23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

No se le contempló <strong>de</strong> nuevo ya hasta el Martes Santo <strong>de</strong>l año siguiente, en que el propio<br />

González, convencido <strong>de</strong> que no había peligro en ello, lo encendió al paso <strong>de</strong> la procesión<br />

<strong>de</strong> “Jesús en la Peña”. Después, cuando transcurridos unos meses quiso que alumbrara<br />

otra vez, se encontró con que el aceite <strong>de</strong> petróleo regalado por el capitán <strong>de</strong>l bergantín se<br />

había evaporado.<br />

Y ahí terminó la fama <strong>de</strong>l “primer quinqué”. Porque al otro año volvió Santo Domingo<br />

a ser una posesión española mediante el éxito <strong>de</strong>l golpe <strong>de</strong> estado anexionista consumado<br />

por Santana y su partido y fueron traídos <strong>de</strong> España muchos quinqués <strong>de</strong> calidad superior<br />

que redujeron el <strong>de</strong> González a la condición <strong>de</strong> cachivache, por lo cual, <strong>de</strong> la sala pasó a<br />

una alacena y <strong>de</strong> ahí a la covacha, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> salió probablemente rumbo a la Cueva <strong>de</strong> las<br />

Golondrinas, que fue el verte<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> basura <strong>de</strong> la capital dominicana hasta muy entrado<br />

este siglo.<br />

Propaganda <strong>de</strong> antaño<br />

Frescas estaban aún las señales <strong>de</strong>l reciente asedio. Santana, en su calidad <strong>de</strong> último jefe<br />

<strong>de</strong> las huestes sitiadoras, y más que eso, en su calidad <strong>de</strong> Santana, sinónimo <strong>de</strong> autoridad<br />

necesaria personificada en un hombre, mandaba en Santo Domingo <strong>de</strong> Guzmán, reducida<br />

para aquellos días a la condición <strong>de</strong> cabeza <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento, por obra y gracia <strong>de</strong> la<br />

Constitución <strong>de</strong> Moca, que erigía a Santiago <strong>de</strong> los Caballeros en capital <strong>de</strong> la República.<br />

A los tiros habían sucedido las intrigas y a manera <strong>de</strong> instrumentos <strong>de</strong> éstas, verda<strong>de</strong>ros<br />

diablillos enredadores, disputábanse el puesto avanzado en la obra <strong>de</strong> la disociación el perturbador<br />

provincialismo, el personalismo feroz, el absorbente caciquismo y cuantas pasiones innobles<br />

estuvieron latiendo a toda hora en el politiqueo dominicano, enervador y disolvente.<br />

De Santo Domingo a Santiago y <strong>de</strong> ésta para aquélla, el lleva y trae no cesaba. En puridad<br />

<strong>de</strong> verdad había dos gobiernos: el <strong>de</strong> Valver<strong>de</strong>, constitucional, y el <strong>de</strong> Santana… santanista.<br />

Situación semejante no podía perdurar. A<strong>de</strong>más, tanto y tanto se enredaba la ma<strong>de</strong>ja, que<br />

no era difícil pudiese quedar estrangulado en uno <strong>de</strong> sus nudos el más duro <strong>de</strong> cocote.<br />

En esas condiciones, el nuevo pugilato <strong>de</strong> “quítate tú para ponerme yo” llegó al cabo.<br />

De Santo Domingo partió el reto.<br />

<br />

El 27 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1858 la atmósfera política que pesaba sobre la antigua Atenas <strong>de</strong>l Nuevo<br />

Mundo comenzó a <strong>de</strong>scargarse. Una lluvia <strong>de</strong> hojas impresas inundó la ciudad: era el<br />

manifiesto <strong>de</strong> la contra-revolución, suscrito por muchos hombres <strong>de</strong> pro, santanistas casi<br />

todos, y el cual contenía la lista <strong>de</strong> agravios contra la Constitución <strong>de</strong> Moca, cuyos principales<br />

cánones quedaban anatematizados, y contra diferentes actos <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Valver<strong>de</strong><br />

y sus ministros.<br />

Tales hojas eran la comidilla <strong>de</strong>l día. En la calle, en el hogar, en el cuartel no se hablaba<br />

<strong>de</strong> otra cosa. Éste comentaba acá, esotro vociferaba allá, acullá juraba alguien, por todos los<br />

santos, hacerse matar antes <strong>de</strong> ce<strong>de</strong>r un ápice.<br />

Y ahora el celebérrimo caso. Entre las consi<strong>de</strong>raciones en que el manifiesto abundaba<br />

había una contraída a la traslación <strong>de</strong> la capital a la ciudad <strong>de</strong> Santiago, reforma imposible<br />

<strong>de</strong> admitir, “porque la <strong>de</strong> Santo Domingo lo había sido siempre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su fundación, porque<br />

era el centro don<strong>de</strong> se encontraban la Iglesia Catedral, con el título <strong>de</strong> Primada <strong>de</strong> las<br />

394

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!