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denal , recabando , después de
y ruegos , licencia del pontífice: el cual le hizo su
legado a latere en toda Italia , que fué ocasión, que
so detuviese en el camino, ordenando muchas cosas
del servicio de Dios ; porque por todas partes,
donde pasaba , iba echando llamas de fuego , que
ardia en su pecho , del amor de Dios y del prójimo.
Al entrar en Milán , cuanto mayor era el regocijo
de todo el pueblo , tanto fué mayor el sentimiento
del enemigo común: oyéronse gemidos de
los demonios, que como bestias bramaban desesperadamente
, dando á entender cuan intolerable
tormento les era la presencia del santo cardenal:
juntó luego concilio provincial , dando principio á
la primera sesión con una procesión solemne de los
prelados y el clero : predicó luego el padre Benedicto
Palmio de la necesidad y modo de reformar
la Iglesia , á la cual se ordenaba aquella sínodo
: hizo luego el mismo san Carlos una oración
del instituto , y necesidad de los concilios provinciales
: en este concilio se leyeron y aceptaron
los decretos del santo concilio deTrento: ordenó
•el cardenal su ejecución á todos los obispos , que
públicamente hiciesen la profesión de la fó : estableciéronse
diversos decretos y órdenes , tocantes
á la disciplina eclesiástica , reformación de la Iglesia
, y las costumbres , y el gobierno de los obispos,
y el modo de haberse en su persona y familia.
Fué señalado el fruto que produjo este primer
concilio : dióse con él principio á la reformación
tan deseada del santo: y si bien muchos dudaron
que tantos decretos y órdenes pudiesen tener
efecto , ni guardarse", la confianza enDiosdel santo
arzobispo le aseguró de dudas , y el suceso ha
mostrado bien lograda su esperanza, con gran aprovechamiento
do las almas en Milán y su diócesis
y provincia , y otras partes. Causó esta acción admiración
en todos : concurrió á verla gran número
de gente -, aun de partes remotas, no tanto por la
grandeza y majestad con que se celebró, como
por ver un cardenal en los floridos años de su edad
puesto en tan supremo grado, predicar al pueblo,
tratar de reformación , celebrar concilio , formar
decretos, ser el primero en su ejecución , inflamar
los obispos mas antiguos en el zelo dé las almas ,
y exhortarles á la residencia
de sus Iglesias.
14 Quiso nuestro Señor que fuera san Carlos
•ejemplo de prelados ; y asi le desembarazazó de
la asistencia de Boma con la muerte de su tio
Pió IV, á cuva muerte asistió, y le administró lossacramentos.
Y habiéndose elegido otro pontífice,
que fué Pió V, tornó con la mayor brevedad que
pudo á su Iglesia; porque le tenia lastimado el
miserable estado en que la halló. Había carecido
el arzobispado de Milán ochenta años (menos algunos
en diferentes tiempos) de la presencia de su
arzobispo, gobernándose esta gran máquina por
solo un vicario , hombre á veces de moderadas
prendas, que la menor parte del tiempo se ocupaba
en el gobierno. Por este desamparo y calamidad
de los tiempos, molestados de varias aflicciones
, guerra , revolución de estados, pestilencias
y otros accidentes, esta viña del Señor se
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mucha instancia habia reducido á lamentable estado. La vida y
y vigilante cuidado
trato de los ecelesiásticos, ni podía ser de mayor
escándalo, ni de ejemplo mas pernicioso á los seglares
, aseglarada y sensual , peor que la del pueblo
: veslian á lo seglar: traian armas en público,
atollados los mas en escandalosas y envejecidas
amistades : no residían sus beneficios, y lo que á
esto de ordinario acompaña, descuido grande y
aun aversión al culto divino : tenían con mayor
indecencia las iglesias y cosas sagradas, que suscosas
profanas: era tan grande la ignorancia, que
muchos curas de almas no sabian aun la forma sacramental
de la confesión , ni que hubiese censuras
ó casos reservados : y en algunas partes de la
diócesis (¡ cosa lamentable !) habia dilatado de manera
su imperio la ignorancia , que muchos curas
jamás se confesaban, creyendo no estar obligados
á la confesión, por confesar á otros.
15 No tenia el pueblo casi cimiento de los
fundamentos y principios de la fé católica: no sabian
la oración del Paternóster , la Salutación
angélica, ni formar la señal de la cruz, ni persignarse.
Habíase reducido nuestra santa religión
á tan miserable estado, que hombres medio embriagados
se atrevían á burlar del confesor , fingiendo
querer confesarse , y para hacerle huir entraban
enmascarados en la iglesia : daban muestras
de ofrecer al sacerdote en la misa; y por irrisión
cogian el dinero ofrecido por los otros : quebrantábase
la observancia del ayuno de la mayor
parte del pueblo , particularmente en la cuaresma
se comian lacticinios, y aun carne, sin licencia.
10 A tal extremo de males habia llegado
aquella gente , cuando Dios nuestro Señor se dignó
de remediarlos por su siervo san Carlos: el
cual determinó no perder punto en su reformación,
y reparo. Diré en particular algunas cosas, que
ordenó, aunque me detenga algo en ellas; porque
pueden ser de gran ejemplo á los prelados, y enseñanza
de una prudencia admirable, en ¡a cual
se aventajó san Carlos, procurando con mil diligencias
y santas industrias hacer la causa de Dios,
las cuales son muy dignas de saberse, y porque no
se hallan en las vidas de otros santos , no se tendrá
por trabajo excusado referirlas aquí. Empezó
á dar mayor ejemplo el santo cardenal en su persona
y familia, y poniéndose en mayor austeridad,
y ejemplo de vida. Habia en su concilio
provincial establecido algunos decretos tocantes á
la vida del obispo: determinó ejecutarlos en su
persona puntualmente: y por hallarse mas libre
y desocupado de negocios , y emplearse en solo el
gobierno de las almas, se exoneró de diversos cargos
, que podian serle de algún estorbo. Poseía
casi doce abadías, y muchas pensiones, y todas
las renunció , algunas libremente en manos del
pontífice, y otras aplicó con autoridad apostólica
á colegios y lugares píos. Vendió el jirincipado
de Oria, en el reino de Ñapóles, de que gozaba
doce mil ducados de renta : de tres galeras armadas,
que heredó del conde Federico, su hermano,
su precio convirtió en obras pías : desembarazóse
de toda cosa sobrada: la riquísima recámara que,
como sobrino del pontífice , trajo de Roma, parte