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La leyenda de oro 4.pdf

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470 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 17<br />

nilla <strong>de</strong> la choza don<strong>de</strong> se estuvieron , hasta que<br />

pasando por allí una pobre viuda, que andaba<br />

recogiendo limosna , para poner en estado una<br />

hija doncella que tenia á pique <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rse por<br />

muy pobre y muy hermosa , pidiendo ella <strong>de</strong> afuera,<br />

y respondiendo Franco <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su choza;<br />

le dijo tomase aquellas monedas <strong>de</strong> <strong>oro</strong> que lo<br />

habían <strong>de</strong>jado en aquella ventanilla , y encomendase<br />

á Dios á quien las había <strong>de</strong>jado , sin duda<br />

para que remediase á su hija. Agradóse tanto la<br />

Virgen santísima <strong>de</strong> esta acción , que la noche<br />

siguiente se le apareció cercada <strong>de</strong> gran claridad<br />

y hermosura ; y trayendo en su mano un ramo<br />

ver<strong>de</strong> , que en vez <strong>de</strong> flores tenia muchas monedas<br />

<strong>de</strong> <strong>oro</strong>, le dijo : Yo he bajado <strong>de</strong>l cielo por<br />

mandado do mi llijo a darle á enten<strong>de</strong>r que tu<br />

vida lo es muy agradable : no temas : persevera;<br />

que la c<strong>oro</strong>na <strong>de</strong>l vencimiento se da al que persevera<br />

hasta el fin : y por la caridad que tuviste<br />

con aquella pobre mujer, te dará el premio significado<br />

por estas monedas, que se da en el cielo<br />

á los que fielmente trabajan.<br />

10 Desapareció la sacratísima Virgen : y no<br />

haciendo á Franco confiado los favores ( porque<br />

en los justos al paso <strong>de</strong>l amor va el recelo), se<br />

dló ó mas rigurosas penitencias, doblando los ayunos<br />

, multiplicando las disciplinas y quitando <strong>de</strong>l<br />

poco sueño que á las noches tomaba. Ciñóse al<br />

cuerpo una gruesa ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> hierro , tan estrecha<br />

y apretada , que apenas so podia mover con su<br />

¡íeso ; pero dándole fuerzas el amor , no solo se<br />

la ro<strong>de</strong>ó al cuerpo , sino que con la continuación<br />

se la incorporó en la carne con tanto <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

mortificarla , que ni un solo punto la apartó <strong>de</strong><br />

sí hasta el dia <strong>de</strong> su muerte. Esta ca<strong>de</strong>na le vistió<br />

el cuerpo <strong>de</strong> llagas; pero él, no contento con ellas,<br />

las renovaba con crueles disciplinas. Es la santidad<br />

como especio aromática , que presto se exhala y<br />

difun<strong>de</strong>: así la <strong>de</strong> Franco se exhalaba <strong>de</strong> suerte,<br />

que su mayor mortificación eran las alabanzas<br />

que los pueblos circunvecinos le daban : pero él,<br />

como verda<strong>de</strong>ro humil<strong>de</strong> , <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> huirlas, se<br />

fué hacia Groti, su patria , y á milla y media <strong>de</strong>l<br />

lugar, hallando un bosque cerrado <strong>de</strong> malezas,<br />

en lo interior <strong>de</strong> él edificó una casilla, á quien no<br />

<strong>de</strong>jó ninguna luz , don<strong>de</strong> negado á visitas , aclamaciones<br />

y todo alivio humano , gastaba lo mas<br />

<strong>de</strong>l día y noche en oración , favorecido <strong>de</strong> Dios,<br />

y <strong>de</strong> su Aladre María santísima , que habiéndole<br />

llevado á la soledad , tenían con él dulces y frecuentes<br />

coloquios; P<strong>oro</strong> ni aquí quiso tampoco su<br />

divina Majestad que su santidad se ocultase ; antes<br />

bien con una singular maravilla (entre otras)<br />

la aplicó para común beneficio.<br />

11 El concejo <strong>de</strong> Groti hacia una solemne<br />

fiesta , y para ella convidó á todos los ermitaños<br />

<strong>de</strong> aquel territorio. ExcusóseFrancocon humildad,<br />

pero venciólo la villa , por disposición divina sin<br />

duda: con que asistió ala fiesta y convite. En<br />

medio <strong>de</strong> la comida , uno <strong>de</strong> los convidados, instigado<br />

sin duda <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio, viendo comer á<br />

Franco como abstinente, comenzó á blasfemar<br />

<strong>de</strong> su santa vida y acciones , diciendo era un hipócrita<br />

, engañador y falsario, y que ahora se<br />

vendia santo ermitaño, y afectaba el ser bueno ,<br />

cuando no le permitía su vejez el ser malo y vicioso.<br />

Oyó el santo estas injurias con el gusto que<br />

el mas vano pudiera sus alabanzas : y creyendo<br />

por su humildad , que aquel hombre le queria<br />

bien, pues le <strong>de</strong>cía la verdad tan sin rebozo , se<br />

lo agra<strong>de</strong>ció, y <strong>de</strong>spués le dijo: Hermano, <strong>de</strong> mí<br />

se pue<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>ben creer peores cosas <strong>de</strong> las que<br />

me has dicho : solo <strong>de</strong> una cosa me pesa, que es<br />

el escándalo que has dado á los circunstantes, con<br />

tanto <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> tu alma. Entonces el hombre,<br />

tan lleno <strong>de</strong> pasión como <strong>de</strong> vino , añadió: Yo<br />

he dicho la verdad en lo que he dicho ; y digo<br />

mas, que así tú eres bueno y te pue<strong>de</strong>s salvar ,<br />

como vober á vivir este capón que está en e!<br />

plato. ¡ Cosa maravillosa! Apenas el maldiciente<br />

acabó eslas razones tan sin razón , cuando el capón<br />

saltó <strong>de</strong>l plato, vivo y vestido <strong>de</strong> sus plumas,<br />

como eslaba antes que lo <strong>de</strong>stinasen al convite, y<br />

juntamente el <strong>de</strong>monio se entró en el cuerpo <strong>de</strong>!<br />

blasfemo , cuyos dolores llenaron <strong>de</strong> un horror sagrado<br />

á los presentes. Confundióle Franco con la<br />

maravilla : agra<strong>de</strong>cióla al Señor , y no sufriendo<br />

que su crédito fuese á costa <strong>de</strong> otro , rogó por la<br />

salud espiritual y corporal <strong>de</strong> aquel hombre : y<br />

haciendo sobre él la señal <strong>de</strong> la cruz , quedó libre,<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio en el cuerpo y en el alma, y todos<br />

los presentes con nueva estimación <strong>de</strong> Franco<br />

y <strong>de</strong> su gran virtud y santidad.<br />

12 Con milagros tan patentes temió Franco<br />

¡a gloria vana <strong>de</strong>l mundo y sus honores; pero<br />

porque no se introdujese en su corazón , permitió<br />

el Señor que le tentase el <strong>de</strong>monio en el pecado<br />

<strong>de</strong> la sensualidad : así para su humillación , como<br />

para dar nuevo aumento á sus c<strong>oro</strong>nas. Estando,<br />

pues, reposando una noche , le trajo á la memoria<br />

los pecados y torpezas <strong>de</strong> su mocedad , y las<br />

mujeres, con quienes las habla ejecutado. <strong>La</strong> memoria<br />

encendió el fuego , y su imaginación tan<br />

fuerte batería , que á no valerle el socorro <strong>de</strong>l<br />

Señor , se hubiera perdido. Pidióle favor : armóse<br />

<strong>de</strong> la disciplina ; pero mas se abrasaba : porque<br />

el <strong>de</strong>monio , viendo la resistencia , anadia<br />

leña al fuego. Reconociendo que tantas llamas no<br />

eran <strong>de</strong> su natural, sino <strong>de</strong> su torpe enemigo , se<br />

<strong>de</strong>snudó en carnes , y en una cama <strong>de</strong> zarzas y<br />

abrojos , que contra estas y semejantes tentaciones<br />

tenia prevenida, se acostó; y tanto lo refregó<br />

en las espinas, que salió bañado en su misma sangre.<br />

De aquí so fué á un lago <strong>de</strong> agua frígidísima<br />

y arrojándose <strong>de</strong>ntro, templó con su frialdad los<br />

ardores <strong>de</strong> su carne : y por quitarle mas los brios,<br />

volvió á tomar tan fuerte disciplina, que mas parece<br />

tiraba á quitarse la vida , que á huir <strong>de</strong> la<br />

tentación. Viendo el <strong>de</strong>monio que no le vahan<br />

sus trazas , buscó otras nuevas. Apareciósele en<br />

forma <strong>de</strong> una dama muy hermosa , que mostraba<br />

gran<strong>de</strong> compasión en sus dolores , y le dijo : O<br />

pobre y engañado hombre , ¿ qué haces? ¿ Nó sabes<br />

que pecas en quitarle la vida por tu mano?<br />

¿ Nó ves que estos sentimientos, que ha hecho tu<br />

carne, son movimientos naturales , en los cuales<br />

ni hay mérilo , ni <strong>de</strong>smérito? ¿Para qué así la<br />

afliges y maltratas? Dios me envia para que yo

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