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OCTUBRE, 12
Dios ha obrado después de su muerle por su intercesión
, han hecho siempre mas pública y mas
auténtica su santidad.
13 Benedicto XIII, le beatificó solemnemente
, y Clemente XIII, le puso en el catálogo de los
santos, habiendo antes aprobado ó este efecto los
dos milagros siguientes.
14 El primero se obró en la ciudad de Ascoli
con Genaro Ranali, italiano, al cual, habiéndolo
salido el año 174-4- un tumor en el sobaco izquierdo
que le causaba intensísimos dolores, se le hizo
abrir en Yiena do Austria por un famoso cirujano
español; pero esta operación no le produjo el menor
alivio , antes se le abrieron otras dos llagas , de
las cuales saha mucha sangre y materia do mala
calidad : consultó á otros cirujanos hábiles, y entre
ellos á Molinari, que era cirujano del emperador;
pero ninguno supo curarle ni aliviarle
con todos los remedios y operaciones de su facultad;
por loque todos le amenazaban que su mal
pararía á una mortal gangrena; en vista de lo que
le aconsejaron , volvióse á Italia , á probar si con
los aires nativos lograría algún alivio : púsose en
camino, y con increíbles trabajos , yendo de un
hospital á otro, descubriendo en todos su mal,
llegó por fin á Ascoli; y oyendo los milagros que
el Señor obraba por el beato Serafín , se fué á la
iglesia délos padres capuchinos, donde hizo al
santo una fervorosa oración : llegó en esta ocasión
el padre guardián . quién exhortándole á confiar
en la protección del santo , hizo sobre las llagas la
señal de la cruz con el mismo crucifijo que traia
el santo mientras vivia: continuó el paciente su
oración , y de improviso se conoció curado , movió
el brazo , y se halló sin dolores: descubrió las llagas
, y las vio cerradas y curadas perfectamente,
quedándole el brazo sano y bueno.
13 El segundo sucedió en la misma ciudad
de Ascoli, á 12 de octubre de 1761, con Hugo
Antonio Carteli, vecino de la misma ciudad. Hallándose
en la edad-ya de setenta y cuatro años,
fué acometido de una perlesía en la mano izquierda
, dejándosela como si fuera muerta , y destituida
totalmente del movimiento, del sentido y del
calor: padeció por espacio de cuatro meses este
mal, sin hallar alivio alguno en los muchos remedios
de que usó; pero en el dia 12 de octubre, en
que se celebra la fiesta del santo, fué á la iglesia
délos padres capuchinos, y puesto delante del
altar del santo, lleno de una fé muy viva, dijo
con sencillez al santo : Mira cómo lo has de hacer,
porque yo no me tengo de ir de aquí sin estar sano.
Continuando esta oración , con la mano derecha
sacó la siniestra del pañuelo de que la llevaba
pendiente , y la puso sobre el altar; y á
poco tiempo sintió que ya estaba enteramente
sana y buena; luego exclamó: Bendita sea la
santísima Trinidad , ¡ y qué admirable es Dios en
sus santos I Como la iglesia estaba llena de gente,
acudieron todos á ver el milagro, y á reconocer
la mano paralítica , y la hallaron fuerte, robusta,
de buen color, y restituido á ella el sentido y calor
natural, como si en ella no hubiese padecido ningún
mal.
LA LEYENDA DE ORO 91
* NUESTRA SEÑORA DEL PILAR. — Es tradición
de la Iglesia de España, que la santísima
Virgen María, desde los primeros tiempos de la
Iglesia tuvo capilla y altar en la ciudad de Zaragoza,
desde donde se propagó su culto y devoción
á los demás pueblos de nuestra Península. El
origen de esto se atribuye á haberse aparecido
nuestra Señora . antes de su gloriosa asunción , al
apóstol Santiago en Zaragoza sobre una columna
de mármol, de donde aquella Iglesia tomó el nombre
del Pilar. La devoción de todos los españoles
á la soberana Reina de los ángeles, fomentada
en lodos tiempos por los favores y mercedes de
aquella amabilísima Señora, ha hecho después
levantar por todas partes otros suntuosos templos
y capillas dedicadas á su honor , manifestando
siempre en ellos cuan gratos le son nuestros obsequios
por medio de los grandes bienes que por su
conducto hemos recibido y recibimos continuamente
del cielo.
Los SANTOS EVAGRIO , PRISCIANO , Y SUS COM­
PAÑEROS, MÁRTIRES. — Derramaron su sangre por
la fé de Jesucristo , reinando el emperador Decio,
por los años de 250. Su martirio, según el cardenal
Raronio , tuvo lugar en la ciudad de Roma.
SAN EDISTIO. MÁRTIR. — Era de Ravena y habia
abrazado la religión cristiana á vista de la
constancia y de los milagros de los mártires. Acabábase
ya la persecución suscitada por el emperador
Díocleciano , cuando fué este santo llevado al
tribunal del juez pagano , y negándose á adorar á
los dioses, fué decapitado en su misma patria en
el camino de Loreto, el año 308. Su sagrado
cuerpo fué sepultado en el mismo lugar del martirio
, y después colocado en una iglesia dedicada á
su nombre.
SANTA DOMNINA, MÁRTIR. — Nació en Licia.
Ocupada en los deberes de su estado y en la práctica
de todas las virtudes cristianas, fué presa por
unos licuores griegos, y conducida á la presencia
del prefecto. Allí confesó á Jesucristo con voz entera
y ánimo libre, detestando á los dioses falsos
y amenazando con la indignación del cielo á sus
adoradores. Después de esto fué cruelmente azotada,
y en seguida llevada á la cárcel, donde permaneció
algunos dias sin tomar alimento ni bebida.
Posteriormente la sacaron de la cárcel para
azotarla con mas crueldad que antes, descarnarle
todo el cuerpo , aplicarle planchas encendidas en
los costados, y romperle una porción de miembros.
En este lastimoso estado la condujeron otra
vez á su calabozo, y dentro de poco acabó en él
gloriosamente su vida, cantando divinas alabanzas,
el año 301.
LA CONMEMORACIÓN DE CUATRO MIL NOVECIEN­
TOS SESENTA Y SEIS SANTOS AFRICANOS.—Estos
santos , que celebra hoy la Iglesia, mártires y confesores,
fueron de África, y florecieron durante la
persecución de los vándalos, siendo rey el bárbaro
Unnórico. De ellos unos eran obispos, otros presbíteros
, otros diáconos y muchos seglares, y todos
sin distinción por defender la fé católica fueron desterrados
á un áspero desierto. Algunos de ellos
murieron por el camino en fuerza de los malos tra-