23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

AMELIA FRANCASCI | MONSEÑOR DE MERIÑO ÍNTIMO<br />

contra Woss y Gil, pero así se creía y yo estaba trastornada por la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que Monseñor <strong>de</strong><br />

Meriño pudiera pensarlo.<br />

Sus cartas revelan otra cosa.<br />

Carta quincuagésima<br />

Mi querida y noble Amelia:<br />

Porque no salgo es que no he ido a verla. No sé cuándo será que podré ir.<br />

El catarro me ha doblado. Me siento el cuerpo como si me hubieran manteado; pero aún<br />

tengo más enfermo el espíritu.<br />

¡Así la supongo yo a usted! ¡Dios se apia<strong>de</strong> <strong>de</strong> la República!<br />

¡Deseo a usted y a Don Rafael un 1904 completamente reparador, moral y materialmente,<br />

sin nubes ni sombras <strong>de</strong> pesar!<br />

B. S. M. su afectísimo <strong>de</strong> corazón,<br />

P. Meriño.<br />

¡Cosa digna <strong>de</strong> enternecer! En el estado <strong>de</strong> cuerpo y <strong>de</strong> ánimo en que se hallaba, Monseñor<br />

añadía unas líneas pidiéndome juguetes y muñecas para sus huérfanas.<br />

LxI<br />

Contra toda esperanza yo seguía luchando por la realización <strong>de</strong> mi sueño.<br />

Aunque cada día los mismos acontecimientos políticos hacíanlo menos posible porque<br />

contrarrestaban todos mis proyectos para conseguirlo.<br />

La candidatura <strong>de</strong> Morales y <strong>de</strong> Cáceres obligábame a <strong>de</strong>scuidar la <strong>de</strong> Vásquez y Tejera,<br />

que era la <strong>de</strong> los que yo necesitaba en el po<strong>de</strong>r.<br />

Morales, con quien personalmente la discutí, amistosamente, mostrábase <strong>de</strong>ferente conmigo<br />

y me prometió todo favor. Él era hombre <strong>de</strong> progreso, pero no tal como yo lo <strong>de</strong>seaba.<br />

Le encontraba poca entereza, aun cuando fuera arrojado, escaso fondo moral. Dejábase<br />

arrastrar por las pasiones ajenas o que lisonjeaban y favorecían su ambición. Por eso sólo me<br />

inspiraba confianza mínima. ¡Para ayudarme en mi tarea tan solo patriotas abnegados, ya<br />

escarmentada por la experiencia <strong>de</strong> un fracaso, podían servir! ¡Y no jóvenes que anhelaran<br />

el vellocino <strong>de</strong> oro, aún llenos <strong>de</strong> ilusiones y <strong>de</strong> loco ardor!<br />

El sitio continuaba. Recibí esta esquela <strong>de</strong> Monseñor.<br />

Carta quincuagésimo primera<br />

B. L. M.<br />

A su noble y muy querida Amelia, <strong>de</strong>volviéndole los números <strong>de</strong> la Revue* que ya he leído.<br />

Con más gusto me iría yo a llevárselo, para tener la satisfacción <strong>de</strong> verla, pero aún sigo<br />

haciéndole dúo a la Cortine: éste moteando y yo tosiendo.<br />

La gripe me ha pagado bien las ganas.<br />

Le incluyo esa moneda para que me haga el favor <strong>de</strong> satisfacer a la “Nueva Feria”. Es<br />

el importe <strong>de</strong> las muñecas.<br />

¡Hasta la vista pues!<br />

Su afectísimo.<br />

P. Meriño.<br />

*Periódico francés que recibíamos <strong>de</strong> París y el cual facilitábamos a Monseñor <strong>de</strong> Meriño.<br />

301

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!