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272 LA LUYEN D; \ DE ORO. NoviKMHUE , li
por la dicha de recuperada con laníos favores de
María.
0 No solo ha favorecido y patrocinado María
santísima á España dentro de España , mas laminen
fuera de España y de Europa, dando á Portugal
en Oriente y á Castilla en Occidente , no solamente
nuevos reinos , pero nuevos mundos por
medio de Colon, Cortés, Pizarro , Gama y oíros
famosos descubridores de nuevas provincias y gentes
, poniendo María tantas coronas de oro en la
monarquía de España , cuantas los españoles han
consagrado de fé a Jesucristo. En la conquista del
reino de Méjico venció Cortés con pocos españoles
innumerables bárbaros , y en la del reino del Perú
con ciento y cincuenta soldados desbarató Pizarro
á doscientos mil peruanos; pero no es maravilla;
que alcanzasen eslos dos capitanes tales victorias,
si merecieron tener á María santísima de su parte,
que apareciéndose diversas veces acompañada de
Santiago en el ejército de los españoles, arrojaba
polvo á los ojos de los gentiles, piara que ciegos á
sus idolatrías, oslando sujetos á los españoles viesen
la luz de la 1V¡, por medio de aquellos que no
tanto pretendían sujetarlos al imperio de España,
cuanto á la fé de Cristo y culto de María santísima
: á la cual, como á principal Conquistadora
erigieron muchos templos eslos no menos piadosos
que valerosos capitanes. En Oriente no hay duda
que descubrió Vasco de Gama aquel nuevo mundo
con el favor de María santísima, debido á la piedad
y devoción del rey don Manuel de Portugal, que
la escogió por palrona de todas sus empresas fuera
de Europa, y la edificó un templo en la Barra de
Lisboa, (pie fuese como el de Janoen la gentilidad,
no sé si templo de la guerra ó de la victoria , abiei lo
á los soldados que iban á nuevas conquistas , para
que pidiesen socorro á María contra sus enemigos,
y llevasen negociada la victoria cuando iban á la
batalla, y pagó la Virgen esla piedad y conlianza
del rey, dándole muchas victorias en Oriento y
mediodia. Pues las victorias espirituales que alcanzó
aquel prodigioso apóstol del Oriente san
Francisco Javier de muchos centenares de millares
de bárbaros , resucitando la fé en muchos remos
donde antes se habia predicado, y plantándola en
otros muchos, donde nunca se habia oído ol nombre
de Cristo ; ¿quién no sabe que las alcanzó con
el patrocinio de María, á quien tomó en París,
Boma y Loreto, por palrona de sus empresas y
protectora de todas sus conquistas? .Mas no hay
para qué detenernos en decir, como laníos predicadores
evangélicos que han salido de España
para predicar la fé, destruir la idolatría y dilatar
el reino de Cristo en las Indias orientales y occidentales
, han conquistado tantos remos, alcanzado
tantas victorias y ganado tantas almas por ol patrocinio
de María; porque es claro , según enseña
la Iglesia, que María santísima es la que ha destruido
en lodo el mundo las herejías, y desterrado
los errores. Con lanías y tan continuadas victorias
ha crecido la monarquía española á la grandeza
que hoy tiene , desde que se vio reducida á la estrechura
de las Asturias , como aquella fuente del
libro de Ester, que primero se hizo rio, luego so
convirtió en luz , después en sol, y últimamente en
océano de inmensas aguas; así España de fuente
creció á río, de rio se convirtió en luz por la fé,
que volvió á resplandecer en ella ; luego gozó privilegios,
ó hizo el oficio de sol, alumbrando á las
parles mas remotas del mundo con los resplandores
de la fé , y con esto ha merecido ser como un
mar inmenso en la grandeza y dilatación de su dominio.
También se puede comparar á aquolia pequeña
piedra quo derribó la estatua soñada de
Nabucodònosor, compuesta de diversos metales,
y después de haber deshecho la estatua en polvo,
se hizo un monte grande (pie llenó toda la tierra ;
porque esla monarquía, echando por ol suelo las
estatuas de los ídolos, y reduciéndolas á cenizas,
se ha hecho latí grande , que ha llenado toda la
tierra: pues no hay parle en el mundo , adonde
no se extienda el imperio español á la sombra do
María, que, como tiene en toda la tierra el principado
, quiere que en toda la tierra le tengan los
españoles, á quienes con tan especial amor ha
tomado debajo de su patrocinio. Ni es menor la
devoción que en otros países se tiene á la santísima
Virgen. En e! remo de. Francia Luis XIII declaió
en 10 de febrero de 1033, y lo ratificó en 1037,
que lomaba á María por protectora especial do
todo el reino.
7 Mas con haber patrocinado María santísima
á nuestra monarquía desde sus principios , y
con haber tenido esta monarquía á María siempre
por palrona, reconociendo do su liberalísima mano
todas sus felicidades , se guard-ó para la piedad y
religión de nuestro católico monarca Polipo IV
(que esté en el cielo) la gloria de dar á María el
patrocinio de las Españas con la debida solemnidad
, y solicitar (pie se celebrase con este título:
porque considerando el piadosísimo rey cuántas
victorias había conseguido el cetro de España en
la mano de los reyes sus predecesores : cuántos
triunfos en la suya; y todos por su intercesión y
patrocinio : viendo también amenazada á España
por todas parles de las armas de sus contrarios, quo
como olas de un mar tempestuoso , en quo soplaban
I8s vientos de la envidia y el odio , acometían
á esta gran nave para anegarla si pudiesen;
queriendo agradecer á María las mercedes recibidas,
y empeñarla con el agradecimiento á nuevos
favores, alcanzó do la santidad do Alejandro Vil
quo se celebrase perpetuamente en España una
fiesta particular á nuestra Señora, con título del
Patrocinio , como se verá por el tenor de la bula,
en que el papa la concede: la cual me ha parecido
poner aquí; y escomo sigue.
8 «Alejandro, papa VII, para perpetua memoria.
La excelente piedad para con Dios, y devoción
para con la beatísima Virgen Maria, Maclro
de Dios, de nuestro carísimo lujo en Cristo Felipe
, rey católico de las Españas, junta con una
singular piedad para con nosotros y la sedo apostólica
, merece que favorezcamos cuanto nos es
concedido de lo alto á sus ruegos , enderezados a
aumentarla veneración de la beatísima Virgen.
Porque como el mismo rey Felipe (según nos hizo
saber) desee en gran manera, para dar gracias á