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La leyenda de oro 4.pdf

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DICIEMBRE , '¿¡><br />

tro , y como do cosa propia nuestra nos po<strong>de</strong>mos<br />

holgar.<br />

10 Porque si los ángeles vienen hoy <strong>de</strong>l cielo<br />

á hacer fiesta en la tierra , y alabar al Niño recien<br />

nacido, y darle música, con no haber lomado el<br />

Señor'su naturaleza, ¿qué habernos <strong>de</strong> hacer nosotros,<br />

viendo lan ennoblecida y ensalzada la nuestra<br />

y que ya somos parientes <strong>de</strong> Dios? <strong>La</strong> segunda<br />

cosa, conocer lo que <strong>de</strong>bemos á este Señor por<br />

este beneficio , y las obligaciones que nos corren<br />

por esle parentesco <strong>de</strong> Dios , porque sin duda que<br />

si algún rey lomase por mujer á una doncella pobre<br />

, que lodos los <strong>de</strong>udos <strong>de</strong> ella se honrarían con<br />

aquel casamiento, y procurarían tratarse, nó como<br />

antes, sino como <strong>de</strong>udos <strong>de</strong> la reina. Pues<br />

lo mismo <strong>de</strong>bemos nosotros hacer <strong>de</strong>spués que el<br />

Rey <strong>de</strong>l cielo se hizo participante <strong>de</strong> nuestra naturaleza,<br />

procurando <strong>de</strong>jar el traje viejo <strong>de</strong> las vilezas<br />

y bajezas pasadas, y vivir como hombres <strong>de</strong><br />

sangre real: y así dice san León , papa: «Conoce,<br />

ó cristiano, tu dignidad, y hecho ya particionero<br />

<strong>de</strong> la naturaleza divina, no quieras volverá las<br />

viejas costumbres <strong>de</strong> la villanía pasada. Mira <strong>de</strong><br />

cuya cabeza y <strong>de</strong> cuyo cuerpo eres miembro : y<br />

mira que el precio <strong>de</strong> tu rescate es la sangre <strong>de</strong><br />

Cristo: el cual te juzgará con verdad ; asi como<br />

te redimió con misericordia. » Pero en lo que principalmente<br />

<strong>de</strong>bemos poner los ojos, es en el pesebre,<br />

y estar atentos á lo que este Maestro divino<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella cátedra celestial nos enseña, no hablando<br />

sino callando: Niño es, y juntamente Verbo<br />

<strong>de</strong>l Padre , cuya niñez habla, y todas las cosas<br />

que intervinieron en el sagrado parto , claman y<br />

nos predican menosprecio, humildad , pobreza y<br />

trabajo. El establo, el pesebre, los pañales, la<br />

<strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z , el <strong>de</strong>sabrigo, el trio , la compañía <strong>de</strong><br />

bestias, ¿qué otra cosa son, sino voces <strong>de</strong>l niño recien<br />

nacido , y una doctrina <strong>de</strong>l cielo , que nos<br />

enseña que no es tan mala la pobreza, como pensamos,<br />

ni tan bienaventurados los ricos , como el<br />

mundo cree ; y que la humildad es la escalera <strong>de</strong>l<br />

cielo, y el <strong>de</strong>leite cuchillo <strong>de</strong> la virtud? « No consuela<br />

la niñez <strong>de</strong> Cristo (dice san Bernardo) á los<br />

parleros , ni sus lágrimas consuelan á los que dan<br />

gran<strong>de</strong>s risadas , no consuelan sus pañales á los<br />

que andan ataviados y galanes , no consuelan el<br />

pesebre y el establo á los que aman las primeras<br />

cátedras en las sinagogas; sino á los que con paciencia<br />

aguardan en silencio la consolación divina<br />

y lloran. » O Cristo se engaña (dice el mismo<br />

san Bernardo ) ó el mundo yerra: Cristo no se pue<strong>de</strong><br />

engañar; porque es Sabiduría eterna : y pues<br />

escogió para si la pobreza, la humildad y la aspereza<br />

, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que entró en esta vida, hasta que<br />

salió <strong>de</strong> ella , siempre se vistió <strong>de</strong> esta librea , y<br />

nos exhortó con obras y con palabras ó vestirnos<br />

<strong>de</strong> ella, claro está que lo que él escogió es<br />

lo mejor, y que nosotros, siguiendo la opinión <strong>de</strong>l<br />

mundo, vamos errados. Porque ¿cómo pue<strong>de</strong> ser<br />

bienaventurado el que tiene mas honra en el mundo?<br />

¿El que bebe los vientos por poner el pió<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su igual? ¿El que preten<strong>de</strong> cargo y<br />

mando, y se hace esclavo <strong>de</strong> muchos, por mandar<br />

y po<strong>de</strong>r? ¿Y muchas veces lo compra con<br />

LA LEYENDA DE ORO. i 9 o<br />

tantos y tan congojosos cuidados, y con la hacienda,<br />

y con su vida y con su alma? ¿Cómo las riquezas<br />

pue<strong>de</strong>n dar contento al hombre ; pues se<br />

adquieren con trabajo, y se guardan con temor,<br />

y se pier<strong>de</strong>n con dolor? ¿Cómo pue<strong>de</strong> dar hartura<br />

al alma , que fué criada para solo Dios, una<br />

cosa lan vil y tan apocada, como la hacienda,<br />

que está sujeta á tantos casos é infortunios <strong>de</strong><br />

per<strong>de</strong>rse ? Finalmente, ¿cómo pue<strong>de</strong>n hacer feliz<br />

al hombre las cosas quo no lo pue<strong>de</strong>n hacer virtuoso<br />

, y que están fuera <strong>de</strong>l hombre? Pues ¿qué<br />

diré <strong>de</strong> los gustos y <strong>de</strong>leites <strong>de</strong> nuestra carne que<br />

lanío nos arrebatan y llevan en pos <strong>de</strong> si? [Qué<br />

sucios , qué breves, qué engañosos son , é indignos<br />

<strong>de</strong> la excelencia <strong>de</strong>i hombre, que nació para<br />

trabajar, como el ave para volar I Pues que<strong>de</strong> esto<br />

sentado en nuestros pechos, y muy lijo en nuestros<br />

corazones, que nuestra bienaventuranza consiste<br />

en conocer , amar, y servir al Señor: y (pío<br />

aunque las honras y riquezas son bienes indiferentes,<br />

y <strong>de</strong> los cuales se pue<strong>de</strong> usar bien y mal ; pero<br />

que comunmente son ocasiones <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s pecados<br />

: y que el oslado pobre y humil<strong>de</strong> es mas<br />

seguro , y mas aparejado para hallar á Dios en<br />

el establo <strong>de</strong> Belén: y para enseñarnos eslo,<br />

quiso él serrechnado en el pesebre , y que su sacrosanto<br />

nacimiento fuese por el ángel revelado<br />

á los pastores, gente humil<strong>de</strong> y pobre, y quo<br />

ellos fuesen lo primeros que le buscasen, hallasen<br />

y adorasen. Y juntamente en este hecho nos enseñó,<br />

que el oficio <strong>de</strong> buen pastor es velar y apacentar<br />

su ganado; y que los prelados espirituales,<br />

y principes temporales, y lodos los gobernadores<br />

<strong>de</strong> la república,}' padres <strong>de</strong> familias, <strong>de</strong>ben velar<br />

y procurar, con gran solicitud y cuidado, dar saludables<br />

pastos á sus ovejas, y curarlas <strong>de</strong> la roña,<br />

y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlas <strong>de</strong> los lobos, para dar buena cuenta<br />

<strong>de</strong> ellas á esle Niño hoy nacido; porque es el sumo<br />

pastor que se las encomendó: y el que no tuviere<br />

esla obligación , por no tener cargo <strong>de</strong> otros , sea<br />

pastor <strong>de</strong> sí mismo, y vele sobre sí : oiga y obe<strong>de</strong>zca<br />

á la voz <strong>de</strong>l ángel: busque al Señor : adórele<br />

y alábele; porque nació para salvarle y para<br />

su bien.<br />

11 Mas entro todas las cosas <strong>de</strong> que nos <strong>de</strong>bemos<br />

gozar en el nacimiento <strong>de</strong> nuestro Salvador,<br />

una es, <strong>de</strong> las excelencias y gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> la santísima<br />

Virgen, y darle el parabién <strong>de</strong>l nuevo y dichoso<br />

Hijo, que con tantos privilegios y prerogativas<br />

divinas dio al mundo: porque así como elia<br />

es la puerta <strong>de</strong>l cielo por la cual se nos comunicó<br />

esla gran<strong>de</strong> luz ; así por ella habernos <strong>de</strong> entrar<br />

para ver la misma luz, y ser particioneros <strong>de</strong>l gozo<br />

inefable que ella en su sagrado parlo recibió , quo<br />

sin duda fué inmenso , in<strong>de</strong>cible ó incomprensible<br />

: y para significárnosle , concluye su historia<br />

<strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong>l Señor el evangelista , con <strong>de</strong>cirnos<br />

, que esta Señora guardaba en su corazón<br />

los misterios y maravillas que veia , y las confería<br />

entre sí para alabar y manifestar mas al Señor.<br />

¿Quién podrá dignamente explicar los gozos y<br />

alegrías <strong>de</strong> aquella santísima Virgen, que por lodas<br />

partes estaba cercada do tantas maravillas,<br />

y en un profundo piélago <strong>de</strong> tantos misterios , y

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