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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

sorpren<strong>de</strong>r la vigilancia <strong>de</strong> sus perseguidores trasponiendo, súbitamente, el muro medianero<br />

que separaba el patio <strong>de</strong> su casa <strong>de</strong>l contérmino patio <strong>de</strong> la Legación <strong>de</strong> Francia.<br />

<br />

—”Le iban a hacer fuego” –insistía colérico el poeta Vigil Díaz–; “me lo dijeron ellos<br />

mismos”.<br />

Fuera o no cierto ese atentado, la caprichosa persecución <strong>de</strong> personas respetables y extrañas<br />

por completo al interés sin gloria <strong>de</strong> <strong>de</strong>sacreditadas ban<strong>de</strong>rías políticas, era, <strong>de</strong> por<br />

sí, <strong>de</strong>safuero <strong>de</strong>squiciador <strong>de</strong> la paz jurídica y <strong>de</strong> la paz moral que para su honra, su dicha<br />

y su prosperidad, había menester la conturbada familia dominicana.<br />

Resintió ese <strong>de</strong>safuero también Don Andrés Pérez. Cuando supo que su casa –<strong>de</strong>salojada<br />

para fines <strong>de</strong> su reconstrucción– había sido invadida por las fuerzas militares cuyo cometido<br />

repugnaba su entereza cívica, Don Andrés las hizo salir con la fuerza moral <strong>de</strong>l íntegro<br />

carácter que jamás se doblegó ante el <strong>de</strong>spotismo <strong>de</strong> ningún tirano; la misma integridad<br />

<strong>de</strong> carácter que, para lustre perdurable <strong>de</strong> su nombre, exhibió –nítido laurel <strong>de</strong> los últimos<br />

días <strong>de</strong> su vida– durante los aciagos años en que fuerzas navales <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong><br />

América le impusieron a su país forzada servidumbre.<br />

<br />

La ingratitud es lo común; la gratitud lo excepcional. “Pero es tan gran<strong>de</strong> el placer que<br />

se experimenta al encontrar una persona agra<strong>de</strong>cida” –discurrió el filósofo Séneca– “que<br />

vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato”.<br />

Por no ser <strong>de</strong>sagra<strong>de</strong>cido con el humil<strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cido, yo agoté todo humano esfuerzo<br />

en <strong>de</strong>scubrir al hombre anónimo que pagó tan bellamente los servicios <strong>de</strong> mi madre y que<br />

al hacerlo se hizo digno <strong>de</strong> la noble entraña <strong>de</strong> su propia madre.<br />

Pero, para mi <strong>de</strong>scepción y mi dolor, jamás pu<strong>de</strong> saber quién fue ese humil<strong>de</strong> gentil<br />

hombre.<br />

No hay rosa sin espinas<br />

Celui qui ne comprend pas. Remy <strong>de</strong> Gourmont, L’I<strong>de</strong>alisme.<br />

Hallábame sentado a la mesa, a la hora <strong>de</strong>l condumio, cuando se presentó Gerardo Mena<br />

y sin ningún preámbulo exclamó:<br />

—”Dice Jacinto que vayas en seguida” 1 .<br />

—”¿Sabes tú” –le pregunté–, “<strong>de</strong> qué se trata?”.<br />

El aludido contestó en sentido negativo. Su respuesta no satisfizo mi curiosidad. Yo <strong>de</strong>seaba<br />

indagar y precisar el grado <strong>de</strong> la urgencia a fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar con propiedad si <strong>de</strong>bía<br />

marcharme al punto o si podía tomarme el tiempo necesario para terminar el almuerzo ya<br />

mediado. Movido por esa intención interrogué <strong>de</strong> nuevo:<br />

—“¿Cómo se ve Jacinto? ¿Está preocupado? ¿Daba o no señales <strong>de</strong> alegría cuando te<br />

encargó trasmitirme el premioso mensaje que me has dado?”.<br />

Gerardo vaciló un instante, como recordando; y <strong>de</strong> pronto contestó:<br />

1 Jacinto R. <strong>de</strong> Castro, famoso abogado, brillante catedrático <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho en la más antigua universidad <strong>de</strong> las<br />

Américas, Senador <strong>de</strong> la República y promotor <strong>de</strong> la candidatura <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Suprema Corte <strong>de</strong> Justicia.<br />

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