23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ENRIQUE APOLINAR HENRÍQUEZ | REMINISCENCIAS Y EVOCACIONES<br />

le atrajo el respaldo <strong>de</strong> los partidarios <strong>de</strong> Don Horacio Vázquez (como él) y <strong>de</strong> los partidarios<br />

<strong>de</strong> Don Luis Felipe Vidal, caudal <strong>de</strong> votos que en la Cámara <strong>de</strong> Diputados le ganó finalmente<br />

el éxito alcanzado1 . El éxito que ahora pretendía frustrar el Ministro americano.<br />

Haciendo caso omiso <strong>de</strong> la expuesta contradicción y <strong>de</strong> toda otra consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> hecho,<br />

yo le razoné a mi primo Jacinto:<br />

—”Yo soy ciudadano libre <strong>de</strong> una nación in<strong>de</strong>pendiente; y la dignidad <strong>de</strong> esa honrosa<br />

condición me impone el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> resistir toda intromisión imperialista en los asuntos internos<br />

<strong>de</strong> mi país, sean cuales fueren las consecuencias <strong>de</strong> esa indomitez”.<br />

Pestañeando sin cesar como si estuviese acumulando <strong>de</strong> tal modo energía dialéctica para<br />

apoyar su <strong>de</strong>cisión, Jacinto repitió su anterior alegación:<br />

—”El gobierno americano no reconocerá a Don Fe<strong>de</strong>rico como Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República.<br />

Esa negativa creará una situación <strong>de</strong> imprevisibles perturbaciones; y yo, como te he dicho,<br />

no estoy dispuesto a sacrificar a mi país por aferrarme a una candidatura”.<br />

Al escuchar la <strong>de</strong>fectiva expresión <strong>de</strong> mi primo Jacinto, sentí que todo mi orgullo <strong>de</strong><br />

ciudadano libre, <strong>de</strong> una soberana nación, se me agolpaba en la boca precipitándose por<br />

estallar en un grito <strong>de</strong> indignación, <strong>de</strong> altivez y <strong>de</strong> protesta. Haciendo racional esfuerzo,<br />

domeñé mi exaltación; y entonces adopté un temperamento persuasivo:<br />

—”Por temor a sacrificar a tu país, supuestamente amenazado <strong>de</strong> fantásticas calamida<strong>de</strong>s,<br />

inadviertes, Jacinto, que asumiendo esa actitud le estás ocasionando un perjuicio seguro y <strong>de</strong><br />

mayores dimensiones, pues estarías abdicando los sagrados atributos <strong>de</strong> la soberanía nacional<br />

y coadyuvando a que ejerza esas prerrogativas el representante <strong>de</strong> una potencia extraña”.<br />

“La selección <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República es incumbencia exclusiva <strong>de</strong> los dominicanos<br />

y éstos <strong>de</strong>ben cumplirla mediante el mecanismo por ellos legalmente establecido.<br />

Sí permitimos que el representante diplomático <strong>de</strong> una potencia imperialista le diga a los<br />

dominicanos –al margen <strong>de</strong> los estatutos que rigen las relaciones internacionales– quién<br />

pue<strong>de</strong> ser y quién no <strong>de</strong>be ser elegido Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, habremos <strong>de</strong>legado en él<br />

los in<strong>de</strong>legables po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> nuestra autonomía interna; y en lo sucesivo, pues quien pue<strong>de</strong><br />

lo más pue<strong>de</strong> lo menos, los representantes <strong>de</strong> la predicha potencia se atribuirán la potestad<br />

<strong>de</strong> aprobar o vetar la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> cualquiera otro <strong>de</strong> los funcionarios o servidores <strong>de</strong>l<br />

Estado. ¿No has pensado en éso, Jacinto?”.<br />

—”Ya te he dicho” –insistió Jacinto– “que el gobierno americano no le exten<strong>de</strong>rá su reconocimiento<br />

a Don Fe<strong>de</strong>rico; y que, consciente <strong>de</strong> lo que eso significa, yo no estoy dispuesto<br />

a sacrificar a mi país por aferrarme a <strong>de</strong>terminada candidatura”.<br />

<br />

1 El 17 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1916 Fe<strong>de</strong>rico Henríquez y Carvajal fue electo por la Cámara <strong>de</strong> Diputados en su tercera y<br />

última lectura. Al siguiente día circuló en hojas sueltas el manifiesto a través <strong>de</strong>l cual el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Suprema Corte<br />

<strong>de</strong> Justicia, elegido por dicha Cámara para ejercer la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República, inició su profesión <strong>de</strong> fe <strong>de</strong>clarando<br />

que “aunque no hay hombre ni partido político alguno <strong>de</strong> quienes haya solicitado la elección conque la Cámara <strong>de</strong> Diputados<br />

acaba <strong>de</strong> favorecerme nombrándome Presi<strong>de</strong>nte interino <strong>de</strong> la República, yo incurriría en hipócrita fingimiento<br />

si dijera que no siento exaltado mi espíritu por una ardiente ambición. La que inflama mi pecho no es, empero, la <strong>de</strong> la<br />

gloria <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, sino la ennoblecedora ambición <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la gloria, porque sé <strong>de</strong> antemano que no se ascien<strong>de</strong> sino<br />

trasponiendo una áspera, penosa y constante escala <strong>de</strong> ejemplarizadores sacrificios. Para mí, sin embargo, todos éstos<br />

habrían <strong>de</strong> ser fáciles sacrificios en el caso <strong>de</strong> que la elección <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Diputados llegase a ser confirmada por<br />

la alta Cámara <strong>de</strong>l Senado; porque, si así aconteciese, habríase podido contemplar el espectáculo, tan poco frecuente<br />

en los anales <strong>de</strong> la República, <strong>de</strong> que ascendiera a la primera magistratura <strong>de</strong>l Estado un hombre que no contaría, para<br />

aventurarse al arduo empeño <strong>de</strong> la improrrogable reconstrucción <strong>de</strong>l enlutado hogar dominicano, con más fuerza que<br />

la <strong>de</strong> sus mo<strong>de</strong>stas virtu<strong>de</strong>s cívicas y su firme confianza en el santo temor <strong>de</strong> ser injusto”.<br />

Fe<strong>de</strong>rico Henríquez y Carvajal terminó su alocución así incoada, exclamando: “Creo en Dios mientras haya<br />

Patria; y en la Patria mientras haya ciudadanos”.<br />

641

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!