23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ENRIQUE APOLINAR HENRÍQUEZ | REMINISCENCIAS Y EVOCACIONES<br />

una <strong>de</strong> ellas me tilda <strong>de</strong> “bolo” 1 y en la otra <strong>de</strong> “hábil político” culpable <strong>de</strong> haber insinuado<br />

“la prolongación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res que indujo al Presi<strong>de</strong>nte Vázquez “a creer que realmente había<br />

sido elegido por seis años”.<br />

Los que hemos comparecido ante la prensa y la tribuna en pública sustentación <strong>de</strong><br />

nuestras i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong> nuestras ten<strong>de</strong>ncias y <strong>de</strong> nuestros principios, estamos expuestos –lógica<br />

consecuencia <strong>de</strong> esa actitud– a ser <strong>de</strong>batidos y juzgados también públicamente. Yo no pretendo<br />

ni quiero, por lo mismo, ser una privilegiada excepción. Unicamente aspiro a que mi<br />

conducta pública sea examinada en el más puro espíritu <strong>de</strong> sinceridad crítica y juzgada con<br />

inequívoca vocación <strong>de</strong> justicia.<br />

Esa no parece haber sido, empero, la pauta seguida por Don Alonso Rodríguez Demorizi<br />

en el caso que me ha impuesto la necesidad <strong>de</strong> producir las subsiguientes elucidaciones.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la acumulación <strong>de</strong> “bolo” y <strong>de</strong> “hábil político” que me hace, Rodríguez Demorizi<br />

afirma, sin mayor exactitud, que “la ficción <strong>de</strong> vigencia <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> 1908<br />

fue ocurrencia <strong>de</strong>l Departamento para actuar en nombre <strong>de</strong> la Nación Dominicana”.<br />

Hasta el 13 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1924, cuando fue promulgado un nuevo texto constitucional,<br />

la vigencia <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> 1908 no era ni podía ser una “ficción”. Era una palmaria<br />

realidad jurídica, según se <strong>de</strong>mostrará más a<strong>de</strong>lante.<br />

El hecho <strong>de</strong> que el Departamento <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> América –aseveración<br />

<strong>de</strong> Rodríguez Demorizi– y el gobierno militar <strong>de</strong> ocupación que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1916 y hasta 1924<br />

<strong>de</strong>tentó por la fuerza <strong>de</strong> las armas los po<strong>de</strong>res públicos <strong>de</strong>l Estado Dominicano reconocieran<br />

esa realidad jurídica –aseveración mía–, no podía investir a una potencia extraña <strong>de</strong> legítima<br />

potestad para “actuar en nombre <strong>de</strong> la Nación Dominicana”. Ese reconocimiento no podía adquirir<br />

ningún otro valor fuera <strong>de</strong> su propia significación intrínseca: aceptación <strong>de</strong> una situación<br />

que algunos dominicanos, –con inocente o interesada ofuscación–, han negado y repudiado,<br />

en contraste nada dignificador, sin pon<strong>de</strong>rada sindéresis ni madura reflexión.<br />

La pretensa “ficción” fue uno <strong>de</strong> los baluartes i<strong>de</strong>ológicos que la resistencia nacionalista<br />

levantó frente al abuso <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r materializado en la dictadura militar que fuerzas navales<br />

<strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> América le impusieron al país. Los nacionalistas <strong>de</strong> entonces no<br />

podíamos aceptar que el gobierno militar <strong>de</strong> ocupación, apto sólo por la violencia para<br />

suspen<strong>de</strong>r transitoriamente los previstos efectos <strong>de</strong> la Constitución política <strong>de</strong>l Estado Dominicano,<br />

pudiera tener capacidad, en <strong>de</strong>recho, para <strong>de</strong>struir el régimen constitucional <strong>de</strong><br />

la invadida República Dominicana y sus instituciones fundamentales.<br />

No podíamos aceptar semejante transgresión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional que ampara y<br />

proteje la personalidad jurídica <strong>de</strong>l Estado Dominicano. Los nacionalistas <strong>de</strong> entonces sabíamos<br />

y profesábamos que ni en el campo <strong>de</strong> las abstracciones teóricas ni en el campo <strong>de</strong><br />

las realida<strong>de</strong>s prácticas es posible concebir la existencia <strong>de</strong>l Estado nacional sin la dotación<br />

<strong>de</strong> un cuerpo <strong>de</strong> preceptos <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> la forma estructural <strong>de</strong> su propio régimen y<br />

<strong>de</strong> los respectivos po<strong>de</strong>res funcionales <strong>de</strong> dichos órganos <strong>de</strong> acción. En otras palabras, sin<br />

una Constitución normativa <strong>de</strong> la vida política <strong>de</strong> la nación.<br />

Los nacionalistas <strong>de</strong> entonces sabíamos, asimismo, que ese indispensable estatuto <strong>de</strong><br />

orgánicas previsiones, bien pue<strong>de</strong> estar codificado como lo está en la República Dominicana;<br />

o, como en la Gran Bretaña, en vez <strong>de</strong> articulado, cimentado en prece<strong>de</strong>ntes y en principios<br />

tradicionalmente respetados y acatados. Pero nunca inexistir.<br />

1 Bolos se apodaban los partidarios <strong>de</strong>l caudillo Juan Isidro Jiménez y coludos los <strong>de</strong>l caudillo Horacio Vázquez.<br />

671

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!