />

sus hijas, casi adolescente y salvada <strong>de</strong> una fiebre tifoi<strong>de</strong>a que la <strong>de</strong>jó muy mal; acompañada <strong>de</strong> una<br />

primita suya <strong>de</strong> la misma edad también sobrina mía. Ambas eran <strong>de</strong> las que yo llamaba mis hijitas<br />

y por haberlas adoptado como tales, en mi corazón, cuando aún contaba pocos años, <strong>de</strong> las que<br />

me tenían por su madrecita joven. Las llevé para reponerlas, para que se divirtieran en libertad,<br />

ro<strong>de</strong>ándoles <strong>de</strong> cuidados y <strong>de</strong> mimos. Y al efecto les añadí otra compañera, en la persona <strong>de</strong><br />

una parienta mía <strong>de</strong> edad, querida y estimada por mí, lo bastante para encargarla <strong>de</strong> representarme<br />

cerca <strong>de</strong> ellas en sus correrías, a las que mi <strong>de</strong>licada salud no me permitía asociarme. Los<br />

recursos que me suministró mi hermano permitiéronme todo ese lujo por un mes.<br />

¡Mes <strong>de</strong>licioso para mis acompañantes que no lo han olvidado!<br />

¡Gozaba yo en viéndoles adquirir preciosos colores en sus mejillas, alegría en su ánimo,<br />

lozanía <strong>de</strong> flores recién abiertas, a las menores; fuerzas mayores, a las <strong>de</strong> edad! ¡Qué apetito<br />

<strong>de</strong>vorador les daba el baño <strong>de</strong> mar y qué exuberancia <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>spertaba en ellas!<br />

Cuando, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el interior <strong>de</strong> la quinta, íbamos a la playa, cargaban las chicas con mi<br />

sillón largo, todas las mañanas, <strong>de</strong> ocho a diez, antes <strong>de</strong> que el sol se hiciera sentir con fuerza<br />

importuna y me hacían recostar en él, para que yo así en reposo las contemplara, jugando,<br />

corriendo, saltando; insultando a las olas que nos salpicaban al estrellarse cerca <strong>de</strong> nosotros<br />

y tan contentas que daba encanto verlas! A la parienta la obligaban a imitarlas y ella, bondadosamente,<br />

se prestaba a todo por complacerlas.<br />

En presencia <strong>de</strong>l vasto horizonte, soñaba yo. ¡Esparcía, por <strong>de</strong>cirlo así, mi espíritu<br />

aspirando, con toda la fuerza <strong>de</strong> mis débiles pulmones, el aura balsámica impregnada <strong>de</strong><br />

perfumes silvestres y marinos...! ¡Todavía amaba mucho el mar, todavía amaba el campo con<br />

<strong>de</strong>leite! Escribía a mi ilustre amigo mis impresiones porque él no pudo visitarnos durante<br />

ese mes <strong>de</strong> solaz y <strong>de</strong> contemplación.<br />

Don Emiliano estuvo una mañana a verme y quedó encantado <strong>de</strong>l cuadro que ofrecimos<br />

a su vista.<br />

—¡Así querría yo que pasase usted un año entero, Amelia! Gozando en calma <strong>de</strong> la<br />

naturaleza. ¡Le garantizo que su salud se restablecería!<br />

No podía ser esto. Hube <strong>de</strong> volver a la ciudad; a mi casa; a mis faenas anteriores. Sí,<br />

habíame fortalecido bastante; mi esposo lo mismo; y <strong>de</strong>volví a sus familias las compañeritas<br />

que me había llevado, frescas y rosadas; en ese mes <strong>de</strong> mayo que había sido espléndido en<br />

grado igual a la blancura que ostentaba su tez brillante <strong>de</strong> salud. Fue esa una satisfacción<br />

para mí que compensó los cuidados que les había prestado.<br />

Una gran pena me esperaba pocos días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> reintegrarnos al hogar.<br />

xIx<br />

Tuve la inesperada noticia <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> una persona a quien yo había querido mucho<br />

y <strong>de</strong> la cual me alejaran circunstancias enojosas. No obstó eso para que mi corazón sufriera<br />

un golpe rudo, <strong>de</strong>l cual tardó algún tiempo en reponerse.<br />

235

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!