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La leyenda de oro 4.pdf

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ííicios por la conversión <strong>de</strong> un sacerdote <strong>de</strong> los<br />

ídolos; por enlen<strong>de</strong>rque sería <strong>de</strong> consecuencia para<br />

la conversión <strong>de</strong> muchos; y al fin <strong>de</strong> los dos años le<br />

envió á llamar el sacerdote, que estaba muy enfermo,<br />

y lo pidió el santo bautismo. Diósele , y<br />

luego empezó el sacerdote á temblar: y preguntando<br />

la causa, respondió, que los <strong>de</strong>monios, en<br />

figura <strong>de</strong> bestias fieras , le amenazaban que le habían<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>spedazar ; porque habiéndole ellos honrado<br />

tanto en vida , y héchole el mas principal <strong>de</strong><br />

todos sus sacerdotes, en la muerte los <strong>de</strong>jaba. Hizo<br />

el santo una cruz <strong>de</strong> juncos , y poniéndola a la cabecera<br />

<strong>de</strong>l enfermo, se <strong>de</strong>spidió <strong>de</strong> él, esforzándole<br />

á que no temiese al <strong>de</strong>monio , que teme á la cruz,<br />

por haberlo vencido en ella Cristo nuestro Señor.<br />

Volviendo <strong>de</strong>spués á la casa , le contó el sacerdote<br />

que siempre habia estado á la puerta un <strong>de</strong>monio<br />

aullando ; mas que nunca se habia atrevido á entrar<br />

por temor <strong>de</strong> la santa cruz. En otro pueblo,<br />

habiendo bautizado á un indio, puso una cruz <strong>de</strong><br />

caña á su puerta : vino un <strong>de</strong>monio que solía aparecérsele<br />

, y con gran<strong>de</strong>s gemidos le pidió que le<br />

abriese la puerta: y respondiendo el indio, que<br />

abierta estaba; replicóle que no estaba sino cerrada<br />

con la cruz que allí tenia. Quomaba las chozas<br />

<strong>de</strong> los ídolos, que eran sus templos , y so valia<br />

<strong>de</strong> los niños para <strong>de</strong>scubrir los ídolos que<br />

lenian escondidos sus padres, y los acoceaba y<br />

quemaba para que viesen los gentiles lo poco<br />

que podian sus dioses; pues aun no podian <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse<br />

<strong>de</strong> quien los agraviaba, y así no <strong>de</strong>jasen <strong>de</strong><br />

convertirse por temor <strong>de</strong> ellos: y en una ocasión,<br />

por solo esto se convirtió un cacique principal.<br />

10 Habiendo predicado ú los indios , que están<br />

<strong>de</strong>bajo do la sierra <strong>de</strong> Santa Marta , y bautizado<br />

mas <strong>de</strong> quince mil, halló un pueblo don<strong>de</strong> no<br />

se convertía ninguno porque tenian enterrados con<br />

gran veneración los huesos <strong>de</strong> un sacerdote <strong>de</strong> los<br />

ídolos, y pensaban que si los quitaban <strong>de</strong> allí, se<br />

caería sobre ellos el cielo. Hurtó el santo los huesos<br />

secretamente, y los llevó lejos <strong>de</strong> allí. Por esto<br />

le quisieron matar los indios , y le dieron veneno<br />

en la comida : tomólo el santo sin saberlo, y dióle<br />

una mortal calentura ; mas Dios , que le guardaba<br />

para salud do muchos, le dio remedio , haciéndole<br />

echar al quinto dia una serpiente por la boca. Quejábase<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l veneno, porque no le habia<br />

quitado la vida, y <strong>de</strong>cia: ¡O bienaventurada<br />

muerte , por la cual podía esperar la palma <strong>de</strong>l<br />

martirio 1 ¡ Cómo no merecí yo conseguir tal dicha<br />

1 ¡ O veneno, qué tardo fuiste , y sin eficacia ;<br />

pues no pudiste quitar la vida á quien <strong>de</strong>seaba<br />

la muerte! Viendo los indios que el siervo <strong>de</strong><br />

Dios convalecía , fueron mas <strong>de</strong> trecientos armados<br />

con sus flechas para matarle ; y lo hubieran<br />

ejecutado , si otro cacique cristiano no lo librara<br />

do sus manos. De otros peligros <strong>de</strong> la vida le libró<br />

el Señor: y una vez bebió ponzoña, sin recibir<br />

daño, en confirmación <strong>de</strong> nuestra fó. Pues los trabajos<br />

que pa<strong>de</strong>ció <strong>de</strong> hambre, sed, <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z,<br />

frío, calor , fatigas y tempesta<strong>de</strong>s , andando á pió<br />

por aquellos caminos ásperos y navegando aquellos<br />

gran<strong>de</strong>sriosen flacas embarcaciones, no tienen<br />

número, como ni los <strong>de</strong>sprecios, calumnias, falsos<br />

LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 10<br />

testimonios que le levantaron , <strong>de</strong> los cuales le sacó<br />

el Señor con mayor honra. Hizo muchos milagros<br />

en confirmación <strong>de</strong> la fé , que predicaba especialmente<br />

con su rosario : y así, volviendo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

las Indias á Valencia , dio á una persona <strong>de</strong>vota y<br />

confi<strong>de</strong>nte un rosario , diciéndole que lo luvise<br />

en mucha eslima ; porque en Indias con él había<br />

sanado enfermos i convertido pecadores, y aun (según<br />

pensaba) resucitado muertos.<br />

11 Un milagro solo <strong>de</strong> los que hizo en las Indias,<br />

quiero contar; porque pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> enseñanza.<br />

Reprendía el santo muchas veces á unos<br />

hombres po<strong>de</strong>rosos, porque imponían tributos injustos<br />

á los pobres indios: no so enmendaban; y<br />

el santo comiendo con ellos á la mesa un dia, tomó<br />

unos panes y exprimiólos: salió <strong>de</strong> ellos sangre , y<br />

díjoles: Mirad bien lo que coméis; porque esta es<br />

la sangre <strong>de</strong> los pobres. Concedióle Dios un don<br />

singular y apostólico para la predicación <strong>de</strong>l Evangelio<br />

, que , predicando en español, era entendido<br />

<strong>de</strong> los indios, como sí hablara en su propia lengua.<br />

Ayudábale mucho para la conversión <strong>de</strong> los<br />

gentiles su gran <strong>de</strong>sinterés; porque no admítia lo<br />

que se da á los ministros y curas <strong>de</strong> los pueblos<br />

pura su sustenlo, sino que se <strong>de</strong>jaba á la provi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong>l mayordomo <strong>de</strong>l pueblo para que le sustentase<br />

: y cuando le pedían que dijese alguna misa<br />

, <strong>de</strong>cíala por quien la pedia; mas no quería la<br />

limosna , sino que se repartiese entre los pobres<br />

necesitados, y <strong>de</strong> la misma manera no admitía<br />

estipendio por la administración <strong>de</strong>l santo bautismo<br />

, ni otras acciones parroquiales: por lo cual<br />

los indios, viéndole tan <strong>de</strong>sinteresado, le llamaban<br />

«el fraile <strong>de</strong> Dios. » Tampoco quiso tener en<br />

su casa indias que le sirviesen, mirando por el<br />

recato y buena fama tan necesaria en un predicador,<br />

ni indios (aun que uno y otro le ofrecian),<br />

diciendo , que era un pobre religioso , y no le convenia<br />

tener familia <strong>de</strong> criados y criadas: solo consintió<br />

que dos niños le asistiesen en lo necesario.<br />

12 Habiendo estado siete años en las Indias,<br />

y convertido muchos millares <strong>de</strong> gentiles, no pudlendo<br />

sufrir su mucha candad y zelo la crueldad<br />

é impiedad <strong>de</strong> algunos ministros que oprimían <strong>de</strong>masiado<br />

á los indios , y embarazaban la predicación<br />

<strong>de</strong>l Evangelio ; con licencia <strong>de</strong> su general, y<br />

aun <strong>de</strong>l mismo Dios (como el santo confesó á un<br />

caballero), se volvió á España. En el viaje pa<strong>de</strong>ció<br />

la nave, en que venia el santo, una brava tormenta;<br />

pero sosegóse con su oración y la señal <strong>de</strong><br />

la cruz. Llegó á España á 18 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1579,<br />

y luego sin <strong>de</strong>scansar se puso en camino para Valencia<br />

, don<strong>de</strong> fué recibido <strong>de</strong> sus frailes con gozo<br />

igual á la pena que habian tenido en su partida.<br />

Dijo que queria empezar á servir á Dios, y tratarse<br />

como novicio; y así lo hizo en el fervor y<br />

observancia religiosa. El año siguiente <strong>de</strong> 1580,<br />

fué hecho prior <strong>de</strong>l convento <strong>de</strong> San Onofre , muy<br />

contra su voluntad , y le a<strong>de</strong>'antó mucho en lo espiritual<br />

y temporal; porque, hallando el convento<br />

muy alcanzado , y á los religiosos sin alguna provisión<br />

, Dios le ayudó do manera , que fuera <strong>de</strong> pagar<br />

las <strong>de</strong>udas y proveer abundantemente á los<br />

religiosos, le a<strong>de</strong>lantó mucho en el edificio: y re-

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