23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AMELIA FRANCASCI | MONSEÑOR DE MERIÑO ÍNTIMO<br />

<strong>de</strong> nuestra existencia. Como ama <strong>de</strong> casa, como enfermera, como comerciante; como todo,<br />

encontrábaseme siempre a la altura <strong>de</strong> un <strong>de</strong>ber que tal vez yo exageraba. Todos admiraban<br />

mi fuerza <strong>de</strong> voluntad, mi entereza casi viril. Monseñor más que ninguno. ¡Él, que conocía<br />

mis innatas repugnancias por las ocupaciones a que estaba con<strong>de</strong>nada! Él, que no olvidaba<br />

nunca el daño que, en lo moral y en lo físico, haciánme esos excesos <strong>de</strong> fatigas materiales;<br />

¡esa violencia que imponían ellas a mi naturaleza <strong>de</strong>licada y creada para un vivir diametralmente<br />

opuesto a aquel tan complicado y enojoso para mí!<br />

Y su pena era igual a su admiración. Él habría querido verme libre <strong>de</strong> todo compromiso,<br />

ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> comodida<strong>de</strong>s y entregada al puro arte, buscando en éste las nobles y elevadas<br />

satisfacciones <strong>de</strong>l espíritu.<br />

En proporcionarme algunas <strong>de</strong> ellas, empeñábase <strong>de</strong>sinteresadamente. Juzgando mi<br />

correspon<strong>de</strong>ncia con Pierre Lotí una grata distracción, la alentó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio. Graciosas<br />

bromas me daba con el espiritual escritor.<br />

Reproduzco a continuación una esquela suya <strong>de</strong> esa época, que me viene a las manos:<br />

Carta octava<br />

Mi queridísima amiga:<br />

¡Cuánto agra<strong>de</strong>zco su amistosa solicitud! Mi hermano José María está mejor; mis temores<br />

por él han cesado, <strong>de</strong> lo cual doy gracias a Dios.<br />

Y ¡ahí van Pierre Lotí y su admiradora! Yo me quedo con el espíritu <strong>de</strong> ambos.<br />

También quiero que sepa que alzaré la voz para reclamar la custodia <strong>de</strong> sus manuscritos,<br />

si es que <strong>de</strong> veras no quiere usted conservarlos.<br />

A mí me correspon<strong>de</strong>. ¿Quién, si no yo, la ha instado a que escriba su Diario?<br />

Su tan afectísimo <strong>de</strong> corazón.<br />

P. Meriño.<br />

“Pierre Lotí” significaban varias obras <strong>de</strong> éste que yo había enviado a Monseñor para<br />

que las leyera. “Su admiradora”, el folleto que escribí sobre mi lejano amigo y cuya publicación<br />

se <strong>de</strong>bió al ilustre arzobispo. No ignoraba él cómo se iniciaran mis relaciones con el<br />

célebre marino-poeta.<br />

Tuvo noticias porque yo se lo confié <strong>de</strong> que, entusiasmada por el raro estilo <strong>de</strong>l entonces<br />

nuevo escritor francés, hice que mi esposo pidiera a París las obras que Lotí hubiese ya dado<br />

al público. Eran cuatro, entre ellas Le Roman d’un enfant. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> expresar al autor mis<br />

sentimientos, <strong>de</strong> admiración y <strong>de</strong> simpatía por su <strong>de</strong>licada prosa y su sentimentalidad, se<br />

fijó en mi mente moviéndome a dirigirle una carta conmovedora.<br />

No esperaba respuesta alguna. Tan sólo quise darle expansión, al escribir, a un impulso<br />

<strong>de</strong>l corazón, más bien que <strong>de</strong>l espíritu. Monseñor no dudó un instante <strong>de</strong> que Lotí me<br />

contestara.<br />

Cuando, estando yo en el campo, llegó la respuesta que aguardaba él, con un ejemplar<br />

<strong>de</strong> su última obra publicada, con respetuosa <strong>de</strong>dicatoria, mi ilustre amigo se alborozó<br />

por mí.<br />

—¡Oh Amelia! Bien seguro estaba yo <strong>de</strong> que Lotí es un caballero y que correspon<strong>de</strong>ría<br />

a usted galantemente! Des<strong>de</strong> hoy soy su amigo también. ¡Sí! Tiene mis gran<strong>de</strong>s simpatías.<br />

Seremos dos para admirarle, al saborear sus páginas.<br />

No varió nunca <strong>de</strong> opinión. En todo tiempo apreció a Lotí y aprobó el gran afecto que<br />

tuve al marino soñador, animándome a escribirle e interesándose por él.<br />

241

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!