23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

Aquella lámpara, acabada obra <strong>de</strong> orfebrería, constaba <strong>de</strong> tres cuerpos: la nave, <strong>de</strong>corada<br />

con las cabezas <strong>de</strong> los doce apóstoles or<strong>de</strong>nadas en círculo; el vaso central, <strong>de</strong> labor <strong>de</strong> filigrana,<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cual <strong>de</strong>scansaba el <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> aceite; y la corona, también <strong>de</strong> filigrana. De<br />

esta última bajaban siete ca<strong>de</strong>nillas, cuatro que servían para sostener la nave y las restantes<br />

que hacían igual oficio con el vaso. Un aro <strong>de</strong> plata maciza en el centro <strong>de</strong> una cruz griega,<br />

<strong>de</strong> mismo metal, y que se afirmaba fuertemente a la corona, servía a su vez para sujetar el<br />

cable <strong>de</strong> que colgaba la lámpara.<br />

Se llevaron a cabo muchas pesquisas. Todos los malasmañas conocidos fueron a la cárcel.<br />

Se previno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el púlpito a los fieles <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber que tenían <strong>de</strong> suministrar a la autoridad civil<br />

o a la eclesiástica cualesquiera informes que pudiesen servir para el esclarecimiento <strong>de</strong>l hecho.<br />

El alcal<strong>de</strong> constitucional <strong>de</strong> primer voto, juez <strong>de</strong> letras, <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> la mano cuantos procesos<br />

habían estado ocupando su atención hasta aquel día para <strong>de</strong>dicarse en cuerpo y alma a éste<br />

que tanta perversidad <strong>de</strong> sentimiento <strong>de</strong>notaba en sus autores. Funcionó el tormento.<br />

A las dos semanas <strong>de</strong> perpetrado el crimen la investigación se hallaba sin embargo tan<br />

a<strong>de</strong>lantada como la misma mañana en que se le había dado comienzo.<br />

Una tar<strong>de</strong>, cuando ya se empezaba a <strong>de</strong>sesperar <strong>de</strong> que la obra <strong>de</strong> la justicia llegase a<br />

dar el fruto apetecido, el padre José Ruiz recibió una extraña visita. Un hombre contrahecho,<br />

<strong>de</strong> aspecto enfermizo, maltraído, entró en la rectoría, la cabeza cubierta con un sombrero<br />

<strong>de</strong> “cana”, como si no estuviese obligado a guardar ningún miramiento, y se <strong>de</strong>tuvo en<br />

mitad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spacho, mientras sus ojos se dirigían vagamente <strong>de</strong> uno a otro <strong>de</strong> los objetos<br />

que exornaban la estancia.<br />

—¿Qué buscas, Catatey? inquirió el párroco, parando <strong>de</strong> asentar la partida <strong>de</strong>l último<br />

bautismo.<br />

Aquel hombre, Catatey, era un cretino. Hijo <strong>de</strong>l arroyo, jamás había tenido propiamente<br />

cerca <strong>de</strong> sí un alma buena que le amparase. El extravío <strong>de</strong> sus faculta<strong>de</strong>s mentales era<br />

congénito; pero se había intensificado más <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cuando se encontraba en la adolescencia<br />

a causa <strong>de</strong> una revancha tomada contra él por otro infeliz que tal bailaba. No falta nunca<br />

un roto para un <strong>de</strong>scosido, reza el refrán, y, para confirmarlo, Catatey había escogido como<br />

objeto <strong>de</strong> sus burlas a una tal María la Boba, loca <strong>de</strong> remate, que se pasaba el día en la calle,<br />

viviendo <strong>de</strong> la caridad pública, y que se acostaba <strong>de</strong> noche en el portal <strong>de</strong> la iglesia adon<strong>de</strong><br />

podía llegar más pronto cuando a la puerta <strong>de</strong> sus ojos tocaba el sueño. Cuantas veces Catatey<br />

se encontraba con la loca le cantaba:<br />

o bien le gritaba:<br />

“María la Boba<br />

Se quiere casar<br />

Con un jovencito<br />

De la Capital”;<br />

“María,<br />

Gata paría,<br />

Echa los huesos<br />

En la comía”.<br />

De las horas menguadas líbrenos Dios, <strong>de</strong>cimos quienes nos alabamos <strong>de</strong> cuerdos. Reflexiónese<br />

qué no podrían <strong>de</strong>cir los rematadamente locos. En una ocasión María se fue sobre<br />

368

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!