23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AMELIA FRANCASCI | MONSEÑOR DE MERIÑO ÍNTIMO<br />

Ix<br />

Mi ilustre amigo cumplió su promesa <strong>de</strong> volver a verme en la semana siguiente.<br />

Esa vez me encontró sentada en un sillón, ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> menos almohadas, con<br />

mejor semblante y mucho menos abatida. Al verle todos se alegraron y yo me conmoví<br />

infinitamente.<br />

¡Qué complacido estuvo él, al notar la mejoría innegable que en los días que no me viera<br />

se había producido en mí!<br />

Mostróse tan satisfecho y me felicitó tan cordialmente, que yo me alegré por él.<br />

Esa impresión <strong>de</strong> satisfacción gratísima dominó en todo el curso <strong>de</strong> la visita.<br />

Monseñor estuvo contento y hasta bromista. A cada cual <strong>de</strong> los que estaban conmigo, dijo<br />

algo agradable; a mí me habló <strong>de</strong> flores, viendo el lindo ramo que lucía sobre mi mesita <strong>de</strong><br />

noche; como le dijeron que yo amaba el campo, extendióse acerca <strong>de</strong> las <strong>de</strong>licias campestres,<br />

animándome para que tratara <strong>de</strong> reponerme pronto y fuera a alguna quinta a respirar aire<br />

más puro que el <strong>de</strong> mi casa.<br />

Estuvo encantador. Así le encontraron mis familiares, con los cuales se mostró lleno <strong>de</strong><br />

atenciones.<br />

Por un momento nos <strong>de</strong>jaron solos. Él lo aprovechó para <strong>de</strong>cirme dulcemente:<br />

“Hija mía, usted me parece muy alentada. ¿Es cierto que mejora? ¿y esa tristeza, esa<br />

misantropía no han vuelto a molestarla?”.<br />

Le contesté que no. Yo estaba melancólica, pero no <strong>de</strong>sesperada.<br />

Hago todo esfuerzo por sobreponerme a mi mal, por correspon<strong>de</strong>r siquiera <strong>de</strong> ese modo<br />

a su bondad para conmigo, Monseñor.<br />

¡Usted merece cuanto yo pueda hacer y cuente conmigo! Se lo repito. No la abandonaré.<br />

Si mis muchas atenciones me imposibilitan el venir con frecuencia a inspirarle ánimo, escríbame.<br />

Llámeme sin cuidado si lo cree necesario, y aquí me tendrá para sostenerla.<br />

Prometí lo que él me pidiera, y muy luego nos <strong>de</strong>jó a mis <strong>de</strong>udos y a mí altamente reconocidos<br />

<strong>de</strong> esa segunda visita.<br />

En la intimidad era el hombre más agradable, más complaciente, más fácil <strong>de</strong> contentar<br />

por sus gustos sencillos y sus costumbres or<strong>de</strong>nadas. Como yo estaba relacionada con su<br />

familia, sabía por ella todo esto y mayor mérito le hallaba, porque conocía a muchos que<br />

siendo pequeños y solamente por creerse importantes, hacen expiar a los <strong>de</strong> su casa, las<br />

complacencias que tienen con los que no lo son.<br />

x<br />

Continuó mi gran amigo yendo a verme, un día en cada semana, por algún tiempo.<br />

Yo había ido mejorando, lentamente, hasta que llegué a adquirir el súmmun <strong>de</strong> fuerzas<br />

que podía yo alcanzar; lo cual no era mucho. Des<strong>de</strong> mi adolescencia fui <strong>de</strong>licadísima<br />

<strong>de</strong> salud, por haber contraído una enfermedad nerviosa, que me <strong>de</strong>jó una sensibilidad<br />

extremada, durante una gravísima dolencia <strong>de</strong> mi padre Rafael <strong>de</strong> Marchena y De Sola, a<br />

quien yo quería mucho. Fueron tantas mis noches <strong>de</strong> vigilia cerca <strong>de</strong> su lecho que perdí,<br />

casi completamente, la facultad <strong>de</strong> dormir. El insomnio casi constante alteró profundamente<br />

mi salud.<br />

Esa excesiva sensibilidad mía ha hecho el martirio <strong>de</strong> mi vida.<br />

Mientras tuve seres que me amaran, a mi alre<strong>de</strong>dor y aun a distancia, como el noble arzobispo<br />

y otros muy gran<strong>de</strong>s y nobles amigos míos, cuya estimación por mí fue altísima, sufrí mucho,<br />

221

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!