La leyenda de oro 4.pdf

NOVIEMBRE , 1 T-A LEYENDA DE ORO
jen un mismo tenor, sin alteración ni disminución, y exención de todas ellas. » Todo esto es de este
ni men«ua , ni temor de perderla; ¡ qué felicidad autor. « Ciertamente (dice el padre san Agustín)
tendria este hombro , qué gozo, qué deleite, qué si nos fuese necesario padecer cada dia tormentos,
alcuia I l'ues infinitamente es mayor,que este bien, y sufrir por algún tiempo las penas del infierno,
el que tiene cada uno de los santos en el cielo : para ver al Señor en su gloria , y gozar de la
porque la traza de este bien y de su gloria , no la compañía de sus escogidos , seria bien empleado
hizo hombre mortal, frágil y finito, que on su di­ pasar lodo esto , para gozar do lanío bien : » y
bujo y modelo se puede engañar, sino el mismo añade mas: « Si por esto son menester trabajos,
Dios, que es sabiduría infalible , y el objeto de su desde aquí os llamo á lodos los trabajos del mun­
bienaventuranza , y el que la ordenó ante todos los do , quo vengáis sobro mí. Lluevan sobro mí do­
siglos, y ipiiso ser el donador y el don, el galarlores : fatíguenme enfermedades : aflíjanme tribudonador
y el galardón, el que corona y la corona laciones : persígame uno : inquiéteme otro : con­
de todos sus escogidos: y , como dice san Anselmo, júrense contra mí todas las criaturas : sea vo
el que mereciere reinar con Dios; todo lo quo qui­ hecho oprobio de los hombres, y desecho del munsiere
, será en el cielo y en la tierra: y lodo lo do : desfallezca en dolores mi vida. mis años con
que no quisiere; no será en la tierra , ni en el cie­ gemidos , con tal (pie después de esto venga yo á
lo ; porque la gloria no es otra cosa , sino un per- descansar en el dia de la tribulación , v merezca
fectísimo cumplimiento de la voluntad del justo, subir en aquel pueblo guarnecido y hermoseado
y un gozo de todos los gozos, y un gusto de todos con tanta gloria. » Todo esto es de san Agustín,
los gustos , y un bien de todos los bienes sin mez­ que habla como quien tan bien enliende la brevecla
de algún mal, y con seguridad , que durará por dad y sueño de todas las cosas prósperas y ad­
toda la eternidad; y esta seguridad esla cuarta versas de esla vida, y la eternidad y firmeza
cosa que arriba dijimos, que pertenece á la gloria de la que esperamos. Pues esla sola consideración
accidental de los santos , y sola ella basta para (aunque faltasen todas las otras, que son tantas
robar nuestros corazones , é inflamarlos en el y tan eficaces ) debería bastar , para dar ( con la
amor de tan gran bien que sabemos que jamás
se acabará, ni se puede acabar , como se acaban
todos los de la tierra : los cuales, á mas de ser frágiles,
caducos, falsos, engañosos y muchas veces
torpes y sucios; por mucho que duren , no pueden
durar mas que la misma vida, que es tan breve y
momentánea.
gracia del Señor) de mano á lodos los vicios, y
abrazarnos con la virtud , y para romper las cadenas
de nuestros apetitos desordenados , que nos
tienen lan aprisionados v cautivos , y resistir á
todos los combates de Satanás , á las blanduras
de la carne, á los engaños v asaltos del mundo .
á imitar á los innumerables y bienaventurados
cortesanos del cielo , que con tanto espíritu , va­
14 Pues si tales y tan grandes bienes promete lor y constancia nos abrieron el camino , y fue­
Dios en premio de la virtud ; ¿cuál es el ciego y ron delanle de nosotros , y desde aquellas sillas
desatinado que no se entregue á ella con esperanza reales nos convidan , para que ios sigamos . y nos
de tan grande galardón? «¿En qué le andas (dice muestran sus coronas , y ayudan con sus oracio­
el P. Fr. Luis de Granada ), ó hombre miserable, nes. Para esto se celebra hoy la fiesta de Todos los
por la tierra de Egipto , buscando pajas , y be­ Santos : para esto se nos représenla la gloria que
biendo en todos los charquillos de agua turbia , de­ ellos poseen , sus victorias y coronas , sus trojando
aquella vena de felicidad . y fuente de aguas feos y triunfos. Saludémoslos á lodos junios . y
vivas ? ¿Por qué andas mendigando y buscando á cada uno por su nombre , y pidámosles el sufra­
á pedazos , lo que hallarás recogido y aventajagio de su oración : saludemos también á nuestra
do en este todo ? Si deleites deseas , levanta tu dulce patria , como peregrinos que andamos des­
corazón , v considera cuan deleitable será aquel terrados de ella : enviémosle con los ojos el cora­
bien que contiene en sí los deleites de todos los zón ; y digamos : • O dulce patria ! ¡ O tierra de
bienes. Si le agrada esta vida criada; ¿cuánto mas los vivientes ! Dios te salve , puerto seguro , re­
aquella que todo lo crió ? Si te agrada la salud fugio de las almas acosadas , paraíso de deleites,
hecha ; ¿cuánto mas aquella que lodo lo hizo? Si reino de Dios , casa de bendición , palacio del rey
es dulce el conocimiento de todas las criaturas ; soberano , corto de inmensa majestad , jardín de
¿cuánto mas el mismo Criador? Si te deleita la llores eternas , plaza de todos los bienes , premio
hermosura , él es , de cuya hermosura el sol y la
luna se maravillan. Si el linaje y la nobleza;
él es el primer origen y solar de toda la nobleza.
Si larga vida y santidad; allí hay santidad y
longura de dias. Si hartura y abundancia ; allí está
ia suma de todos los bienes. Si música y melodía
; allí cantan los ángeles, y suenan dulcemente
los órganos de los santos de la ciudad de
Dios. Si te deleitan las amistades , y la buena
compañía; allí está la de todos los escogidos hechos
un ánima y un corazón. Si honras y riquezas
; gloria y riquezas hay en la casa del Señor.
Finalmente, si deseas carecer de todo género de
de todos los justos , centro y fin do lodos nuestros
deseos. Dios te salve , madre nuestra , esperanza
nuestra, bienaventuranza nuestra, por quien
suspiramos , y damos gemidos , v peleamos. Y
vosotros , santos bienaventurados y gloriosos ,
volved vuestros piadosos ojos sobre estos vuestros
pobrecitos siervos y miserables hermanos; y desde
vuestro triunfal palacio mirad este triste valle
de lágrimas en que vivimos. Peleado habéis . y
sufrido grandes batallas , v salido de ellas con
victoria; pues ayudad á los que ahora peleamos,
para ser con vosotros vencedores. En el puerto estais
: no desamparéis á los que al présenle nos
trabajos y penas ; allí es, donde está la libertad
TOLIO iY.
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