23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

sufrimientos, <strong>de</strong> alivio i <strong>de</strong> resurrección en una arena en don<strong>de</strong> la política vulgar, las pasiones<br />

rastreras, la ambición i el lucro sean los únicos motivos para aparentar un ejercicio limpio<br />

cuyas activida<strong>de</strong>s, en verdad, no figuran en las obligaciones <strong>de</strong> nuestra ocupación.<br />

Para contrarrestar esas posibilida<strong>de</strong>s yo pudiera presentar un ejemplo netamente dominicano,<br />

<strong>de</strong> buen clima nosocomial, en don<strong>de</strong> médicos, Hermanas Mercedarias, otros funcionarios,<br />

así como sirvientes <strong>de</strong> esa Institución practican la caridad cristiana sobre la pauta<br />

<strong>de</strong>l código <strong>de</strong> Hipócrates i las reglas <strong>de</strong> la más elevada ética profesional. Pero a mí no me<br />

toca hacerlo. Sin nombrarlo, sólo <strong>de</strong>bo mencionarlo… ¡Ojalá que este reciénnacido hospital<br />

pudiera amamantarse en el seno <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aquel envidiable centro <strong>de</strong> cooperación<br />

científica a la vez que humanitaria.<br />

Antes <strong>de</strong> terminar ruego al colega homenajeado, a su querida familia i a todos aquellos<br />

que como yo bien lo queremos, aceptar este tributo mío como una prueba <strong>de</strong> sincera i vieja<br />

veneración a sus virtu<strong>de</strong>s i a sus meritorias actuaciones.<br />

Salcedo, República Dominicana, 30 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1963.<br />

Discurso <strong>de</strong> cumpleaños (80),<br />

Pronunciado por mí en la tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>l 16 <strong>de</strong> marzo, 1964<br />

Damas i Caballeros:<br />

En esta hora, una <strong>de</strong> las más solemnes en el curso <strong>de</strong> mi larga vida, agra<strong>de</strong>zco a la Divina<br />

Provi<strong>de</strong>ncia haber permitido que yo sea uno <strong>de</strong> los que, usando artimañas i subterfujios, se<br />

haya revelado contra la vieja fórmula 20 más 20 más 20 más 10, con la cual las Santas Escrituras<br />

preten<strong>de</strong>n limitar el término <strong>de</strong> la existencia humana. Hoi me plazco en agregar 10 años a las<br />

cifras <strong>de</strong> este cuatrinomio, que en vano se afana por ser ineludible. Con el fin <strong>de</strong> burlarme <strong>de</strong><br />

él, quizás estoi cometiendo un grave <strong>de</strong>lito. Si es así, espero que el Destino me absuelva, ya que<br />

me asiste el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> vivir para procurar el bien a mis semejantes –i acaso, cuando menos lo<br />

piense o lo <strong>de</strong>see, causar alguno que otro involuntario daño a quienes tal vez no lo merecen.<br />

Por haber cometido el insólito atrevimiento <strong>de</strong> lograr existir más <strong>de</strong> lo ordinario, he sido<br />

castigado con la pena <strong>de</strong> ser testigo en las escenas <strong>de</strong> creciente corrupción que amenaza <strong>de</strong>struir<br />

la urbanidad, el respeto i la piedad en todos los ámbitos <strong>de</strong> nuestro infortunado Mundo.<br />

La inmerecida <strong>de</strong>sgracia que hoi nos está envileciendo no <strong>de</strong>be alterar en mí el valioso<br />

tesoro <strong>de</strong> gratitud acumulado por las costumbres que imperaban allá en mi infancia i aún<br />

más tar<strong>de</strong>, durante mi azarosa mocedad.<br />

I es <strong>de</strong>bido a esa inalterable prenda <strong>de</strong> buena crianza que en este momento, más que<br />

nunca, agra<strong>de</strong>zco a mis inolvidables abuelos, a mis bien amados madre i padre la pobreza,<br />

casi la indijencia en que honestamente vivieron cuando me educaron i la que cumplieron<br />

hasta el fin <strong>de</strong> sus días. Junto a sus limitados recursos materiales ellos me inculcaron los<br />

principios <strong>de</strong> la humildad. Poco a poco, merced a los consejos <strong>de</strong> esos mis antecesores, la<br />

indijencia substancial se ha ido esfumando; pero al correr <strong>de</strong> esta era <strong>de</strong> anarquía universal<br />

nadie pue<strong>de</strong> atreverse a pre<strong>de</strong>cir lo que el futuro nos reserva. En cambio, la humildad ha<br />

persistido en mí, i felizmente para mi sosiego, ese riquísimo atributo no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> prosperar<br />

aún en medio <strong>de</strong> las más tentadoras circunstancias.<br />

A los bellacos que sembraron infinidad <strong>de</strong> obstáculos en la senda <strong>de</strong> mi emancipación<br />

intelectual les agra<strong>de</strong>zco el rigor <strong>de</strong> los diversos procedimientos que emplearon contra mí.<br />

A ellos les estoi agra<strong>de</strong>cido, por que en vez <strong>de</strong> entorpecer el vuelo <strong>de</strong> mis aspiraciones, lo<br />

estimularon. Con las punzadas <strong>de</strong> ese vil acicate alcancé la meta <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>seo.<br />

96

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!