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218 LA LEYEND
¡¡rosamente la goma ó inflamación, sin haberse
acordado de pedir su salud al sanio; peto reconoció
la gracia do la bondad divina y méritos del
santo cardenal, perseverándole la sanidad , lo quo
le duró la vida.
55 Octavio Tarase , devoto del santo cardenal
, habia tres meses que le postraban en la cama
una tercianas dobles , sin hallar los médicos remedio
, con peligro de la vida , ó de mal largo : dolíalo
no poder venerar y acompañar el cuerpo ; y
confiando que estaba el santo en el cielo , se encomendó
á su intercesión, y alcanzó al punto salud
cumplida , y cumplió con su devoción.
56 listaban muy afligidas las doncellas de
Santa Bárbara , las cuales el santo había ordenado
fuesen monjas capuchinas , porque se lo quena
estorbar una señora que las habia de fundar, queriéndolas
dar otras reglas é instituto, y muy resuelta
que si no lo admitían, las habia de echar
de la casa donde estaban ya juntas en forma de
monasterio. Llegó en este punto monseñor Fontana
, vicario general, y muy apriesa , con solos
dos criados : hizo llamar luego á la superiora que
regia aquel devoto colegio : preguntóla qué habia
sucedido, ó qué necesidad tenían : porque estando
en su aposento en la casa arzobispal, habia oido
una voz , que tres veces le dijo: Levántate y vé
á Santa Bárbara; que aquellas doncellas tienen
necesidad de ll; y así á toda priesa habia venido
ó saber y remediar lo que habia sucedido. Entonces
la madre y las doncellas, conociendo este caso
por un efecto claro do la divina misericordia , tuvieron
por cierto que san Carlos, su protector,
les habia alcanzado favor del Señor: con que llenas
de alegría y animadas, refirieron al vicario la
aflicción en que se hallaban , y la resolución con
que habia venido su fundador para echarlas: suplicáronle
¡as amparase , procurando con brevedad
darles el hábito, y erigiendo el colegio en
convento de monjas capuchinas , conforme á las
reglas y orden de san Carlos. El vicario se les
prometió con la brevedad posible, y consolólas,
exhortándolas á permanecer en su propósito. Apenas
se hubo despedido, cuando llegó al colegio
Luis Boccadulio, penitenciario mayor del Domo,
uno de los diputados del mismo colegio: llamó á
la superiora al locutorio , y dijo : Yo venia de
San Marcos á casa del arzobispo: llegando al
prinripio de esta callo, la muía de sino volvió
hacia el colegio: no he podido encaminarla á otra
parte, por mas violencia que he hecho: lie imaginado
si acaso se tiene necesidad de mí; y por
esto he llamado. Este caso causó mayor admiración
en las doncellas, y con él tuvieron por cierto
andaba allí la mano del Señor, y que la divina
majestad había oído sus ruegos. La rectora informó
al penitenciario de cuanto pasaba , el cual las
prometió toda su ayuda. Con sucosos lan notables
se hizo una congregación en las casas arzobispales,
en queso resolvió la ejecución de esta fundación,
queso hizo dia de san francisco, á los
h do octubre , año de 83, á gloria de Dios y beneficio
de la ciudad de Milán.
57 En Pavía cayó un niño en el rio: al caer
,\ DE ORO. NOVIEMBRE , k
se encomendó á san Carlos, por haberle oido invocar
á sais padres. Aparecióse luego el santo:
recibióle cu sus brazos, y le llevó por espacio de
cien brazas , mas de un cuarto de hora , sustentándole
sobre las ondas , hasta que un barquero
le lomó , diciendo el niño la causa de no haberse
hundido en tanto tiempo con el ímpetu del rio, que
fué haberle sustentado el santo cardenal. En Milán
nació un niño sin ojos, antes en lugar de ellos
tenia dos como apostemas, de donde le salia gran
cantidad de materia muy asquerosa, lisiándole
encomendando su madre á san Carlos , comenzó
á dar voces una hermanila suva de cuatro años,
diciendo: Madio, madre, el beato Carlos ha dado
la bendición á mi hermano, y abiértole los ojos.
Volvió la genio que estaba presente á mirarlo ; y
bailáronlo con sus ojos naturales, sin haber rastro
de algún mal.
58 Oíros muchos fueron los milagros que
obró el Señor por intercesión de su siervo, honrándole
cada dia mas , y creciendo su fama y nomine.
Canonizóle el papa Paulo V, cha de Todos los
Santos, año de 1610, mandando quo la fiesta do
san Carlos se celebrase cada año á los i de noviembre.
Escribieron de san Carlos el doctor Juan
Peoro Guisano; don Car-Ios Bacape, obispo de
Navarra; Marco Aurelio Gralarola; Juan Bautista
Posevino, y otros. Últimamente con gran
piedad y diligencia escribió la vida de este santo
prelado en estilo español el licenciado Luis Muñoz:
de la cual hemos recogido lo mas que aquí hemos
dicho.
SAN EMERICO , CONFESOR. — Bien es que con
la vida del santo rey Estovan juntemos la del santo
príncipe Emerico, su hijo; pues no es menos
en su manera admirable , que la de su padie; y
aunque el dia de su translación en que la iglesia
le celebra , es á los i de noviembre; -todav
¡a estas dos v idas juntas aquí irán mas trabadas,
y la una dará luzá la olía , y por ellas alabaremos
al Señor, que hizo santos al rey su padre
, y al príncipe su hijo, y los puso en su Iglesia
para ejemplo de santidad.
2 Nació san Emerico de Estovan y de Gisela,
rejes de Hungría : desde niño fué lan inclinado
á la virtud y á todas las cosas de piedad ,
que comunmente , durmiendo ¡os olios, se levantaba
de su cama á hacer oración y recitar lossalmosdeDavid,
pidiendo al fin de cada salmo perdon
á Dios de sus culpas; y en este santo ejercicio
gastaba buena parle de la noche : y acó nleció
algunas veces que el rey su padre , le oslaba
acechando maravillado cíela virtud de su
hijo , y regalándose en él, alabando al Señor quo
se le liubia dado, sacando de aquellos principios
cuan gran príncipe había de ser. Acrecentóse mas
esta opinión y esperanza al rey, por loque otra
vez le sucedió. Quiso ir un día al monasterio do
San Martin, cpie el mismo rey habia fundado ricamente
y poblado de gran número do monjes.
Determinó llevar consigo á su hijo Emerico y envióle
delante puraque lodo el recibimiento que los
monjes le querían hacer á él, se lo hiciesen á su
hijo, y el hijo los conociese y tratase mas familiar-