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La leyenda de oro 4.pdf

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l-3á<br />

lia y Casia, lias <strong>de</strong> sania Irene, no la hallasen<br />

en su casa , tuvieron gran pena, temiendo que su<br />

sobrina , no podiendo ya sufrir tan gran<strong>de</strong> infamia,<br />

se habia salido <strong>de</strong> casa , como perdida , para per<strong>de</strong>rse<br />

mas. ¡ Qué secretos son , y qué profundos los<br />

juicios <strong>de</strong>l Señor, y cuan invesligables sus caminos<br />

, y cómo prueba á sus escogidos , dando brazos<br />

á los malos para que los persigan, atrepellen y<br />

confundan , para c<strong>oro</strong>narlos mas 1 Dio Dios el don<br />

<strong>de</strong> la pureza virginal á Irene: dióla sabiduría y espíritu<br />

para sanar á Brilaldo , que estaba llagado<br />

<strong>de</strong> su amor: dióla fortaleza para resistir á los asaltos<br />

<strong>de</strong>l falso religioso . y enseñarle con su ejemplo<br />

la castidad; y con ser estos dones <strong>de</strong> Dios lautos y<br />

tan excelentes, permitió el mismo Señor que el<br />

mismo monje la inficionase con aquella bebida sacrilega<br />

, y que la gente pensase que tenia culpa , y<br />

estaba preñada la que era doncella , y que Brilaldo<br />

por esto la mandase malar , y que el soldado<br />

lo hiciese, y que hasta sus mismas tias, que <strong>de</strong>bían<br />

<strong>de</strong> saber (como testigos <strong>de</strong> vista) su gran<strong>de</strong><br />

honestidad, sospechasen <strong>de</strong> ella cosa tan indigna <strong>de</strong><br />

su recogimiento y santidad. Mas el Señor no suelta<br />

la rienda al pecador, para que puedaá su voluntad<br />

afligir al justo; antes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberlo humillado<br />

, lo levanta, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberlo afligido,<br />

lo consuela, c<strong>oro</strong>na y glorifica , como lo hizo con<br />

santa Irene: porque, estando el abad Sello , su lio,<br />

como suspenso y maravillado <strong>de</strong> lo que habia<br />

oido <strong>de</strong> su sobrina; el Señor le reveló lodo lo que<br />

pasaba, y don<strong>de</strong> hallaría el cuerpo <strong>de</strong> la santa<br />

vírgen y mártir. Con esta revelación habló al pueblo<br />

, para que con una solemne procesión lo fuesen<br />

á buscar; y el pueblo con gran voluntadlo hizo,<br />

movido <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong>l sanio abad . y mucho<br />

mas con la inspiración é impulso <strong>de</strong>l Señor, que<br />

por este camino queria <strong>de</strong>scubrir la verdad y magnificar<br />

á la santa vírgen. Había llevado el rio Naban<br />

con su corriente el cuerpo al rio , llamado entonces<br />

Nozecaro , y ahora Zezere, en quien él<br />

entra , y por este habia <strong>de</strong>scendido al Tajo. Yendo<br />

en su procesión (¡ ó mano po<strong>de</strong>rosa y benignísima<br />

<strong>de</strong>l Señor!), vieron que el río Tajo milagrosamente<br />

se habia retirado en aquel su hondo piélago,<br />

<strong>de</strong>jando <strong>de</strong>scubierto en seco el cuerpo <strong>de</strong> la santa<br />

vírgen, y que estaba ya puesto en un hermoso<br />

sepulcro, labrado por manos <strong>de</strong> los ángeles, renovándose<br />

el antiguo milagro <strong>de</strong> la sepultura <strong>de</strong>l<br />

glorioso papa y mártir san Clemente , como lo dijimos<br />

en su vida á los 23 <strong>de</strong> noviembre. Quiso el<br />

abad, y los que con él iban, sacar el cuerpo <strong>de</strong><br />

don<strong>de</strong> estaba; y nunca pudieron ni con alguna<br />

fuerza moverlo : y entendiendo que era la voluntad<br />

<strong>de</strong> Dios que se quedase allí, lo <strong>de</strong>jaron , llevando<br />

consigo algunos <strong>de</strong> sus cabellos , y parte <strong>de</strong><br />

su camisa . como unas preciosas reliquias, las cuales<br />

puestas en el monasterio <strong>de</strong>l abad Selio dieron<br />

salud á muchos enfermos, ciegos y tullidos, que<br />

las tocaron. Pero otro milagro no menos maravilloso<br />

obró el Señor; porque volviéndose la procesión<br />

, el rio Tajo, que se habia retirado y recogido,<br />

y estaba como inmóbil , hasta que enteramente so<br />

manifestase la gloria <strong>de</strong> Dios en su santa , comenzó<br />

luego ó volverse á su antigua corriente , y á ex-<br />

LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 20<br />

ten<strong>de</strong>r sus aguas, y cubrir el sepulcro <strong>de</strong> la santa:<br />

á la cual el Señor pagó en el cielo con gloria eterna<br />

la ignominia é infamia que habia pasado por su<br />

amor , y la c<strong>oro</strong>nó con guirnalda <strong>de</strong> virgen y mártir<br />

, y quiso que en la tierra fuese tan honrada y<br />

reverenciada , y que la villa <strong>de</strong> Escalabis , don<strong>de</strong><br />

está su cuerpo , mudase el nombre, y sollamase<br />

sania Irene, y ahora corrompido y abreviado el<br />

vocablo, vulgarmente se dice San taren: con esto<br />

quedó á la bienaventurada vírgen lodo el rio Tajo,<br />

como por templo <strong>de</strong> su celestial sepultura , y una<br />

gran villa por epitafio y letra <strong>de</strong> su sepulcro. Y<br />

aun se dice , que en nuestros días en el rio Naban<br />

(don<strong>de</strong> fué echado su sagrado cuerpo ) so han hallado<br />

muchos guijarros con golas <strong>de</strong> sangre. También<br />

se escribe que el triste monje Remigio, y el<br />

soldado que la mató , conocieron su culpa , y fueron<br />

á Roma , y allí murieron en penitencia y llanto.<br />

Los breviarios ponen la vida <strong>de</strong> esta santa el<br />

año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 033. Hace <strong>de</strong> ella mención el<br />

Martirologio romano á los 20 <strong>de</strong> octubre , y el car<strong>de</strong>nal<br />

Baronio en aquel lugar.<br />

4 Pues ¿quién . leyendo esta vida , no apren<strong>de</strong><br />

el recato con que los hombres . aunque sean religiosos<br />

y santos, <strong>de</strong>ben tratar con las mujeres,<br />

y apartar con cuidado la estopa <strong>de</strong>l fuego : la cual<br />

con una centella y con un soplo se encien<strong>de</strong> , y se<br />

abrasa y consume sin remedio? Muchas veces comienza<br />

la comunicación entre el hombre y la mujer<br />

en la caridad , y acaba en carnalidad , como<br />

vemos en Remigio; pues por obediencia <strong>de</strong> su<br />

abad , y para enseñarla y hacerla perfecta , comenzó<br />

ó tratar con santa frene; pero la mucha<br />

comunicación y familiaridad dio lugar al <strong>de</strong>monio,<br />

para que le tentase y ablandase con torpe afición,<br />

al que antes parecia duro como una piedra. Religioso<br />

era Remigio , y religioso grave y principal,<br />

y por la aprobación <strong>de</strong> su vida le encomendó el<br />

abad que fuese maestro <strong>de</strong> su sobrina; mas ninguna<br />

victoria pasada ha<strong>de</strong> ser parle para asegurarnos<br />

, ni para <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> temer la batalla que con<br />

blando, doméstico y porfiado enemigo tenemos,<br />

y que solo con el huir se pue<strong>de</strong> vencer.<br />

SAN JUAN CANCIO , PRESBÍTERO Y CONFESOR.—<br />

San Juan Cancio nació á 24 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1406,<br />

en un lugar llamado Kencio , <strong>de</strong>l obispado <strong>de</strong> Cracovia,<br />

en el reino <strong>de</strong> Polonia. Sus padres fueron<br />

Eslanislao y Ana, ambos ilustres, no menos por<br />

la nobleza <strong>de</strong> su sangre , que por su cristiana piedad<br />

; en la cual criaron con gran diligencia á su<br />

hijo Juan , inspirándole <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus tiernos años con<br />

sus palabras y ejemplos el aborrecimiento al vicio<br />

y el amor á la virtud. Por este motivo tuvo Juan<br />

la feliz suerte, ó fiara <strong>de</strong>cirlo mejor, recibió <strong>de</strong><br />

Dios nuestro Señor la gracia <strong>de</strong> conservar la inocencia,<br />

y <strong>de</strong> evitarlos pecados y <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes, á<br />

los cuales suele estar <strong>de</strong>masiado sujeta la edad<br />

juvenil; <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber pasado Juan los primeros<br />

años bajo el cuidado <strong>de</strong> sus piadosos padres, y<br />

do haber aprendido en su misma casa las letras<br />

humanas , le enviaron estos á la ciudad <strong>de</strong> Cracovia<br />

, para que en aquella universidad, recientemente<br />

fundada por Uladislao, rey <strong>de</strong> Polonia , estudiase<br />

la filosofía y teología. En efecto, esludió

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