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La leyenda de oro 4.pdf

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LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 19<br />

y <strong>de</strong>spués do haberse c<strong>oro</strong>na- mientes gran<strong>de</strong>s prodigios. Habiéndose pegado<br />

<strong>de</strong>monio las llama<br />

do por muchos años do perpetuas victorias, no<br />

cesaba la guerra; porque el Señor, que veia á su<br />

soldado vencer tan gloriosamente, permitía al <strong>de</strong>monio<br />

que combatiese con él, para que multiplicándose<br />

las batallas, se multiplicasen los triunfos.<br />

¿Qué trazas no usó el infierno para vencerle?<br />

hasta aparecérsele los <strong>de</strong>monios en figura <strong>de</strong> mujeres<br />

hermosas y <strong>de</strong>senvueltas, que le daban terribles<br />

asaltos, y por mas que cerraba los ojos <strong>de</strong>l<br />

cuerpo, las veia claramente en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> su mente<br />

dibujadas con colores <strong>de</strong> sensualidad. Hacíase la<br />

guerra á sí mismo para vencer al <strong>de</strong>monio, multiplicando<br />

los rigores <strong>de</strong> ayunos, disciplinas y cilicios,<br />

y tal vez so arrojó á estanques <strong>de</strong> agua helada,<br />

como san Bernardo, y se revolvió en la nieve, como<br />

san Francisco, y se arrojó en las espinas, como<br />

san Benito, para templar con el hielo el fuego<br />

<strong>de</strong> la luj iria, y apagar con su propia sangre las<br />

llamas <strong>de</strong> la sensualidad. De esta manera con rigores<br />

, cautela, oración, <strong>de</strong>sconfianza <strong>de</strong> sí, y<br />

confian/..i en Dios, <strong>de</strong>fendió y conservó entera su<br />

virginidad toda la vida, como un castillo fuerte<br />

cercado <strong>de</strong> armas y enemigos: y en una ocasión<br />

que alcanzó <strong>de</strong>l infierno una insigne victoria, vinieron<br />

los ángeles á cantarle la gloria <strong>de</strong>l vencimiento<br />

con una música tan suave y armoniosa,<br />

que olvidado <strong>de</strong> que estaba en la tierra , le pareció<br />

(pie vivía ya en el cielo entre los c<strong>oro</strong>s <strong>de</strong> los bienaventurados.<br />

No sé si he <strong>de</strong> llamar á este santo<br />

pobre, ó la pobreza misma: porque todo lo <strong>de</strong>spreciaba<br />

, y tenia <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> los pies: todas las<br />

cosas <strong>de</strong>jó , como los apóstoles, y á todas las tema<br />

por basura , como san Pablo , para ganar á Cristo<br />

, y tomó forzado <strong>de</strong>l mundo , lo que apenas bastaba<br />

para vivir en el mundo, como quien lo tenia<br />

por <strong>de</strong>stierro , y <strong>de</strong>seaba salir <strong>de</strong> él para caminar<br />

á la patria celestial: y solo admitía <strong>de</strong> buena gana<br />

los <strong>de</strong>sprecios que le ofrecía el mundo; porque su<br />

humildad no fué inferior á ninguna <strong>de</strong> sus virtu<strong>de</strong>s.<br />

Mas cuando el mundo le daba honras no se<br />

ensoberbecía con ellas; antes se humillaba mas,<br />

teniendo las honras por un gravo peso que le hacia<br />

hundir y sumir en el abismo <strong>de</strong> su nada. Primero<br />

no so <strong>de</strong>jaba honrar ; mas viendo <strong>de</strong>spués<br />

que no podía excusarlo, so armaba contra la vanagloria<br />

con piadosas y discretas consi<strong>de</strong>raciones.<br />

¿Nó eres (<strong>de</strong>cía) muerto al mundo? Pues déjale<br />

tratar como muerto, el cual, por reverencias y<br />

genuflexiones quo le hagan, y alabanzas que le<br />

digan, no se mueve ni envanece; antes se queda<br />

seguro en la corrupción y polvo don<strong>de</strong> camina.<br />

¿Nó corres cada instante al sepulcro? ¿ Estas honras<br />

, no son viento y vanidad que pasa? Pues estáte<br />

y persevera en lo que eres; que estas honras,<br />

como el viento pasarán, sin que te puedan dar la<br />

virtud que no tienes.<br />

\k Habiendo concedido Dios á san Pedro <strong>de</strong><br />

Alcántara todas las virtu<strong>de</strong>s en tan eminente<br />

grado, no es mucho que le concediese las otras<br />

gracias menores, quo no son santidad, sino señal<br />

<strong>de</strong> santidad, con que suele honrar y favorecer á<br />

los mayores santos, ilízolo admirable en todos los<br />

elementos; porque en lodos hizo por sus meroci-<br />

fuego en un convento, sin saberse el origen , so<br />

entró san Pedro por medio <strong>de</strong>l fuego, y á su presencia<br />

y al imperio <strong>de</strong> su voz , huyeron las llamas<br />

y se apagó el incendio. Muchas veces pasó los rios<br />

caudalosos , caminando á pié sobre las aguas, sin<br />

hundirse , como si pasara por un firme puente; y<br />

olra vez hizo á un compañero suyo, quo le siguiese,<br />

y pasaron ambos <strong>de</strong> esta manera el rio<br />

Guadiana, que venia muy crecido con las avenidas.<br />

Estando lloviendo sin cesar, caminaron él y<br />

un compañero suyo sin quo cayese sobre ellos<br />

gola do agua , cercándolos por todas parles la lluvia<br />

, y corriendo arroyos <strong>de</strong> ella por los campos.<br />

Estando una noche el siervo do Dios en un <strong>de</strong>spoblado<br />

, empezó á caer mucha nieve : entróse <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> los cimientos <strong>de</strong> una antigua venta; y reconociendo<br />

el peligro <strong>de</strong> la vida , pidió al Señor quo<br />

le favoreciese aquella noche; y luego lanievequo<br />

había caído, se liquidó é introdujo por las venas<br />

<strong>de</strong> la tierra, y <strong>de</strong>jó seco el suelo don<strong>de</strong> el santo estaba<br />

, como pudiera estaren verano: y la que iba<br />

cayendo , se apartaba á una y otra parte sirviendo<br />

<strong>de</strong> materiales para una espaciosa sala que fabricaron<br />

los ángeles, siendo el hielo la argamasa quo<br />

hacia mas fuerte la fábrica. Levantadas en breveespacio<br />

las pare<strong>de</strong>s, prosiguieron los soberanos<br />

artífices la obra , cerrándola con una hermosa bóveda<br />

, quedando hecha una pieza bien capaz , y<br />

tan abrigada como si fuera sala <strong>de</strong> algún palacio.<br />

Toda la noche estuvo nevando sobre el edificio do<br />

nieve , y el santo en oración <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> él, <strong>de</strong>fendiéndolo<br />

la nieve <strong>de</strong> la misma nieve, hasla que<br />

por la mañana los rayos <strong>de</strong>l sol, quo penetraron<br />

las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l transparente edificio , le avisaron<br />

que. ya era <strong>de</strong> dia , y él salió rompiendo una puerta<br />

en la pared; dando gracias á Dios por tan singular<br />

beneficio. Muchas veces lo vieron levantado<br />

en el aire, estando en altísima contemplación:<br />

otras volar por él algún espacio, como si fuera una<br />

ave. Aparecióse á santa Teresa y á otras personas,<br />

viviendo y estando distante muchas leguas,<br />

para consolarlas en sus aflicciones, y socorrerlas<br />

en sus necesida<strong>de</strong>s. Pues en la tierra ¿cuántas maravillas<br />

hizo? Entrando en la huerta <strong>de</strong>l convento<br />

<strong>de</strong>l Pedroso , en que habia muchos árboles fructíferos,<br />

lo dijeron los religiosos, que solo les faltaba<br />

una higuera. Dijolos el santo : Dios lo remediará<br />

, y no faltará higuera en esta huerta. Luego<br />

hincó en la tierra su báculo , que le habia acompañado<br />

muchos años, y no era do higuera", y<br />

echándole su bendición , fué cosa maravillosa que<br />

el báculo seco rever<strong>de</strong>ció, echó raíces en la tierra,<br />

y mudando la naturaleza se convirtió en higuera,<br />

como lo mostraron las hojas <strong>de</strong> que so vistió, y los<br />

higos quo llevó aquel mismo año , los cuales se repartieron<br />

á diversas personas, y comiéndolos con<br />

<strong>de</strong>voción, sanaron do varias enfermeda<strong>de</strong>s quo<br />

pa<strong>de</strong>cían. Creció mucho esta higuera, y dura<br />

hasta hoy, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mas do cien años, con la<br />

misma lozanía quo los primeros años, y los higos<br />

son mas suaves que los <strong>de</strong> otras higueras. Son innumerables<br />

los milagros que Dios lia obrado por<br />

medio <strong>de</strong> los frutos , hojas y ramas <strong>de</strong> esta higuera

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