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La leyenda de oro 4.pdf

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76 LA LEYENDA DE ORO. OCTÜBRE , 10<br />

guroso en sí, que le daba larga rienda en sus penitencias<br />

, y le incitaba á mayores cosas , que sus<br />

fuerzas podian llevar. Hacíale trabajar con la angarilla<br />

muchas horas, y traer piedra y cal, y los<br />

otros materiales para la obra; y el buen padre con<br />

una mansedumbre y santa simplicidad le obe<strong>de</strong>cía<br />

, como si fuera un ángel enviado <strong>de</strong>l cielo para<br />

gobernarle.<br />

59 Pero ¿quién podrá explicar el don <strong>de</strong> la<br />

oración y trato familiar que este bienaventurado<br />

padre tuvo con Dios, y el cuidado <strong>de</strong> examinar<br />

muchas veces cada dia su conciencia, y confesarse<br />

dos sacramentalmente, para disponer su alma á<br />

recibir el rayo <strong>de</strong> la divina luz? Con el uso continuo<br />

<strong>de</strong> la oración vino á hacer un hábito <strong>de</strong> hallar<br />

á Dios en todas las cosas, <strong>de</strong> manera que parecía<br />

que todos los lugares le servían <strong>de</strong> oratorio , y los<br />

negocios, <strong>de</strong> recogimiento y materia para la misma<br />

oración. En los caminos, los montes, los rios y<br />

los campos le servian <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertadores y mensajeros<br />

<strong>de</strong> Dios, para conocerle, amarle y alabarle<br />

mas en todas sus criaturas: y aunque le era trabajoso<br />

el caminar, todavía gustaba <strong>de</strong>l trabajo;<br />

porque no habia quien le embarazase para su<br />

oración.<br />

60 Cuando estaba en alguna conversación <strong>de</strong><br />

seglares, que no podía excusar , estaba tan <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> sí, y tenia á Dios tan presente, como si estuviera<br />

en alguna alta y profunda contemplación;<br />

porque el cuerpo estaba con ellos, y su corazón<br />

y espíritu con Dios. Acontecióle, estando con personas<br />

graves y <strong>de</strong> respeto, elevarse y olvidarse<br />

<strong>de</strong> sí, y <strong>de</strong> lo que estaba tratando , sin po<strong>de</strong>r hacer<br />

otra cosa, ni estar mas en su mano, especialmente<br />

si algunos seglares querian meter pláticas<br />

impertinentes; porque entonces no estaba atento<br />

á lo que platicaban: y avisándole algunos padres<br />

que caia en falta, y que algunas veces no<br />

venia bien lo que <strong>de</strong>cia con lo que se trataba; respondía<br />

que mas queria que le tuviesen por necio,<br />

que per<strong>de</strong>r tiempo. Aunque tenia casi continua<br />

oración y andaba en la actual presencia <strong>de</strong> Dios<br />

en todos tiempos y lugares; pero su regalo era la<br />

oración larga é intensa, y sosegada, que hacia<br />

cuando <strong>de</strong>spertaba <strong>de</strong>spués déla media noche, que<br />

con durar cinco ó seis horas, no le parecía á él<br />

haber durado un cuarto <strong>de</strong> hora; y salia <strong>de</strong> ella<br />

tan encendido el rostro como una brasa, y cebábase<br />

tanto algunas veces en ella, que el hermano<br />

Marcos (temiendo que no le hiciese daño á su salud<br />

J daba golpes y le <strong>de</strong>cia que acabase, y el padre<br />

respondia: Un poco mas, hermano Marcos,<br />

un poco mas; porque estaba tan asido y abrazado<br />

con Dios, que parecía que no podia soltarle y <strong>de</strong>sasirse<br />

<strong>de</strong> él.<br />

61 Entre dia se escabullía todas las veces que<br />

podia , <strong>de</strong> los negocios, é iba á hacer oración <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong>l santísimo Sacramento, y cuando salia<br />

fuera <strong>de</strong> casa se entraba en las iglesias quelevenianá<br />

mano, para adorarle. Esta <strong>de</strong>voción <strong>de</strong>l santo<br />

cuerpo <strong>de</strong>l Señor fué admirable en el padre<br />

Francisco, y no hay hombre tan goloso y amigo<br />

<strong>de</strong> manjares <strong>de</strong>licados, como él lo era <strong>de</strong> este<br />

manjar celestial, al cual ningún dia <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> reci-<br />

bir sano ni enfermo , hasta que <strong>de</strong> esta vida le sacó<br />

nuestro Señor. Estando enfermo en Evora , y con<br />

un sueño tan profundo , que para <strong>de</strong>spertarle era<br />

menester darle tormento; á la hora <strong>de</strong> comulgar<br />

no habia dormir, ni <strong>de</strong>scuidarse un punto. Tenia<br />

en la casa <strong>de</strong> Roma un aposentillo muy estrecho<br />

sobre el altar mayor, y lo mismo procuraba siempre<br />

en las otras casas y colegios don<strong>de</strong> habia <strong>de</strong><br />

residir. Este rincón era su refugio y guarida : á<br />

este nido volaba, siempre que se podía escapar <strong>de</strong>l<br />

bullicio <strong>de</strong> la gente, y trabajo <strong>de</strong> los negocios.<br />

62 Pues ¿que diré <strong>de</strong> la <strong>de</strong>voción que tuvo á<br />

las reliquias ó imágenes <strong>de</strong> los santos, y el cuidado<br />

que puso en hacer estampar en Roma gran número<br />

<strong>de</strong> ellas , y repartirlas por todas las provincias<br />

, hasta las <strong>de</strong> las Indias orientales, y occi<strong>de</strong>ntales<br />

, y aun enviar los mismos mol<strong>de</strong>s ó instrumentos<br />

, para que allá se pudiesen estampar? ¿Qué<br />

<strong>de</strong>l retrato verda<strong>de</strong>ro, que con suma <strong>de</strong>voción y<br />

estudio hizo sacar muy propio <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> la<br />

sacratísima Yírgen María nuestra Señora, que pintó<br />

san Lucas, y está en Roma en Santa María la<br />

Mayor, para avivar mas la <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> la gente<br />

para con esta Señora? ¿Qué <strong>de</strong> la costumbre que<br />

plantó en la Compañía <strong>de</strong> echar cada mes los santos<br />

, y hacerles en su dia algún servicio particular<br />

como se usa en la Compañía? Llegó á muy alto<br />

grado <strong>de</strong> contemplación unitiva y afectiva , y en<br />

ella se regalaba y se abrasaba su espíritu , y se<br />

encendia cada dia mas en el amor <strong>de</strong> su amado.<br />

Aquí era su <strong>de</strong>scanso : aquí sus abrazos: aquí sus<br />

gozos; amando con gozo al Señor, y gozándose <strong>de</strong><br />

amarle.<br />

63 Muchas veces procuró el <strong>de</strong>monio inquietarle<br />

y espantarle en su oración , apareciéndosele<br />

unas veces como ximio feo, que le hacia cocos,<br />

otras como gigante negro , y con otros visajes y<br />

figuras ridiculas y espantosas; pero nunca pudo<br />

apartarle <strong>de</strong> su oración. Finalmente, era el padre<br />

Francisco tan <strong>de</strong>voto, y tan unido con Dios, que<br />

algunos padres <strong>de</strong> la Compañía, cuando se hallaban<br />

tibios y sin <strong>de</strong>voción , se iban á él; y sin hablarle,<br />

<strong>de</strong> solo verle, volvian compungidos, y con<br />

el espíritu encendido y blando para con Dios.<br />

64 Esta oración <strong>de</strong>l padre Francisco tenia por<br />

hermana y compañera á la mortificación , en<br />

tanto grado, que pone admiración ; porque tenia<br />

á su cuerpo por capital enemigo, y nunca quiso<br />

hacer paces ni treguas con él; y buscaba y hallaba<br />

siempre en qué maltratarle , y llamaba amigos<br />

suyos á las cosas que le ayudaban á afligirle. Si<br />

el sol le fatigaba, caminando en el estío : si el hielo<br />

, aire y la lluvia en el rigor <strong>de</strong>l invierno , <strong>de</strong>cia :<br />

¡O cómonosayuda bien el amigo! Y lo mismo<strong>de</strong>cia<br />

<strong>de</strong>l dolor <strong>de</strong> la gota, y <strong>de</strong> corazón; y <strong>de</strong> los que le<br />

perseguían y murmuraban. <strong>La</strong>s purgas, por amargas<br />

que fuesen , las bebia á tragos, como si fuese<br />

una escudilla <strong>de</strong> sustancia : las pildoras amargas<br />

las mascaba y <strong>de</strong>shacía en la boca muy <strong>de</strong>spacio; y<br />

<strong>de</strong>esta manera mortificaba sussentidos y crucificaba<br />

su carne. Decia, que viviera <strong>de</strong>sconsolado si supiera<br />

que la muerto le habia <strong>de</strong> tomar en dia, en<br />

que él no hubiera hecho alguna mortificación y penitencia;<br />

y así él andaba en perpetua vela, hacien-

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