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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

El Gobernador D…<br />

En el primer Gobierno <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Jimenes la situación política <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong><br />

Azua se presentó incierta y confusa. Se notaba <strong>de</strong>scontento acentuado en la población y un<br />

fermento <strong>de</strong> protesta sorda que podía <strong>de</strong>generar en rebelión armada. Frente a los posibles<br />

acontecimientos, el gobierno se a<strong>de</strong>lantó enviando por distintas oportunida<strong>de</strong>s personalida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>stacadas <strong>de</strong>l Gabinete para auscultar la opinión <strong>de</strong> la Provincia y tratar <strong>de</strong> morigerarlas<br />

con promesas y ofrecimientos que bien se sabía que se las llevaría el viento.<br />

La pru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los mensajeros aconsejó enviar como Gobernador <strong>de</strong> la Provincia un<br />

hombre sin nexos en ella, pero que fuera enérgico, a la vez que comprensivo y conciliador.<br />

El escogido para esas <strong>de</strong>licadas funciones fue el general D…, antiguo legislador, abogado<br />

y hombre <strong>de</strong> letras, muy conocido por sus gestos <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. El general D… era<br />

valeroso e ilustrado. Su selección pareció atinada para el momento crucial que atravesaba<br />

la Provincia.<br />

El nuevo Gobernador inició sus gestiones cordializando con todos los elementos <strong>de</strong> la<br />

cabecera, no tomando en cuenta sus opiniones ni sus simpatías; pero como hombre ducho en<br />

los recovecos <strong>de</strong> la política criolla, se orientó sobre las cualida<strong>de</strong>s personales <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> las<br />

personas que él juzgó podrían perturbar su pacífica dirección <strong>de</strong> las cuestiones públicas.<br />

En Azua había un abogado, antiguo maestro, que era fabricante al por mayor <strong>de</strong> propagandas<br />

subversivas. Se complacía en aterrorizar el ánimo <strong>de</strong>l pueblo lanzando olas <strong>de</strong><br />

rumores sobre sucesos imaginarios acaecidos en diferentes partes <strong>de</strong>l país. Favorecían su<br />

insidiosa conducta las comunicaciones difíciles y el estado caótico en que vivía la República.<br />

El Gobernador tomó nota <strong>de</strong> esta información.<br />

A la primera propaganda que circuló lo hizo comparecer a su <strong>de</strong>spacho. Lo recibió con<br />

cara adusta y mirada fría y penetrante. Con un gesto lo hizo sentar, continuando en su labor<br />

cotidiana aparentando olvidarse <strong>de</strong>l sujeto que ocupaba un asiento frente a su escritorio.<br />

El abogado, que era muy cobar<strong>de</strong>, temblaba <strong>de</strong> miedo. El gobernador tenía fama <strong>de</strong><br />

hombre duro, voces que <strong>de</strong>jó correr pensando que no le dañaban, pero que sí podían serle<br />

útil en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> su cargo.<br />

Pasó bastante rato. La intranquilidad <strong>de</strong>l abogado era notoria; su nerviosismo <strong>de</strong>sbordaba.<br />

De improviso el gobernador se incorpora, mira a todos los lados inquisitivamente y<br />

<strong>de</strong>teniendo sus ojos con severidad sobre el <strong>de</strong>tenido dice, poniendo cara <strong>de</strong> asco:<br />

—Fooo… Este hombre se ha ensuciado.<br />

Llama un oficial a su servicio y continúa:<br />

—Ponga ese sujeto en la calle. Yo contiendo con hombres, no con gallinas.<br />

Efectivamente, el abogado, impresionado por los rumores que circulaban sobre el Gobernador<br />

y lleno <strong>de</strong> susto por su actitud fría y severa, se juzgó en peligro y como cada uno<br />

coge la cantidad <strong>de</strong> miedo que le da la gana, el suyo fue <strong>de</strong> acuerdo con su tamaño. Era<br />

crecidito y peso completo. El miedo tiene muchas modalida<strong>de</strong>s: afloja, entumece, quita el<br />

habla, encanece. A nuestro hombre se le trastornaron los fuelles.<br />

Un raro caso <strong>de</strong> honra<strong>de</strong>z<br />

Hace tanto tiempo que sucedió el episodio que voy a narrar, que no puedo precisar fecha<br />

ni año. Quizás acaeciera en el 1892. Sólo puedo recordar que tuvo lugar a fines <strong>de</strong>l siglo<br />

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