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94 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE , 13<br />
servancia religiosa , y muchos tomaron el hábito<br />
<strong>de</strong> religión, por vivir <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su disciplina y<br />
regla. Finalmente, habiendo tenido revelación <strong>de</strong><br />
su dichoso tránsito, puso en cada monasterio superiores<br />
que lo gobernasen , y recogióse al suyo<br />
antiguo y pobre , <strong>de</strong> Bromio , en que habia colocado<br />
las reliquias <strong>de</strong> san Eugenio , mártir, y allí,<br />
cargado <strong>de</strong> dias y merecimientos, dio su espíritu<br />
al Señor: el cual le ilustró con muchos milagros en<br />
vida y en muerte.<br />
6 <strong>La</strong> vida <strong>de</strong> san Gerardo , escrita á Guntero,<br />
abad, trae el P. Fr. Lorenzo Surio en su quinto<br />
tomo. Tritemio dice que san Odón, abad cluniacenso,<br />
la escribió; y Pedro, diácono, dice que<br />
también la escribe Gregorio , obispo <strong>de</strong> Tarracina.<br />
¡lace mención <strong>de</strong> san Gerardo, abad , el Martirologio<br />
romano, á los 3 <strong>de</strong> octubre; y Tritemio y<br />
Molano en las adiciones <strong>de</strong> Usuardo, y en el<br />
Catálogo <strong>de</strong> los sanios <strong>de</strong> Flan<strong>de</strong>s. Murió san Gerardo<br />
el año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 908.<br />
Los SANTOS FAUSTO, JANUARIO, Y MARCIAL,<br />
MÁRTIRES.—Tres hijos <strong>de</strong> san Marcelo , centurión,<br />
llamados Fausto, Januario y Marcial. pa<strong>de</strong>cieron<br />
martirio en Córdoba , siendo presi<strong>de</strong>nte Eugenio,<br />
y fué tan gran<strong>de</strong> su fervor y <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> morir por<br />
Cristo , que sin ser llamados (á lo que parece), se<br />
presentaron al juez y le reprendieron, porque con<br />
crueldad trataba á los siervos <strong>de</strong>l Dios verda<strong>de</strong>ro: y<br />
habiéndoles respondido con ira Eugenio , y pasado<br />
entre ellos algunas pláticas , en las cuales los santos<br />
con gran libertad y constancia dieron á enten<strong>de</strong>r<br />
al inicuo juez la ceguedad en que estaba, y su<br />
<strong>de</strong>terminación y la alegría que tenian <strong>de</strong> morir por<br />
Cristo ; fueron atormentados y <strong>de</strong>spedazados con<br />
penas rigurosas. Despedazaron á Fausto poco á<br />
poco, para que durase mas el tormento: cortáronle<br />
las orejas y las narices: rayéronlo cruelmente<br />
los cabellos y las cejas : arrancáronle los dientes <strong>de</strong><br />
las encías <strong>de</strong> arriba ; y el santo mártir todo lo sufría<br />
con gozo v júbilo <strong>de</strong> su corazón , haciendo gracias<br />
al Señor. Quiso el tirano espantar á Januario,<br />
mostrándole á Fausto tan mal tratado y hecho un<br />
retablo <strong>de</strong> dolores: pero viendo que aquel espectáculo<br />
no le movia , antes le encendia mas en amor<br />
do Dios; le hizo pasar por el mismo tormento, y<br />
herir y afear <strong>de</strong> la misma manera que Fausto lo<br />
habia sido. Finalmente acometió á Marcial; pero<br />
en vano : y <strong>de</strong>sesperado <strong>de</strong> vencer á los santos,<br />
y temeroso <strong>de</strong> verse mas á la clara vencido <strong>de</strong><br />
ellos , los mandó quemar. Estando atados al palo,<br />
no <strong>de</strong>jaron los bienaventurados y esforzados caballeros<br />
<strong>de</strong> Cristo <strong>de</strong> amonestar á los cristianos que<br />
se hallaron presentes , que perseverasen en la confesión<br />
<strong>de</strong> la fé, y que no temiesen los tormentos,<br />
porque no eran tan terribles, como parecían, y se<br />
acababan presto , y la c<strong>oro</strong>na que por ellos se daba,<br />
era eterna ó inmortal. Diciendo esto, el fuego les<br />
quitó la habla , y sus purísimas almas volaron al<br />
cielo, <strong>de</strong>jando sus cuerpos abrasados y ofrecidos al<br />
Señor en sacrificio. En el mártir san Eulogio<br />
muchas veces hay mención <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> estos<br />
santos <strong>de</strong> Córdoba , don<strong>de</strong> se conservan y eran reverenciados<br />
sus cuerpos, llamándola algunas veces:<br />
«Los tres mártires.»De ellos hace mención el<br />
Martirologio romano á 13 <strong>de</strong> octubre; aunque san<br />
Isid<strong>oro</strong> , Beda y Usuardo ponen su fiesta á 28 <strong>de</strong><br />
setiembre. El año <strong>de</strong> 1575, á 21 <strong>de</strong> noviembre,<br />
cavando un cimiento <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> San Pedro <strong>de</strong><br />
Córdoba (que fué antiguamente catedral), se <strong>de</strong>scubrió<br />
un sepulcro <strong>de</strong> piedra tosca con ciertas letras<br />
, que leidas señalaban estar allí los santos<br />
mártires <strong>de</strong> Jesucristo, Fausto, Januario y Marcial<br />
, Zoilo, y Acielo , y otros: y habiéndose consultado<br />
el negocio con el papa Gregorio XIII, su<br />
sanlidad lo remitió al concilio provincial, que se<br />
celebró en Toledo el año <strong>de</strong> 1582, presidiendo en<br />
él don Gaspar <strong>de</strong> Quiroga , car<strong>de</strong>nal y arzobispo<br />
<strong>de</strong> Toledo ; y á los 23 do enero <strong>de</strong> 1583 , <strong>de</strong>claró<br />
el concilio . que las tales reliquias <strong>de</strong>bian ser reverenciadas<br />
<strong>de</strong> todos los fieles cristianos , como<br />
reliquias <strong>de</strong> santos, que reinan con Dios en el cielo.<br />
Él martirio <strong>de</strong> estos santos sacó Marineo Siculo<br />
<strong>de</strong> los libros y memorias antiguas, y se refiere en<br />
el séptimo tomo <strong>de</strong> Surio ; y en el breviario toledano<br />
hay un himno , en que se cantan sus alabanzas<br />
y victorias.<br />
* SAN CARPO, OBISPO.—Fué natural <strong>de</strong>l Asia<br />
menor, y se convirtió á la fé do Jesucristo por la<br />
predicación <strong>de</strong>l apóstol san Pablo. Este mismo<br />
santo le consagró <strong>de</strong>spués obispo <strong>de</strong> Troas , ciudad<br />
<strong>de</strong>l Asia menor, y estuvo hospedado en su<br />
casa , como se infiere <strong>de</strong> las siguientes palabras <strong>de</strong><br />
la carta 2 á Timoteo, cap. 4, ver. 13: «A la<br />
venida tráete contigo el capote que <strong>de</strong>jé en Troas,<br />
encasa <strong>de</strong> Carpo, y los libros, y mayormente<br />
los pergaminos.» San Carpo fué un verda<strong>de</strong>ro<br />
imitador <strong>de</strong> su maestro en el zelo por la propagación<br />
<strong>de</strong>l Evangelio : y Galesinio dice, que fué tan<br />
gran<strong>de</strong> la suavidad <strong>de</strong> sus costumbres," que sus<br />
contemporáneos le dieron el título <strong>de</strong> Mcl ática.<br />
San Dionisio, el Areopagila, hace <strong>de</strong> él extraordinario<br />
elogio en su carta á Demófilo, y otro escritor<br />
antigno dice que murió en santa paz, por<br />
los últimos años <strong>de</strong>l siglo I.<br />
SAN FLORENCIO , MÁRTIR. — Natural <strong>de</strong> Tesalónica,<br />
y convertido a la religión cristiana milagrosamente<br />
, se encendió en tan gran<strong>de</strong> fervor,<br />
que <strong>de</strong>dicó toda su vida á Jesucristo. Empezó á<br />
predicar públicamente la falsedad <strong>de</strong> los dioses<br />
<strong>de</strong>l paganismo , y la excelencia <strong>de</strong> los misterios <strong>de</strong><br />
la fé católica, por cuyo motivo le prendieron y<br />
llevaron al prefecto. Por mandato <strong>de</strong> éste fué afligido<br />
con vanos tormentos, y perseverando siempre<br />
mas constante en su primera resolución , le pusieron<br />
en el potro, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberle <strong>de</strong>scoyuntado,<br />
lo metieron en un horno encendido , don<strong>de</strong>,<br />
cantando divinas alabanzas, entregó su espíritu<br />
á Dios.<br />
SAN COLMANO, MÁRTIR. — Al principio <strong>de</strong>l siglo<br />
XI, los pueblos vecinos <strong>de</strong>l Austria, <strong>de</strong> la<br />
Moravia y <strong>de</strong> la Bohemia, divididos por un odio<br />
implacable, se hacian entre sí una guerra cruel.<br />
Por esta época , Colmano, escocés <strong>de</strong> nación, y<br />
<strong>de</strong> sangre real, llegó á la ciudad <strong>de</strong> Stockeraw,<br />
situada á seis leguas <strong>de</strong> Viena, <strong>de</strong> paso para Je—<br />
rusalen, adon<strong>de</strong> se dirigía en peregrinación. Como<br />
el siervo <strong>de</strong> Dios habia atravesado un país enemigo<br />
, lo tomaron por un espía, y á pesar <strong>de</strong> sus