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.20 LA LEYEND A DE ORO. DiciEMiüiE, G<br />
Jo\untó vivo y sano. Llogó á Jernsnlen y visitó<br />
nquellos sagrados lugares , especialmente el monte<br />
Calvario don<strong>de</strong> Cristo había sido crucificado, y el<br />
santo sepulcro , y fué muy consolado y regalado<br />
<strong>de</strong>l Señor en aquella peregrinación : y como él iba<br />
bien dispuesto y con singular <strong>de</strong>voción . recibióen<br />
ella admirables dones y beneficios <strong>de</strong>l Señor.<br />
6 Mas queriendo el santo varón seguir su propósito<br />
y retirarse á la soledad , tuvo¡ revelación<br />
<strong>de</strong> Dios en que le mandaba volviese á su monasterio<br />
: porque queria que le sirviese en otra cosa y<br />
no en la que él pensaba : que losjuicios <strong>de</strong>l Señor<br />
son muy diferenles-<strong>de</strong> los nuestros , y toda la¡perfección<br />
y bienaventuranza <strong>de</strong>l hombre consiste en<br />
hacer su voluntad. Así lo hizo san Nicolás : porque<br />
luego se embarcó para volver á su tierra;<br />
mas los marineros con engaño le llevaban á la<br />
ciudad <strong>de</strong> Alejandría <strong>de</strong> Egipto; pero al tiempo<br />
que la <strong>de</strong>scubrieron y eslaban cerca <strong>de</strong> tierra se<br />
levantó <strong>de</strong> repente una borrasca lan gran<strong>de</strong> que<br />
los apartó <strong>de</strong>l puerto que pensaban lomar y llevó<br />
el navio á Licia , tierra.<strong>de</strong> san Nicolás, adon<strong>de</strong><br />
se habia concertado que le llevasen , quedando<br />
ios marineros admirados y confusos y pidiéndole<br />
perdón.<br />
7 Volvió á su monasterio don<strong>de</strong> fué recibido<br />
con gran alegría <strong>de</strong> sus monjes que habían sentido<br />
mucho la ausencia <strong>de</strong> tan buen padre y pastor.<br />
AJII pensó estarse como en un puerto seguro toda<br />
su-vida ; mas un día estando recogido en oración,<br />
oyó-una voz <strong>de</strong>l cielo que le <strong>de</strong>cía : No es este el<br />
logar en que quiero que eslés; sino que salgas al<br />
campo y líales con los hombres para que yo sea<br />
glorificado en li. Oída esta voz, entendiendo que<br />
Dios le queria para otro ministerio , <strong>de</strong>terminó irse<br />
a. la ciudad <strong>de</strong> Mira que era metrópoli y cabeza<br />
ríe la provincia <strong>de</strong> Licia, pareciéndole que allí no<br />
sería conocido y huiría mejor <strong>de</strong> la.honra que en<br />
su patria le Inician. En esla sazón se habían juntado<br />
en Mira los obispos sufragáneos <strong>de</strong> aquella<br />
provincia para e'egir prelado y pastor digno <strong>de</strong><br />
ella. Listaban lodos con gran <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> escoger<br />
al que fuese mas digno <strong>de</strong> auuella dignidad. Hacían<br />
mucha oración al Señor suplicándole que les<br />
inspirase y manifestase la persona que según su<br />
voluntad habían <strong>de</strong> elegir que son los medios que<br />
para aceriaren cosa tan importante se <strong>de</strong>ben lomar.<br />
Reveló Dios á uno <strong>de</strong> los obispos, hombro<br />
anciano y <strong>de</strong> buena vida, que eligiesen el primero<br />
que al otro dia entrase en la iglesia y se Humase<br />
Nicolás. Dio parle <strong>de</strong> ello á los oíros prelados y<br />
a todo el clero , y todos quedaron muy contentos<br />
y vinieron en ello y dieron or<strong>de</strong>n que ninguno saliese<br />
do la iglesia , y so pusieron aquella noche<br />
en oración : la cual san Nicolás gastó (como solía)<br />
en alabar y contemplar al Señor; y sin saber lo<br />
que quería hacer <strong>de</strong> él , so fué muy <strong>de</strong>scuidado<br />
luego á la mañana á la iglesia don<strong>de</strong> estaba<br />
guardando la puerta el obispo qrre había tenido la<br />
revelación : el cual, viendo.á Nicolás se llegó á él<br />
y<strong>de</strong> preguntó quién era y cómo se llamaba. Un<br />
pobre pecador soy, dijo él, que se llama Nicolás.<br />
Viendo el obispo su rosno y persona digna <strong>de</strong> toda<br />
reverencia., y consi<strong>de</strong>rando sus humil<strong>de</strong>s palabras<br />
y que el nombre <strong>de</strong> Nicolás convenia con la revelación<br />
<strong>de</strong> Dios , tomó á Nicolás per la mano y lie—<br />
\ ole á los otros obispos ; y ellos con gran gratulación<br />
y regocijo suyo y <strong>de</strong> todo el pueblo le consagraron<br />
en obispo <strong>de</strong> Mira. Solo Nicolás lloraba y<br />
se afligía por verselan honrado y puesto en aquella<br />
silla , <strong>de</strong> la cual él se tenia por indigno ; aunque<br />
no se atrevía á repugnar por ver lan claras y evi<strong>de</strong>ntes<br />
señales <strong>de</strong> ser aquella la. voluntad do Dios.<br />
8 Con haber sido la vida <strong>de</strong> san Nicolás antes<br />
tan perfecta y como un relrato <strong>de</strong>l cielo ; todavía<br />
<strong>de</strong>spués que se vio obispo , juzgó que <strong>de</strong>bía<br />
mejorarla y aventajarse tamo á todos sus subditos<br />
en la virtud, cnanto los excedia en la dignidad ,<br />
y hablando consigo mismo <strong>de</strong>cía: Esta dignidad,<br />
Nicolás, olra vida pi<strong>de</strong>: hasta aquí has vivido<br />
para ti; ahora has <strong>de</strong> vivir para otros : si quieres<br />
que tus palabras persuadan á tus subditos , menester<br />
es que vavas <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos con tus ejemplos,<br />
para que tus obras <strong>de</strong>n eficacia á tus pa -<br />
labras. Y así comenzó á estrecharse mas y<br />
tratarse con mayor aspereza : su vestido era mas<br />
<strong>de</strong>spreciado que antes : su comida era una sola<br />
vez al día, y no cosa <strong>de</strong> carne: hacia que le leyesen<br />
á la me.-a alguna cosa <strong>de</strong> la Escritura sagrada:<br />
las noches pasaba en oración y meditación : dormía<br />
en el suelo y poco tiempo : levantábase antes<br />
<strong>de</strong>l alba , y llamaba á sus clérigos para caitar<br />
himnos y salmos en alabanza <strong>de</strong> Jesucristo: cuando<br />
salía el sol iba al templo y asistía á los oficios<br />
divinos ; todo lo <strong>de</strong>más <strong>de</strong>l dia gastaba en negocios<br />
locantes al oficio <strong>de</strong> santo pastor: puso en<br />
todas las iglesias <strong>de</strong> su obispado redores doctos y<br />
<strong>de</strong> buena vida, para que las rigiesen y se informasen<br />
<strong>de</strong> todas las necesida<strong>de</strong>s corporales y espirituales<br />
con extraordinario cuidado y diligencia : para las<br />
necesida<strong>de</strong>s corporales tenia algunos ciudadanos<br />
ricos v po<strong>de</strong>rosos que le enviaban largas limosnas<br />
para que él las repartiese á los pobres; porque<br />
en su casa siempre hubo pobreza y nunca qué<br />
v endor ó empeñar: basta los libros lema prestados<br />
, no queriendo cosa propia y anteponiendo la<br />
pobreza voluntaria á todas las riquezas <strong>de</strong>l mundo<br />
: para las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l alma tema lambien<br />
personas zidosas y pru<strong>de</strong>ntes que le avisaban <strong>de</strong><br />
los pecados públicos , los cuales remediaba con la<br />
blandura ó severidad quo convenía , ayudándose<br />
<strong>de</strong> la autoridad do los magistrados y jueces: y con<br />
ser él tan sabio , no liándose <strong>de</strong> sí lomó por consejeros<br />
á ríos insignes sanios varones llamados<br />
l'ablo Rhodio y Teod<strong>oro</strong> Ascalonita . con quienes<br />
comunicaba todas sus obras : y no contentándose<br />
con esto cada año el primer día <strong>de</strong> setiembre,<br />
congregaba sínodo y trataba <strong>de</strong> la reformación y<br />
buen gobierno do las iglesias <strong>de</strong> su distrito : y consi<strong>de</strong>rando<br />
que había <strong>de</strong> llar cuenta á Dios <strong>de</strong> ludas<br />
las almas que eslaban á su cargo, y temiendo<br />
su flaqueza y pocas fuerzas para tan gran peso,<br />
le suplicaba muchas veces con lágrimas, que le<br />
librase <strong>de</strong> lan gran peligro; mas estando en esta<br />
angustia y congoja, oyó una voz <strong>de</strong>l cielo que le<br />
dijo: No temas, Nicolás; quo tratando tú mis<br />
negocios fielmente . yo sea <strong>de</strong>sagra<strong>de</strong>cido y te<br />
<strong>de</strong>samparo ; y, con osla voz. se consoló y sosegó.