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La leyenda de oro 4.pdf

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4(ì'i LA LEYENDA DE ORO. «ICIEJII;RÜ . 1G<br />

quo fuese apedreada: ysacándola á vista <strong>de</strong> lodo el<br />

pueblo, el niño Daniel se proso en su <strong>de</strong>fensa; <strong>de</strong> quo<br />

el pueblo se holgó mucho ; porque lodos <strong>de</strong>seaban<br />

se librase esta señora <strong>de</strong> tan afrentosa muerte : y<br />

así, aunque era tan niño , le hicieron juez por disposición<br />

divina. Volvieron al juzgado con Susana,<br />

don<strong>de</strong> sentado Daniel en su sdla <strong>de</strong> juez , y lodos<br />

oyendo lo que diria , mandó aparlar a los dos viejos<br />

, y que cada uno <strong>de</strong> por sí viniese á <strong>de</strong>cir su<br />

dicho. Vino el primero, y dijole el sanio niño:<br />

Viejo en malda<strong>de</strong>s, pues dices haber visto á Susana<br />

cometer adulterio en el jardín ; di, ¿<strong>de</strong>bajo<br />

<strong>de</strong> qué árbol? Debajo <strong>de</strong> un lentisco, respondió el<br />

viejo. Tú has mentido en daño <strong>de</strong> tu cabeza, y el<br />

castigo te vendrá <strong>de</strong> lo alio , dijo Daniel. Mandó<br />

traer el segundo , y dijole: Casta <strong>de</strong> Canaan lasciva<br />

, dime, ¿<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> qué árbol viste á los dos,<br />

que estaban juntos? Debajo <strong>de</strong> un carrasco , dijo el<br />

mal viejo. También tú has mentido (dijo el niño);<br />

y el ángel <strong>de</strong>l Señor te quilará la vida. Con eslo<br />

siendo convencidos <strong>de</strong>l falso testimonio á vista <strong>de</strong><br />

todo el pueblo, fué dada por libre la santísima Susana<br />

con regocijo universal <strong>de</strong> todos , y sentenciados<br />

á apedrear los dos malditos viejos , y la fama<br />

<strong>de</strong>l niño Daniel se aumentó en gran manera <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

este dia.<br />

4 Tuvo el rey Nabucodònosor un sueño quo<br />

le puso en gran<strong>de</strong> admiración : mas <strong>de</strong>spertando,<br />

aunque le quedó el asombro; el sueño se fué <strong>de</strong> su<br />

memoria. Alando el rey juntar á los sabios cal<strong>de</strong>os<br />

, y pulióles le dijesen lo que había soñado , v<br />

su <strong>de</strong>claración. Ellos le, respondieron, que si les<br />

<strong>de</strong>cia el sueño , se le <strong>de</strong>clararían ; pero que no didóndole<br />

, pedia cosa que ningún hombre en la<br />

tierra podía satisfacer, y solo Dios podía saber lo<br />

que pedia. Viendo el rey que ninguno le <strong>de</strong>cía lo<br />

que habia soñado , con<strong>de</strong>nó á muerte á lodos los<br />

sabios. Daniel , que sabia que él y sus tres corapañeros<br />

también entraban en la sentencia do muerte<br />

, y que los buscaban para ejecutarla , habló con<br />

Arioch , capitan <strong>de</strong>l rey , á quien se habia dado<br />

cargo <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> los sabios , <strong>de</strong> quién alcanzó<br />

que enti ase con él al rey, para pedirle le diese<br />

tiempo , en quo pudiese alcanzar <strong>de</strong> Dios el sueño<br />

y su <strong>de</strong>claración; y señalado el plazo <strong>de</strong> la noche<br />

siguiente , Daniel y los tres niños se pusieron en<br />

oración , y por ella oyéndoles Dios , dio noticia á<br />

Daniel <strong>de</strong>l sueño <strong>de</strong>l rey , y <strong>de</strong> lo que significaba :<br />

por lo cual él y sus compañeros le dieron gracias.<br />

<strong>La</strong> mañana siguiente fué Daniel con Arioch á la<br />

presencia <strong>de</strong>l rey, y le dijo: Lo que tú, ó rey,<br />

soñaste ninguno <strong>de</strong> los moríales pue<strong>de</strong> saberlo sino<br />

solo Dios , á quien lodas las cosas son patentes; y<br />

así á ti quiso su divina Majestad <strong>de</strong>clararlas al<br />

tiempo que estabas contigo mismo pensando lo<br />

que suce<strong>de</strong>ria <strong>de</strong> ti y <strong>de</strong> lu estado: y á mí me lo<br />

reveló para que lo dijese. Es, pues , osle el sueño.<br />

Tú , ó rey , viste una como estatua gran<strong>de</strong> , cuya<br />

vista era terrible. Tenia la cabeza <strong>de</strong> <strong>oro</strong> , por quien<br />

se significa tu gran<strong>de</strong>za y la <strong>de</strong> oíros reyes <strong>de</strong><br />

Asina: su pecho y brazos eran <strong>de</strong> piala ; y <strong>de</strong>nota<br />

el reino <strong>de</strong> los persas y medos, que seguirá<br />

al <strong>de</strong> los asirios , y que, será menor quo él en nobleza<br />

: el vientre era <strong>de</strong> cobre ; y <strong>de</strong>nota el reino<br />

<strong>de</strong> los griegos, que en tercer lugar suce<strong>de</strong>rá : las<br />

piernas tenia <strong>de</strong> hierro, y los pies parle <strong>de</strong> hierro,<br />

y parte <strong>de</strong> barro; y daba á enten<strong>de</strong>r el reino <strong>de</strong><br />

los romanos, que ha do venir en el criarlo lugar,<br />

y con esfuerzo y ánimo <strong>de</strong> sus capitanes sujetará á<br />

las oirás genios : y asi como el hierro y barro no<br />

pue<strong>de</strong>n bien unirse : así habrá guerras entre los<br />

romanos unos con oíros, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> vendrán á per<strong>de</strong>rse.<br />

Asimismo , ó rey , viste una piedra quo<br />

cayó <strong>de</strong> un monte sin manos que la tirasen , la cual<br />

hirió en los pies á'la estatua , y la <strong>de</strong>rribó y se convirtió<br />

toda en polvo , y la piedra creció y se hizo<br />

un monte gran<strong>de</strong> , que ocupó toda la tierra : eslo<br />

<strong>de</strong>nota el reino <strong>de</strong>l Mesías , que durará para<br />

siempre.<br />

5 Satisfizo al rey el sueño y su <strong>de</strong>claración :<br />

adoró á Dios <strong>de</strong>l cielo , y honró al profola Daniel,<br />

dándolo cargos honoríficos en su reino , haciéndolo<br />

príncipe y gobernador <strong>de</strong> lodas las provincias <strong>de</strong><br />

Babilonia. Mandó que lodos le obe<strong>de</strong>ciesen como<br />

á su misma persona , y por su respelo y honor' hizo<br />

también príncipes á sus Ires compañeros , y les<br />

dio honrosos cargos. Hizo <strong>de</strong>spués una estatua suya<br />

Nabucodònosor dorada , <strong>de</strong> sesenta codos alta y<br />

seis <strong>de</strong> ancho. Al tiempo que habia <strong>de</strong> levantar en<br />

alto osla soberbia estatua , mandó que á voz <strong>de</strong><br />

pregonero se publicase, como se hizo , que oyendo<br />

la señal <strong>de</strong> varios instrumentos músicos lodos hincasen<br />

las rodillas por tierra , y adorasen la estatua<br />

, juntándose para eso lodos los principes y magnates<br />

<strong>de</strong>l reino , amenazándoles juntamente quo<br />

el que no la adorase, seria quemado vivo. Estaba<br />

á la sazón ausente Daniel, entendiendo en cosas<br />

<strong>de</strong> su gobierno ; pero los santos niños compañeros<br />

se hallaron présenles: y viendo que no quisieron<br />

adorar la estatua , confesando y publicando á voces<br />

que no adorarian jamás otro Dios quo al <strong>de</strong><br />

Israel ; indignado el rey , y olvidado <strong>de</strong>l cariño que,<br />

les lema , los mandó alar <strong>de</strong> pies y manos , y echar<br />

en el horno <strong>de</strong> fuego que oslaba encendido y dispuesto<br />

para el caso : y los que los echaron fueron<br />

abrasados <strong>de</strong> las llamas; y los tres sanios niños,<br />

quemadas las ligaduras, para que anduviesen libres<br />

, se paseaban sin daño alguno en medio <strong>de</strong>l<br />

luego, alabando y bendiciendo al Señor. Cebaban<br />

el fuego con mucha leña los paganos, lanto quo la<br />

llama subía cuarenta y nuevo codos en alio, sin<br />

dañar en cosa alguna á los quo estaban <strong>de</strong>ntro ;<br />

antes bajó un ángel <strong>de</strong>l cielo á hacerles compañía,<br />

que dividiendo la llama á todas parles , les hacia<br />

viento suave v regalado, <strong>de</strong> manera que no solo<br />

no les molestaba el fuego á los sanios niños mártires,<br />

sino que antes bien estaban como si fueran<br />

en la gloria. Entonces viéndose lan regalados,<br />

entonaron iodos tres aquel cántico tan celebrado y<br />

repelido en la Iglesia, que comienza: Benedicite<br />

omnia opera Domini Domino: Bendigan á Dios<br />

todas sus criaturas; y prosigue nombrando á las<br />

mas principales <strong>de</strong>l universo. Visto por el rey lo<br />

que pasaba , y admirado <strong>de</strong> que el fuego no los<br />

quemase , habiendo quemado á sus soldados quo<br />

estaban fuera, y <strong>de</strong> ver cuatro personas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

horno, habiendo echado solo tres, mandó sacarlos:<br />

y viéndoles sin lesión alguna, pues no los había

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