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h% LA LEYENDA Dí ORO. DICTEXERK . 23
sumida debajo de las olas de laníos y tan señalados
beneficios? ¿Qué sentina su piadoso y humilde
corazón, cuando veía en sus brazos al que por
su inmensa majestad no cabe en el cielo ni en la
tierra? ¿Cuc.ndo veía fajado y envuelto en pañales
al (pie viste á todas las criaturas; v reclinado
en un pesebre al que está sentado sobre los querubines
y serafines? ¿Qué sentiría viendo adonde
habían llegado las entrañas de piedad del Señor:
pues tanto por su vil esclavo se habia abatido y
humillado? ¿Cuando consideraba la singular gracia
que había hallado en los ojos de Dios; pues
entre todas las mujeres criadas y por criar, ella
sola fué escogida por madre suya? ¡Con cuánta
humildad reconocia esta grandeza ! ¡Con qué ojos
miraba al que así la miró ! ¡ Qué gracias le daba I
¡ Qué cantares le cantaba ! ¡ Con qué amor le respondía!
¡ Qué palabras le decía I ¡ Qué luces, qué
resplandores, qué ardores, qué sentimiento y afectos,
qué ternuras y dulzuras eran las de esta purísima
Virgen , cuando consideraba , que habia
concebido por virtud del Espíritu santo . y tenido
en sus entrañas nueve meses al Hijo de Dios, sin
pesadumbre ni fastidio, y parido sin dolor, y quedado
virgen siendo madre ! ¡ Cuando veia los
ángeles que descendían de! cielo á adorarle y
servirle, y darle música, y manifestarle á los pastores;
y á los mismos pastores que venían á reverenciar
v dar vasallaje á su Salvador y Señor!
Pues demos la enhorabuena á esta Señora, y gozémonos
de su gozo , y supliquémosla humildemente
, que pues parió á su precioso Hijo para
nosotros, nos alcanze gracia de su mismo Hijo,
para que no perdamos por nuestra culpa lo quo
él nos ganó por su gracia : y para que nazca en
nuestras almas de manera,que seamos particioneros
de todos los dones y bienes, que eon esle inefable
misterio y humildísimo nacimiento nos trajo
del cielo.
SANTA ANASTASIA , VÍRGENY MÁRTIR , Y SANTA
ANASTASIA, MÁRTIR. — Dos Anastasias celebra la
Iglesia, ambas romanas, ambas nobilísimas y mártires.
La primera , llama el Martirologio romano
Anastasia la anciana , á diferencia do la segunda,
que fué martirizada después. La primera, habiendo
escogido la vida monástica y perfecta ^como
dice el Metafraste) , y habiendo sido instruida de
la vírgen sania Sofía, en la persecución de Valeriano,
por mándalo de Probo, prefecto, fué presa,
encadenada, abofeteada, atormentada con fuego
y con azoles , y corlados los pechos, arrancadas
las uñas, quebrantados los dientes , y tronchados
los pies y las manos , fué degollada, y voló á su
esposo, vírgen y mártir,adornada de tan preciosas
jovas , y tantas, cuantos fueron sus tormentos. El
dia de su martirio fué á los 27 de octubre de! año
del Señor de 262.
2 La segunda Anastasia (cuvo martirio celebra
hoy la santa Iglesia) fué casada con un caballero
muy principal y de gran linaje , llamado
Pubüo. que era hombre fiero y cruel , y dado á la
adoración de sus falsos dioses; y por eslo aborrecía
á sania Anastasia, porque era cristiana, y siempre
se ocupaba en hacer bien y socorrer á los santos
confesores , que en la persecución atrocísima do
los emperadores Díocleciano y Maximiano estaban
presos, y eran atormentados por la fé de Jecristo.
El Melafrasle dice que sania Anastasia
conservó su virginidad, y que Publio. su marido,
no llegó á ella, poro afligióla sobre manra: encerróla
en un aposento de su casa, dándole do comer
por lasa para quo acabase presto sus días , y tratándola
tan desapiadadamente , que la santa tuvo
necesidad de escribir dos cartas á san Crisógono,
mártir, quo á la sazón oslaba también preso en
Roma , rogándole que la favoreciese con sus oraciones
delante del Señor : y san Crisógono le respondió
oirás dos cartas que pusimos en su vida, y
la consoló y animó para la corona del martirio.
Pero sucedió , que en el mismo tiempo que olla
eslaba tan angustiada y afligida , el emperador
üiocleciano envió á Publio,su marido, por embajador
al rey do Persia: el cual partiendo de Roma,
la dejó en la misma cárcel, con intento de darle la
muerte cuando volviese de Persia: mas por voluntad
de Dios cayó malo en el camino, y murió, pagando
con la muerte temporal y cierna , los desafueros y
tiranías que contra santa Anastasia había usado:
y ella quedó libre y señora dn sí y ele su hacienda,
y la empleó toda en servicio y sustento de los pobres
, especialmente de los santos confesores y
mártires, como lo habia prometido. Era cosa maravillosa
ver el ardor y afecto con que esta bienaventurada
viuda y virgen se empleaba en visitar
las cárceles, que estaban llenas de santos mártires,
y cómo los consolaba, y recreaba v limpiaba sus
llagas, y aliviaba sus penas, y enterraba sus cuerpos
muertos, y en todas las cosas se trataba para
con ellos como una sierva y esclava. Pero entendiendo
en estas santas obras, el Señor, que la habia
librado del marido . quiso darle el premio de
ellas, y quo la que con tanta candad y humildad
servia á los mártires , no careciese de la corona
del martirio. Fué presa por un prefecto, y echada
en una áspera v horrible cárcel, donde santa Teodora
(que ya habia consumado su martirio y reinaba
en el cielo con Cristo) dos meses la sustentó
con manjares traídos del cielo.
3 Al cabo de ellos la bienaventurada santa
Anaslasia fué puesta en una nave con doseienlos
hombres cristianos, y setenla (Usuardo y Adon
dicen setecientas) mujeres, para quo se ahogasen
en el mar: pero la nave, guiada de la providencia
del Señor , llegó á la isla Palmaria, donde santa
Anaslasia fué atada á unos ríalos y levantada algo
de tierra. Pusieron fuego debajo; y así fué quemado
su cuerpo, y purificada su bendita alma que
eslaba mas encendida y resplandeciente con el
fuego riel divino amor, que su cuerpo con las llamas
del otro fuego material, con que quedó abrasado
y consumido. 'Lodos los otros sanios que
habían venido con ella murieron por el Señor
con varios géneros de tormentos y muertes: entre
los cuales eslaba uno llamado Euliciano , hombre
muy sencillo y sin malicia alguna. Era muy rico:
(pilláronle toda la hacienda ; y él no mostró pena
alguna por ello : porque tenia puesto su corazón
donde eslaba su tesoro, y preguntado, nunca res-