23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

M. J. TRONCOSO DE LA CONCHA | NARRACIONES DOMINICANAS<br />

En cambio, una negativa, qué serie <strong>de</strong> peligros, <strong>de</strong> males, iba a hacer caer sobre su cabeza.<br />

Porque si el jefe haitiano pensaba que otorgaba una alta merced a Imbert y los suyos<br />

ofreciéndoseles como padrino <strong>de</strong>l recién nacido y luego sabía que la presumida merced era<br />

por ellos tenida como un <strong>de</strong>shonor ¿hasta dón<strong>de</strong> no había <strong>de</strong> llegar en los arrebatos <strong>de</strong> ira<br />

que ello le produjese a aquel representante <strong>de</strong>l feroz po<strong>de</strong>r haitiano?<br />

Cualquiera hubiese dicho que las palabras <strong>de</strong> Mathieu habían como entontecido al<br />

corregidor <strong>de</strong> Moca. Con la vaga y oblicua mirada <strong>de</strong> quien busca una respuesta, y la característica<br />

sonrisa <strong>de</strong> excusa <strong>de</strong>l que va a <strong>de</strong>cir algo que seguramente no será agradable, pero<br />

que se <strong>de</strong>be tener por razonable, Imbert quiso <strong>de</strong>cir algo y no supo qué <strong>de</strong>cir.<br />

Un recurso, uno solo, tenía por <strong>de</strong>lante: que Dios lo ayudase en el terrible trance, inspirándole<br />

una contestación que fuese aceptable al haitiano.<br />

Don José María Imbert, relatando el caso, <strong>de</strong>cía años <strong>de</strong>spués, cuando ya erigida la<br />

República Dominicana podía revelar su secreto:<br />

—Reconcentré todas las fuerzas <strong>de</strong> mi espíritu y pedí a Dios Todopo<strong>de</strong>roso que acudiese<br />

en mi auxilio…<br />

El comandante Mathieu aguardaba la contestación, que ya empezaba a tardar.<br />

—Y bien, Monsieur Imbert ¿qué me dice usted?<br />

Mas ya, por evi<strong>de</strong>nte inspiración <strong>de</strong> lo alto, Imbert tenía la ansiada respuesta y sustituyendo<br />

la sonrisa <strong>de</strong> excusa con el tono franco <strong>de</strong> quien habla para no aceptar objeciones,<br />

exclamó:<br />

—Cuánto honor sería para nosotros, comandante, po<strong>de</strong>r complacerle en su <strong>de</strong>seo; pero<br />

nos es imposible, absolutamente imposible…<br />

—¿Por qué, Monsieur Imbert? Diga usted pronto, ¿por qué?<br />

—¡Porque mi esposa había ofrecido este niño al Sacramento y teníamos resuelto que<br />

fuera él, el Santísimo Sacramento, su padrino!<br />

Mathieu se incorporó rápidamente, cruzó sobre su pecho los brazos, y sin dar tiempo<br />

a que Imbert pensase cuál iba a ser su actitud en aquel momento, exclamó a su vez en tono<br />

grave y místico:<br />

—¡Bendito y alabado sea su nombre!<br />

...............................................................................................................<br />

Segundo Imbert, primogénito <strong>de</strong> don José María Imbert y doña María Francisca Delmonte,<br />

fue bautizado en la iglesia parroquial <strong>de</strong> Moca y le sacó <strong>de</strong> pila como madrina la<br />

señorita Francisca Xaviera Bernal.<br />

Su padrino fue el Santísimo Sacramento, porque así se le dijo al párroco, y éste, sin duda<br />

en el secreto <strong>de</strong> la provi<strong>de</strong>ncial inspiración <strong>de</strong> don José, lo aceptó.<br />

La historia <strong>de</strong> Santo Domingo guarda en muchas <strong>de</strong> sus páginas el nombre <strong>de</strong> Segundo<br />

Imbert, siempre en lugar prominente y caracterizándole como el <strong>de</strong> un hombre<br />

bueno y un patriota. Oficial <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> Restauración, fue ascendido al grado <strong>de</strong><br />

comandante al terminar ésta y luego ocupó, entre otros, estos puestos: comandante<br />

<strong>de</strong> armas <strong>de</strong> la plaza <strong>de</strong> Puerto Plata (1867), ministro <strong>de</strong> Guerra y Marina (1869),<br />

ministro <strong>de</strong> Justicia e Instrucción Pública (1874), gobernador <strong>de</strong> Puerto Plata (1876 y<br />

1878), ministro <strong>de</strong> Justicia e Instrucción Pública, nueva vez (1878), ministro <strong>de</strong> Interior<br />

y Policía (1879), ministro <strong>de</strong> Relaciones Exteriores (1881-1882) y vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la<br />

República (1886-1888).<br />

373

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!