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NOVIEYÍimE , J
LA LEYENDA DE ORO. 231
¿con ouímlo mnvor cuidado debemos los cristianos fio los santos, debemos tener por cosa muy agra-
solemnizar la dedicación de nuestros templos , que dable á Dios , y provechosa para nosotros , el
son tanto mas excelentes, que el del viejo Testa­ fundar iglesias ¡t!p y capillas , en que ol Señor sea
mento . cuanto va del cuerpo á la sombra, do lo glorificado, y amplificado su culto; porque es acto
figurado á la figura , del dia á la noche , y de lo de piedad y religión , y una testificación de nues­
vivo a lo pintado? Y si ladedicacion dealgunas igletra fé , y de la religión que profesamos: especialsias
particulares tienen sus particulares fiastas, y mente en estos tiempos tan lastimosos y misera­
se celebran en aquellos lugares donde se dedicables , en que la rabia do los herejes , armada con el
ron: ¿con cuánta mas razón so debe celebraren poder de algunos príncipes furiosos y sacrilegos,
toda la Iglesia la dedicación de aquel templo, que en algunas partes ha puesto las manos on los tem­
es templo do los templos, y el primero que tuplos
do Dios , y pegádoles fuego , y arruinádolos,
vieron los cristianos , para ejercer públicamente, y
como lo hicieron antiguamente los Dioclecianos,
sin temor, ni rezólo , los oficios y misterios divi­
Alaximianos , y otros tiranos y monstruos, quo
nos, y que fué dedicado al Salvador del mundo por
persiguieron la santa Iglesia.
un emperador tan poderoso y religioso, como fué
4 También se lia de advertir que, puesto ca­
Constantino, y consagrado por el papa san Silso
que en todo lugar se puedo orar , porque en
vestre , y dado por modelo y dechado de la con­
lodos esta Dios , y nos oye , y él mismo nos ensesagración
de los demás ? Fuera de este templo ,
ña quo para orar entremos en nuestro aposento
mandó hacer otros muchos el emperador Cons­
y secreto retraimiento ; poro que las oraciones pútantino
en Homa, en Constantinopla y en Jeru—
blicas se deban hacer en lugar público , que es la
salen , y en otras partes , con maravillosa traza,
iglesia , y que aun las particulares , bochas en ella,
increíbles gastos y dones . que les dio : y algunos
son mas eficaces que las que se hacen fuera ,
dedicó con tan extraordinario aparato, como fué
mo lo prueba san Juan Crisóstomo : el cual dice:
el templo de Jerusalen , á cuya dedicación llamó á
«Algunos se excusan fríamente de venir á la igle­
lodos los obispos, que estaban juntos en el concisia
, diciendo , que también pueden orar en su calio
de Tiro : queriendo el piadoso emperador mossa;
pero engáñanse , y están en un grande error :
trar su fé con estas obras, y honrar al Señor, quo
porque , aunque es verdad que al hombre es licito
le habia dado el imperio, y la luz del cielo , para
orar en su casa ; poro no es posible que ore tan
conocerle y servirlo , y enseñar con su ejemplo ,
bien en ella, como en la iglesia, donde están
cuan debido servicio y acepto es al Señor, el
otros que le ayuden; y la oración de uno solo no es
quo se le hace en edificar iglesias , y adornarlas de
• tan eficaz , como la que va acompañada de las
imágenes, de vasos preciosos, do ornamentos ri­
oraciones de muchos: y per esto san Pablo dice ,
cos, y de lodo lo quo puede acrecentar el cullo
que Dios le había librado do los gran les peligros
divino , y despertar y avivar mas la devoción de
por las oraciones de muchos: y san Pedro fué li­
los lieles, y levantar los corazones á Dios: el cual,
brado de la cárcel por las oraciones de toda la
dado que es inmenso , y que los cielos de los cie­
Iglesia. Y cuando oramos en la iglesia, no solo nos
los no le pueden comprender, y que todo lo de
avudan los otros hermanos nuestros, que oran en
la tierra es como un poco de basura , cotejado con
ella . sino mucho mas los ángeles , que con aquella
su soberana majestad: poro es lan bueno y tan
ocasión suplican á Dios, que oiga á los que oran,
benigno, que no mira tanto á lo quo él merece,
y les otorgue lo que piden. » Esto es de san Juan
como á lo que nosotios le podemos dar , y al co­
Crisóstomo. La razón de esto es; porque la misma
razón con que so lo damos y ofrecemos; y por
iglesia , que es casa de oración , y casa del So-
esto recibo do nosotros , lo que él mismo nosdió, y
ñor (como dijimos), nos está amonestando quo.
acepta la plata y el oro , sedas y telas y co­
nos recojamos , y despidamos torios los otros cuisas
preciosas, que ofrecemos á sus templos con
dados , y no tratemos en ella, sino de oración; y
agrado , por ser las que nosotros mas estimamos, y
así dijo san Agustín : «En el oratorio ninguno ha­
de mayor precio acá en la tierra , y ser señal que
ga otra cosa , sino aquella para que se luzo , y de
con ellas le presentamos nuestro corazón, sin el cual
donde llene el nombre, y se llama casa de ora­
ninguna cosa le agrada. Este ejemplo del emperación.
» Y á mas de oslo , el ver oran á los otros ,
dor Constantino han seguido muchos príncipes,
pega devoción , como dice san Juan Crisóstomo, y
reyes , emperadores, y santísimos pontífices, edi­
el saber que están presentes los ángeles , y el Rey
ficando muchos y muy señalados templos, do­
de los ángeles ea el santo Sacramento del altar,
tándolos do grandes posesiones, heredados y ren­
dispierla mucho nuestra tibieza, y enciende nuestas
en diversas provincias de la cristiandad, y aun
tros helados corazones: y la misma consagración
han convertido los templos suntuosos de los gen­
ó bendición de la iglesia nos convida, ayuda, y
tiles en iglesias, consagrándolos á Jesucristo nues­
da fuerza á nuestra oración , para que suba al cietro
Redentor; para que,como habian sido templos
lo , y nos traiga de allá lo que deseamos, y pe­
del demonio, lo fuesen de Dios, y en aquellos
dimos al Señor. En la dedicación del templo,
mismos lugares floreciese nuestra sania religión ,
que hizo Salomón , lo dijo el Señor. «Yo he oído
en que antes había reinado la superstición sacrile­
tu oración , y he escogido esto lugar para casa de
ga , reverenciando al príncipe de las tinieblas.
sacrificio. Si yo cerrare el cielo , para quo no llue­
' 3 Do manera, que enseñados con la festividad
de la Dedicación de la iglesia del Salvador , que
hoy celebra la Iglesia, y coa la doctrina y ejemplos
va, y mandare á la langosta que destruya la tierra
, y enviare pestilencia sobre mi pueblo; y él se
convirtiere, y me suplicare y buscare mi faz , é