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300 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 17
el mismo san Gerónimo quo era muy provechosa.
Esta interpretación dice Erasmo Rolerodamo , que
en su tiempo se hallaba en Basilea, en la librería
de los padres de Sanio Domingo. Entre las cosas
que escribió, fué ur.a la Fó católica de su santísima
Trinidad, como le habia sido revelada: la cual se
cila en el principio de la quinta sínodo con este
título : « Exposición de la fé , según la revelación
de Gregorio, obispo Neocesariense :» la cual (á lo
que parece significar san Basilio) el santo en otro
tratado mas largo explicó y dilató; de suerte que
no solamente con su predicación , vida y milagros
iluslró la Iglesia del Señor, sino también con sus
escritos. La vida de san Gregorio escribió (como
dijimos) otro Gregorio obispo de Nisa , hermano
de Basilio , á quien nosotros principalmente habernos
seguido : y el mismo san Basilio ( que se crió
en Neocesarea con la leche é instrucción de santa
Macrina , su abuela , y discípula de san Gregorio
Taumaturgo , y se precia de ello) le alaba y ensalza
sobremanera ; y después do haberle comparado
con los apóstoles y profetas , dice de él estas
palabras:« Resplandeció en la Iglesia como una
lumbrera grande y esclarecida, y fué por virtud
del Espíritu santo terror y espanto de los demonios,
y con diez y siete cristianos solos que habia en
su ciudad cuando comenzó á ser obispo, les hizo
guerra , y convirtió a la fé de Cristo todo el pueblo
gentil, así de los ciudadanos , como de los labradores.
El fué el que en el nombre de Dios mudó el
curso de los rios y sacó la laguna que era ocasión
de discordia entre los dos hermanos avaros. Pues
las cosas que anunció y dijo antes que acaeciesen,
son tales y tan grandes, que se puede igualar con
los demás profetas. Pero seria cosa larga referir
los milagros de Gregorio : basta decir , que por la
excelencia de los divinos dones , y de los milagros
y prodigios que obró , los mismos enemigos de la
verdad le llamaron otro Moisés.» Esto es de san
Basilio. Escriben asimismo de san Gregorio los
Martirologios romano y los demás ; Eusebio Cesariense;
san Gerónimo; san Gregorio , papa; Ni—
cóforo Calixto; Suidas y Sócrates. Usuardo , siguiendo
á Bulino, llama mártir á este santo;
porque algunos antiguos dan esto nombre de mártir
, no solamente á los que morían , sino también
á los que padecían mucho por la fé de Cristo.
* Los SANTOS ALFEO Y ZAQUEO, MÁRTIRES.—
El primer año de la persecución general de Diocleciano
contra la Iglesia, el gobernador de Palestina
obtuvo del emperador gracia para iodos los
criminales, excepto para los cristianos, á los cuales
se les reputaba mas indignos do la vida, que á
los malhechores. Entonces fueron presos, por orden
de aquel mismo gobernador, Zaqueo, diácono
de Gadara , al otro lado del Jordán , y Alfeo, lector
de la Iglesia de Cesárea , pariente suyo. Ambos
fueron llevados á la presencia del magistrado,
y como eran de las principales familias de Palestina,
se tuvo al principio toda clase de consideraciones
con ellos; pero viendo el gobernador que
eran inútiles las contemplaciones, pues cada vez
confesaban mas altamente el nombre de Jesucristo,
después de ser azotados y maltratados, les hizo
perder la cabeza, y dieron así glorioso fin á su
martirio, el año 303.
SAN DIONISIO , OBISPO Y CONFESOR. — San Basilio
y otros padres griegos dan á este santo el título
de Grande, y san Atanasio le llama el Doctor
de la Iglesia católica. Sus padres, que eran
ricos y distinguidos en el mundo , le dieron el ser
en Alejandría , centro entonces de todas las ciencias.
Dionisio se dedicó á ellas con un entusiasmo
y una disposición tal, que en pocos años se colocó
al nivel de los mas acreditados maestros. Un dia
llegaron casualmente á sus manos las epístolas de
san Pablo , quedó enamorado de la sublimidad
de aquella filosofía , y sintiéndose tocado de la
gracia, renunció á la ciencia profana y se dedicó
al estudio de la religión. A medida que iba adelantando
en esle estudio , su alma so encendía de
tal modo en santos fervores , que luego de recibido
el bautismo, no quiso vivir mas que para Dios.
Cuando murió Ileraclas , el año 247 , Dionisio fué
elegido obispo de Alejandría , y aunque le asombraba
carga lan pesada, le consagraron á los pocos
días. Su intrepidez , su zelo y caridad aparecieron
desde luego con deslumbrante esplendor
en medio de las terribles persecuciones que sufrió
aquella Iglesia durante los reinados de los emperadores
Felipe y Decio. No brillaron menos las
eminentes virtudes de tan ilustre pastor durante
el cisma de los novacianos contra el papa san Cornelio,
y entre los estragos que causó el error do
Sabelio , que confundía las tres personas de la Trinidad.
Sus trabajos y la confesión publica de la ló
cristiana que hizo en presencia del prefecto , le hicieron
desterrar de su diócesis, el año de 257;
pero en su destierro no se creyó desobligado de
sus cuidados pastorales. Todo el tiempo lo empleó
en escribir luminosos tratados sobre el dogma y
la moral , y en dirigir cartas instructivas á su Iglesia
y á algunos prelados. Restituido á Alejandría
el año 201, escribió al papa justificándose de la
imputación que se le hacia de haber impugnado la
divinidad de Jesucristo en un escrito contra Sabelio.
Incansable y lleno del espíritu de Dios, fué la
lumbrera de su tiempo y el espejo de lodos sus
sucesores. Su constancia en medio de las tribulaciones
fué admirable, y admirable también su caridad
con toda clase de necesitados. Dionisio murió
santamente el día 10 de setiembre del año 205,
celebrado por el segundo concilio de Anlioqula,
que honró su memoria de una manera muy particular,
y llorado de su Iglesia , que perdía en él su
mas distinguido pastor. Solólosarrianos calumniaron
su memoria; pero san Atanasio lomó su defensa
y escribió en su juslilicacion. En sus numerosos
escritos, dice Fellcr ¡ su eslilo es elevado,
-pomposo en las descripciones, y sumamente palético
en las descripciones. Conocía perléclamento
el dogma , la disciplina y la moral, y se descubría
en sus producciones que habia sido discípulo del
célebre Orígenes. A los aigumenlos mas Inertes
contra sus adversarios juntaba siempre la moderación
y la dulzura , y en lodas sus obras resplandece
el espíritu de las verdades que defendía.
SAN ANTAÑO, OBISPO Y CONPESOR.— Créese