08.05.2013 Views

La leyenda de oro 4.pdf

La leyenda de oro 4.pdf

La leyenda de oro 4.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

OCTUBRE , 21 LA LEYENDA DE ORO. 117<br />

larion lo sanó ; y por este beneficio el padre le voluó<br />

el libro. Llegado á Sicilia, para escon<strong>de</strong>rse<br />

mas , se cnlró la borra <strong>de</strong>nlro, y cada dia corlaba<br />

un ha/, <strong>de</strong> leña . y la vondia , y <strong>de</strong>l precio, él y<br />

un discípulo se sustentaban. Pero ¿cómo pue<strong>de</strong><br />

el sol <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> resplan<strong>de</strong>cer y dar luz? O ¿cómo<br />

se pue<strong>de</strong>* escon<strong>de</strong>r la ciudad puesta sobro un alto<br />

monte? ¿Ni encubrirse , aunque esté <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong><br />

tierra, el que Dios quiere manifestar? Al tiempo<br />

que Hilarión estaba escondido en Sicilia , un hombre<br />

en<strong>de</strong>moniado dio voces en la iglesia do San<br />

Pedro en Roma , y dijo , que pocos días antes Hilarión<br />

, siervo <strong>de</strong> Cristo, había entrado en Sicilia,<br />

y estaba escondido sin ser conocido <strong>de</strong> nadie; mas<br />

(pie iria allá y le <strong>de</strong>scubriría. Fué: hallóle: hablóle;<br />

y quedó sano. Súpose el milagro : concurrió<br />

<strong>de</strong> toda la isla innumerable gente á Hilarión para<br />

remedio <strong>de</strong> sus males, y fué pregonado por Dios,<br />

y conocido <strong>de</strong> lodos, el que <strong>de</strong>seaba no serio <strong>de</strong><br />

ninguno. Aquí tampoco quiso recibir cosa alguna<br />

<strong>de</strong> los muchos dones que le ofrecían los que habían<br />

curado , diciendo á todos aquellas palabras <strong>de</strong>l<br />

Señor: Gratis accepislis, gratis date: Lo que<br />

graciosamente habéis recibido, dadlo graciosamente.<br />

10 Y con esto , como dice san Gerónimo , <strong>de</strong><br />

ninguna cosa se maravillaban mas los hombres,<br />

como <strong>de</strong> que con tantos milagros no tomase un pedazo<br />

<strong>de</strong> pan <strong>de</strong> los que recibian aquel beneficio.<br />

De Sicilia huyó á Dalmacia, para escon<strong>de</strong>rse <strong>de</strong><br />

nuevo; mas permitió nuestro Señor, que al mismo<br />

tiempo un dragón <strong>de</strong> extraña gran<strong>de</strong>za, que<br />

llamaban en su lengua boas (porque era tan gran<strong>de</strong><br />

, que so tragaba un buey entero; y no solamente<br />

el ganado mayor y menor, sino los mismos<br />

pastores y hombres se engullía) , <strong>de</strong>struía toda<br />

aquella tierra. Compa<strong>de</strong>cióse el santo <strong>de</strong> aquella<br />

calamidad tan gran<strong>de</strong>: y habiendo hecho oración,<br />

hizo traer mucha leña, y mandó al dragón que se<br />

pusiese en medio <strong>de</strong> ella ; y pegando el santo fuego<br />

á la leña , en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo se hizo<br />

ceniza aquella bestia horrible y espantosa. Otra<br />

cosa le sucedió allí, no <strong>de</strong> menor admiración , y<br />

fué , que por un terremoto extraño que hubo <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la muerte do Juliano Apóstala, el mar<br />

salió do sus términos, é inundó la tierra <strong>de</strong> manera<br />

, que las naves quedaron en seco en las cumbres<br />

<strong>de</strong> los montes. No tuvieron otro remedio los<br />

naturales <strong>de</strong> Epiduuro, don<strong>de</strong> san Hilarión estaba,<br />

sino tomarle y llevarle á la ribera <strong>de</strong>l mar, y<br />

oponerle, como un muro fortísimo, á sus furiosas<br />

ondas. Hizo el santo tres cruces en la arena , y extendió<br />

las manos hacia el mar; y luego con espanto<br />

<strong>de</strong> lodos so paró y volvió atrás, y (ornó á<br />

su lugar. Pero como él viese que allí le honraban,<br />

se embarcó para huir á la isla <strong>de</strong> Chipre, y navegando<br />

se encontró con ciertos corsarios: los cuales,<br />

viniendo á embestir al barco en que iba san<br />

Hilarión, él se puso á la proa; y extendiendo la<br />

mano, les dijo: Basta que hayáis llegado hasta<br />

aquí: y do tal manera se embarazaron, que no<br />

pudieron pasar a<strong>de</strong>lante; antes volvieron airas<br />

con mayor presteza que habían venido. Llegado<br />

á Chipre, se escondió en un lugar apartado como<br />

dos millas <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Pafo ; mas, estando muy<br />

contento, porque no habia quien le conocía, todos<br />

los en<strong>de</strong>moniados comenz<strong>oro</strong>n á clamar por<br />

toda la isla <strong>de</strong> Chipre que Hilarión , siervo do<br />

Cristo , habla venido á ella ; y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> pocos<br />

días vinieron á él casi doscientos <strong>de</strong> ellos, hombres<br />

y mujeres , y todos fueron por sus oraciones<br />

libres. De allí pasó á otro lugar mas apañado <strong>de</strong>l<br />

mar y muy áspero , don<strong>de</strong> oia alaridos, y unas<br />

voces confusas como <strong>de</strong> un ejército <strong>de</strong> <strong>de</strong>monios,<br />

con las cuales el santo se recreaba, pareciéndole<br />

que tenia présenles los enemigos con quienes habia<br />

<strong>de</strong> luchar y pelear, y que por la aspereza <strong>de</strong>l<br />

lugar no habría quien allí le molestase ; mas el<br />

Señor le <strong>de</strong>scubrió, y los pobres enfermos y necesitados,<br />

con el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> hallar remedio , vencieron<br />

la dificultad <strong>de</strong>l camino. Finalmente, siendo ya <strong>de</strong><br />

ochenta años, entendiendo que nuestro Señor lo<br />

queria llevar para sí, escribió una breve carta <strong>de</strong><br />

su mano para Esiquio , su fiel compañero que oslaba<br />

ausente , por la cual le hacia here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> todas<br />

sus riquezas , que eran el libro <strong>de</strong> los Evangelios,<br />

su saco , manto y cogulla. Vinieron muchos<br />

á verle: conjurólos que luego que fuese muerto,<br />

le sepultasen en el huerto don<strong>de</strong> estaba , con sus<br />

vestidos , y que un punto no le guardasen. Estando<br />

ya en lo último, y que ninguna cosa <strong>de</strong> hombre<br />

vivóle quedaba, sino el sentido, tenia los ojos<br />

abiertos, y hablando con su alma , <strong>de</strong>cia : Sal ya,<br />

alma mía : ¿<strong>de</strong> qué temes? ¿qué dudas? Setenta<br />

años casi há que sirves al Señor, ¿y temes la muerte?<br />

Diciendo estas palabras, acabó la vida. Luego<br />

fué sepultado como él lo habia or<strong>de</strong>nado , y en un<br />

mismo tiempo se supo en la ciudad <strong>de</strong> Pafo que<br />

era muerto y enterrado. Vino Esiquio, pasados<br />

algunos dias, sin que se entendiese: abrió la sepultura<br />

; y halló la túnica sana, con el saco y cogulla<br />

con que le habian enterrado, y el cuerpo<br />

tan entero como si estuviera vivo , dando do sí<br />

una fragrancia suavísima y celestial. Desenterró<br />

el santo cuerpo y llevólo á Siria , y púsolo en su<br />

antiguo monasterio, don<strong>de</strong> Dios (como dice san<br />

Gerónimo) hacia muy continuos milagros por el<br />

santo, y mas en el liuertecillo <strong>de</strong> Chipre, por<br />

haber él mas amado aquel lugar. <strong>La</strong> muerto <strong>de</strong><br />

san Hilarión fué á 21 do octubre, en que la celebra<br />

la Iglesia , y fué el año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 372. imperando<br />

Valenliniano , el mayor. A mas <strong>de</strong> san<br />

Gerónimo , que escribió su vida , hacen mención<br />

<strong>de</strong> san Hilarión el ¡Martirologio romano, y el do<br />

Beda, Usuardo, Adon , y Nicef<strong>oro</strong>. El Martirologio<br />

romano pono por sanio á Esiquio , discípulo<br />

<strong>de</strong> san Hilarión , en 3 <strong>de</strong> oclubro.<br />

SANTA ÚRSULA, Y LAS ONCE MIL VÍRGENES, MÁR­<br />

TIRES.— El mismo dia <strong>de</strong> los 21 <strong>de</strong> octubre celebra<br />

la sania madre lg !<br />

esia el muí tino <strong>de</strong> sania Úrsula,<br />

y <strong>de</strong> las once mil vírgenes, sus compañeras , en<br />

cu\a historia hay algunas coa-: ciertas . y otras<br />

apócrifas v dudosas: lo eierlo es. que sania Úr­<br />

sula , y todas sus san! ns ci 'in ¡>añeuw, ¡uei un vírge­<br />

nes y mnrlires. v que lucren once mil, porque,<br />

aunque el .Mar'.uolo:¡o romano no dice que morón<br />

once mil. ni ¡a oración quo do e:las íozamos;<br />

pero dícenlo Beda y Adon.cn sus Martirologios,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!