23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

Hay que reconocer, en honor suyo, que fue leal a su sangre y a su raza, aunque en los<br />

días difíciles que precedieron a la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia fue <strong>de</strong> los que se plegó, como Caminero y<br />

como Bobadilla, a los dominadores in<strong>de</strong>seables. Si sirvió fielmente al hatero <strong>de</strong> “El Prado”<br />

durante los primeros tiempos <strong>de</strong> su hegemonía política, también fue <strong>de</strong> los autores intelectuales<br />

<strong>de</strong> la anexión, esto es, fue uno <strong>de</strong> los hombres que más trabajaron en <strong>de</strong>sprestigio<br />

<strong>de</strong> Santana. A los hijos <strong>de</strong> Julián Alfau se <strong>de</strong>bió en gran parte que el futuro Marqués <strong>de</strong> las<br />

Carreras, un déspota cegado por la codicia y el orgullo, aceptara la reanexión a España en<br />

vez <strong>de</strong> negociar, como parecía <strong>de</strong>searlo, la corriente <strong>de</strong> opinión más respetable <strong>de</strong>l país, un<br />

simple protectorado. Por egoísmo o por un sentimiento <strong>de</strong> rabiosa y estúpida adhesión a<br />

la tierra <strong>de</strong> sus antepasados, Felipe Alfau señaló <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer momento a su jefe el partido<br />

menos digno y menos aconsejable: el <strong>de</strong>l sacrificio total <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, solución<br />

repudiada por la casi universalidad <strong>de</strong> los dominicanos que <strong>de</strong>seaban la ayuda <strong>de</strong> España<br />

para sostener su libertad; pero que no querían esa protección a trueque <strong>de</strong> una servidumbre<br />

absoluta. Si en vez <strong>de</strong> Felipe Alfau, hombre más afecto a España que a su propia tierra nativa,<br />

el escogido para negociar con los ministros <strong>de</strong> Isabel II hubiera sido un santanista <strong>de</strong>l tipo<br />

<strong>de</strong> Alejandro Angulo Guridi, dominicano <strong>de</strong> fibra patriótica más pura que la <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sertor<br />

<strong>de</strong> la sociedad “La Trinitaria”, acaso se hubiese logrado un acuerdo más satisfactorio para<br />

el país y sin duda más dura<strong>de</strong>ro que el que tuvo por base la reincorporación pura y simple<br />

<strong>de</strong>l territorio nacional a la monarquía española.<br />

Pero Felipe Alfau, aunque figuró entre los primeros miembros <strong>de</strong> “La Trinitaria”, no<br />

compartió el i<strong>de</strong>alismo <strong>de</strong> Duarte ni fue capaz <strong>de</strong> medir la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> su apostolado.<br />

Cuando “La Trinitaria”, la cual llevaba apenas algunos años <strong>de</strong> existencia, trató <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r<br />

fuera <strong>de</strong> la antigua capital <strong>de</strong> la colonia su obra <strong>de</strong> propaganda clan<strong>de</strong>stina, Duarte eligió a<br />

Simón, nombre con que era conocido Felipe Alfau en el seno <strong>de</strong>l grupo revolucionario, para<br />

que llevara la semilla separatista al Cibao. Pero Alfau, quien ya <strong>de</strong>sconfiaba <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong><br />

la causa <strong>de</strong> la patria y se disponía a enten<strong>de</strong>rse con los haitianos que conspiraban contra el<br />

gobierno <strong>de</strong> Boyer, se negó a aceptar la comisión y aludió con <strong>de</strong>sdén a los esfuerzos que<br />

realizaba el partido <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Su actitud se hizo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel día sospechosa.<br />

Todo hacía esperar <strong>de</strong> él una <strong>de</strong>lación que pusiera a Duarte y a sus adictos a merced <strong>de</strong> las<br />

autorida<strong>de</strong>s haitianas. Los hechos <strong>de</strong>mostraron luego que esas sospechas no eran infundadas.<br />

Alfau fue quien <strong>de</strong>nunció al general Riviére los planes separatistas <strong>de</strong> los patriotas <strong>de</strong><br />

“La Trinitaria”. Los treinta dineros que este Judas recibió por su traición, consistieron en<br />

el grado <strong>de</strong> coronel <strong>de</strong>l batallón <strong>de</strong> guardias nacionales que todavía en 1843 subsistía en la<br />

antigua capital <strong>de</strong> la colonia.<br />

Todos los trinitarios vieron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces como un <strong>de</strong>sertor a este malvado. La siguiente<br />

anécdota pinta el grado <strong>de</strong> animadversión que le cobró Sánchez al perjuro. En las postrimerías<br />

<strong>de</strong> 1844, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una corta estancia en Irlanda, llegan a Nueva York algunas <strong>de</strong> las<br />

víctimas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>creto que con<strong>de</strong>nó a <strong>de</strong>stierro perpetuo a Duarte y a los principales caudillos<br />

<strong>de</strong> la Puerta <strong>de</strong>l Con<strong>de</strong>. Un día en que Francisco <strong>de</strong>l Rosario Sánchez, Ramón Mella y Pedro<br />

Alejandrino Pina, quienes figuraban entre ese grupo <strong>de</strong> inmigrantes, acosados <strong>de</strong> su país por<br />

el <strong>de</strong>spotismo naciente <strong>de</strong> Santana, atravesaban una <strong>de</strong> las calles portuarias <strong>de</strong> la gran urbe,<br />

tropezaron inesperadamente con Felipe Alfau. Mella y Pedro Alejandrino Pina, <strong>de</strong>sconcertados<br />

por aquel encuentro súbito, corrieron hacia el compatriota para abrazarlo con entusiasmo<br />

efusivo. Sánchez, en cambio, miró con acritud al consejero <strong>de</strong> Santana, al antiguo Simón <strong>de</strong> las<br />

conjuras secretas <strong>de</strong> “La Trinitaria”, y le volvió orgullosamente la espalda.<br />

828

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!