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La leyenda de oro 4.pdf

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21G LA LEYENDA DE ORO. NOYIFJIWSF. . k<br />

en estas ocasiones reposar nn ralo sobro una silla:<br />

oslo modo do dormir le era agradable v habia<br />

hecho familiar, por una razón que solía traer al<br />

propósito: sabia <strong>de</strong> algunos capílanos lun vigilantes<br />

, que en campaña dormían vestidos no recostados<br />

en el lecho, mas solo en una silla. Valíase<br />

<strong>de</strong>l ejemplo <strong>de</strong> Jacorné <strong>de</strong> Mediéis , su lio ; y así<br />

<strong>de</strong>cía , que el obispo que tiene el gobierno <strong>de</strong> las<br />

almas, y ha <strong>de</strong> hacer guerra, no ¡i hombres solamente,<br />

mas á los ejércitos do los infiernos, no<br />

<strong>de</strong>be ser menos vigilante que un capilan <strong>de</strong> milicia<br />

mundana, Aun teniendo calentura, perseveraba<br />

en sus trabajos y penitencias ordinarias,<br />

como si estuviera en la mas asegurada salud , encubriendo<br />

el acci<strong>de</strong>nte muchos días; y era ordinario<br />

en su boca, que la persona que tiene cargo<br />

<strong>de</strong> almas no <strong>de</strong>be rendirse á la cama hasta pasadas<br />

tres accesiones <strong>de</strong> calenturas. Un eslío hizo<br />

la visiia <strong>de</strong> Vallrabulle, en la feligresía <strong>de</strong> Canobia,<br />

país montuoso é inaccesible, en los confines<br />

<strong>de</strong>l lago Mayor, con diez y siete términos <strong>de</strong><br />

terciana, sin interrumpir la visita, visitando y<br />

trabajando el tiempo <strong>de</strong> la accesión : veíanle ahora<br />

temblar <strong>de</strong> frío, y luego encendido (legran calor<br />

<strong>de</strong>l mal. Consagró en esta ocasión la iglesia <strong>de</strong> los<br />

padres capuchinos en Canobia : perseveró en la<br />

acción, aunque le sobrevino el rigor <strong>de</strong> la calentura,<br />

haciendo un largo sermón fuera <strong>de</strong> la iglesia,<br />

para que pudiese oírle la multitud, tolerando<br />

á un misino tiempo el fuego interior <strong>de</strong> la calentura<br />

, y el exterior <strong>de</strong>l sol. pero refrigerándole la<br />

marea suave <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> Dios. Hacia <strong>de</strong> ordinario<br />

las visitas <strong>de</strong> la diócesis en los tres meses <strong>de</strong><br />

mayor calor <strong>de</strong>l año. y acabada la visita <strong>de</strong> un<br />

lugar, pasaba <strong>de</strong> largo á otro: y porque esto era<br />

<strong>de</strong> ordinario <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l medio dia , por no per<strong>de</strong>r<br />

tiempo, caminaba á aquella hora <strong>de</strong>l mas<br />

fuerte calor <strong>de</strong>l sol , sin reparo ó <strong>de</strong>fensa contra<br />

ol rigor <strong>de</strong> su rayos; y si ocurrían lugares peligrosos<br />

é inaccesibles para los caballos, caminaba ó<br />

pié á aquella misma hora. Veíanle muchas veces<br />

liañado <strong>de</strong> sudor que le pasaba las ropas: y aunque<br />

llegado á un lugar podia enjugarse y <strong>de</strong>scansar<br />

, no lo hacia : iba <strong>de</strong> largo á la iglesia á hacer<br />

oración , predicar y dar principio á las funciones<br />

<strong>de</strong> la visita, sin darse por entendido á las<br />

mayores molestias y fatigas: lo mismo hacía calado<br />

<strong>de</strong> recias lluvias , ó por haber pasado<br />

ríos ó lagos, aplicándose al instante á las cosas<br />

que habia <strong>de</strong> hacer. Yendo una vez á visitar<br />

la iglesia <strong>de</strong> Settala , le cogió una agua tan<br />

recia , que le bañó todo hasta la camisa ; no <strong>de</strong>jó<br />

<strong>de</strong> ir á la iglesia, sin paraise á mudar ropa ni<br />

enjugarse , comenzando á enten<strong>de</strong>r en la visita.<br />

No permitía se le previniese el hospedaje, particularmente<br />

en días <strong>de</strong> ayunos , para po<strong>de</strong>r añadir<br />

esta incomodidad á las tes<strong>oro</strong>s <strong>de</strong> sus merecimientos.<br />

En las consagraciones <strong>de</strong> iglesias, cementerios<br />

y otros ministerios, cuando lo pedia Ja sacra<br />

ceremonia , estaba siempre la cabeza <strong>de</strong>scubierta<br />

á los ra vos <strong>de</strong>l sol, aunque fuese ar<strong>de</strong>ntísimo y <strong>de</strong>l<br />

mediodía: v porque eslas acciones eran muy frecuentes,<br />

tema la cabeza pelada y abrasada.<br />

50 Estando una noche muy fría estudiando<br />

con sola una ropa <strong>de</strong> paño pardo, como lo usan<br />

los déla Compañía, la cual oslaba muy gastada,<br />

y exhortándole uno á tomar otro , por no morir <strong>de</strong><br />

frío ; le respondió risueño su razón ordinaria: Ni<br />

tengo otra , ni la quiero : las <strong>de</strong>más ropas son <strong>de</strong><br />

la dignidad , no son mías: para mí <strong>de</strong> invierno y<br />

verano me basta esta sola : con ella me contento,<br />

ni quiero tener otra en mi vida. A otro, que lo<br />

exhortaba á que se <strong>de</strong>jase calentar la cama; respondió<br />

: Tengo un lindo modo <strong>de</strong> no sentir el<br />

frío <strong>de</strong> la cama ; y es , llevar tan frío el cuerpo,<br />

que en su comparación la cama no lo parezca.<br />

Pasaba frecuentemente las noches sin entrar en<br />

calor , mayormente no cenando , y siendo tales los<br />

abrigos <strong>de</strong> la cama : y al modo que los hombres<br />

sensuales, huyendo el pa<strong>de</strong>cer, buscan todas las<br />

comodida<strong>de</strong>s y se entregan al gozo <strong>de</strong> todos los<br />

<strong>de</strong>leites; el santo car<strong>de</strong>nal, criado en tan gran regalo<br />

, andaba en busca <strong>de</strong> lodas aquellas cosas que<br />

le hacian pa<strong>de</strong>cer y afligían mas gravemente su<br />

cuerpo. Retiróse una vez á darse á mas oración<br />

en una <strong>de</strong> las celdas que fabricó para los espirituales<br />

en el seminario <strong>de</strong> la Canónica , y era tiempo<br />

<strong>de</strong> lluvias: Rautista Castaño, su camarero , le<br />

rogó con instancia <strong>de</strong>jase aquel lugar, porquo<br />

caía agua en gran copia <strong>de</strong>l techo, que le bañaba<br />

todo, y apenas pudo alcanzar poner una tabla sobre<br />

la cama, que podia reparar mal el agua , v<br />

no quiso salir <strong>de</strong> allí , aunque en el seminario había<br />

otras estancias acomodadas en que retirarse.<br />

Gozábase <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer esta molestia, mostrando<br />

en los hechos lo que dijo alguna vez , que sentía<br />

contento en estas aflicciones: y se le veia en el<br />

rostro; porque en ellas daba muestras <strong>de</strong> alegría,<br />

que es testimonio gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sasimiento <strong>de</strong> sí<br />

misino, y <strong>de</strong> una extremada unión con Dios.<br />

Siendo huésped en casa <strong>de</strong> un obispo <strong>de</strong> su provincia,<br />

sentado á la mesa, oyó locar instrumentos para<br />

música, <strong>de</strong>sagradóle gran<strong>de</strong>mente, y reprendiólo<br />

diciendo : El obispo ha do repugnar á lodas las<br />

cosas que <strong>de</strong>leitan el sentido. Viendo otra vez á<br />

uti sacerdote , su ministro , beber fuera <strong>de</strong> comida,<br />

le corrigió con <strong>de</strong>cirle , que consintiendo al apetito<br />

<strong>de</strong>l gusto , se le haría esclavo, y quo al día siguiente<br />

volvería á beber á aquella hora : y excusándose<br />

conque solamente se habia enjuagado, le<br />

dijo , que aquella aun era sensualidad, quo <strong>de</strong>bia<br />

mortificarse , y pa<strong>de</strong>cer la sed, y así lo hacia el<br />

santo.<br />

51 Quiso Dios premiar laníos trabajos y<br />

virtu<strong>de</strong>s heroicas <strong>de</strong> san Carlos, y así se dispuso<br />

para una muerte felicísima con los ejercicios espirituales<br />

<strong>de</strong> san Ignacio, que un mes antes hizo en el<br />

monte Váralo, y se los dio el padre Francisco<br />

Adorno, déla Compañía do Jesús, su confesor y<br />

padre espiritual, muy querido <strong>de</strong>l santo , por cuya<br />

dirección se gobernaba y á quien tenia dada la<br />

obediencia. Era gran siervo <strong>de</strong>. Dios, como elegido<br />

<strong>de</strong>l santo car<strong>de</strong>nal para aprovechamiento <strong>de</strong><br />

su espíritu: teníale tanto respeto san Carlos, que<br />

si pasaba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él, aunque estuviese durmiendo<br />

, le hacia reverencia con profunda inclinación<br />

<strong>de</strong> la cabeza. Ilacian juntamente los ejercicios todos<br />

los criados <strong>de</strong>l santo. El padre Adorno se le-

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