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La leyenda de oro 4.pdf

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202 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMRRK , 4<br />

1538, en el castillo <strong>de</strong> Arona, distante cuarenta<br />

millas <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Milán , fortaleza principal<br />

entre las muchas que posee la casa Borromea en<br />

el lago Mayor, siendo pontífice Paulo III, y emperador<br />

Carlos V. Fué su padre el con<strong>de</strong> Giberto,<br />

hijo <strong>de</strong>l con<strong>de</strong>, Fe<strong>de</strong>rico Borromeo : su madre Margarita<br />

<strong>de</strong> Médicis, hermana <strong>de</strong>Jacobo <strong>de</strong> Médicis,<br />

marqués <strong>de</strong> Mariñano, y <strong>de</strong>l papa Pió IV. Tuvo el<br />

con<strong>de</strong> Giberto do dos matrimonios siete hijos , los<br />

dos varones, <strong>de</strong> los cuales el segundo fué san Carlos.<br />

Apareció aquella misma hora , sobre la sala<br />

en que nació, un lucidísimo resplandor, á modo <strong>de</strong><br />

faja <strong>de</strong>l sol, <strong>de</strong> seis brazas <strong>de</strong> anchura. Comenzó<br />

dos horas antes <strong>de</strong>l dia , porque entonces fué el<br />

nacimiento <strong>de</strong>l niño , hasta que se mezcló el sol<br />

haciendo la noche oscura un clarísimo día , no<br />

sin admiración <strong>de</strong>l castellano , y soldados que estaban<br />

<strong>de</strong> guardia , y otros muchos que lo vieron.<br />

Apenas <strong>de</strong>jó las primeras fajas , cuando dio el niño<br />

gran<strong>de</strong>s muestras <strong>de</strong> piedad y <strong>de</strong>voción, y <strong>de</strong> una<br />

inclinación gran<strong>de</strong> á la profesión eclesiástica , con<br />

aversión á todo lo que no era <strong>de</strong> la Iglesia. Siendo<br />

<strong>de</strong> mas edad , huía <strong>de</strong> los juegos y entretenimientos<br />

pueriles; solo tenia puesto el gusto en hacer<br />

altaricos y adornarlos, cantar alabanzas á Dios y<br />

cosas semejantes, que daban manifiesto indicio <strong>de</strong><br />

su singular vocación. Estas primeras acciones (que<br />

en los santos son siempre misteriosas , como se vio<br />

en el bautismo <strong>de</strong> san Atanasio) no solo le mostraban<br />

gran eclesiástico, mas singular varón en el gobierno.<br />

Habiéndose un día retirado á una pieza<br />

apartada, se entretenía haciendo compartimientos<br />

y división do unas manzanas: y reprendido <strong>de</strong><br />

un criado por haberse así escondido , habiéndole<br />

buscado sus padres con cuidado , temiendo no se<br />

hubiese ahogado en el foso <strong>de</strong>l castillo ; respondió<br />

con admirable sentimiento : ¿Para qué me buscába<strong>de</strong>s?<br />

Estaba yo aquí ocupado en repartir el<br />

mundo en diversas partes y regiones; formándose<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces sus pensamientos á gran<strong>de</strong>s empresas<br />

y gobiernos.<br />

2 A<strong>de</strong>lantábase en Carlos la <strong>de</strong>voción á los<br />

años, mostrando cada dia mayor inclinación á las<br />

cosas sagradas, y á la profesión eclesiástica. Advirtiéndolo<br />

el con<strong>de</strong> Giberto , su padre, le <strong>de</strong>dicó á<br />

la Iglesia con hábito clerical , aun antes <strong>de</strong> salir <strong>de</strong><br />

la puericia , que fué al <strong>de</strong>voto niño <strong>de</strong> sumo gusto,<br />

por su natural inclinación , procurando siempre<br />

con sus religiosas costumbres no mostrarse indigno<br />

do aquel hábito santo. Después <strong>de</strong>l tiempo que<br />

daba al estudio <strong>de</strong> las letras (en que conforme á<br />

la edad ¡ba aprovechando con ventajas), so recogía<br />

luego á sus altares y oratorios , recreándose<br />

allí espiritualmente cuando sus compañeros se divertían<br />

en losjnegos <strong>de</strong> la edad. Entrando en mas<br />

años cuando tal vez salia do la casa acabado el<br />

estudio , no iba á pasear la ciudad , sino visitaba<br />

los templos sagrados, y en particular , por ser muy<br />

<strong>de</strong>voto <strong>de</strong> la sacratísima Virgen, frecuentaba dos<br />

iglesias <strong>de</strong>dicadas á su nombre. Era en extremo<br />

retirado, mo<strong>de</strong>sto y sincero en su trato. lima lodo<br />

entretenimiento vano , y cualesquier estorbos que<br />

lo pudiesen distraer <strong>de</strong> sus santos intentos <strong>de</strong> servir<br />

á Dios nuestro Señor. Si se hacian en su casa<br />

algunos juegos <strong>de</strong> armas y oíros entretenimientos,<br />

aunque honestos, para ejercitarse el con<strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico<br />

, su hermano ; huia sin querer hallarse á ellos.<br />

Si tal vez le convidaban á ver jugar á la pelota<br />

en la plaza <strong>de</strong> su palacio , ó no lo aceptaba, ó si<br />

iba , era estando retirado en una ventana, sin que<br />

pudiese ser visto , pareciéndole aquel acto indigno<br />

, ó in<strong>de</strong>cente <strong>de</strong> su hábito y profesión. Frecuentaba<br />

<strong>de</strong> ordinario la oración , y recibía cada<br />

semana los sacramentos do la confesión y comunión.<br />

3 Sas compañeros <strong>de</strong> estudio , y aun sus propios<br />

criados se burlaban <strong>de</strong> él, y <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>vociones<br />

para divertirle <strong>de</strong> ellas , <strong>de</strong> que el sanio mancebo<br />

no cuidaba , haciendo poca eslima <strong>de</strong> los<br />

vanos juicios y pareceres <strong>de</strong>l mundo. Otros mas<br />

advertidos alababan su bondad , y le tenían por<br />

un ejemplo raro <strong>de</strong> costumbres, mayormente en<br />

aquel tiempo quo se vivía con suma libertad. Entro<br />

otros un anciano y venerable sacerdote, <strong>de</strong><br />

gran doctrina , y zelosísimo <strong>de</strong> la religión católica,<br />

<strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> una gran reformación en la Iglesia , las<br />

veces que veia á san Carlos , se paraba á mirarle<br />

como á una cosa rara , y le hacia reverencia; y<br />

preguntado <strong>de</strong> la causa , respondió: Vosotros no<br />

conocéis este mancebo : será el reformador <strong>de</strong> esta<br />

Iglesia , y hará cosas gran<strong>de</strong>s.<br />

4 Siendo ya mayor , le renunció el con<strong>de</strong> Julio<br />

César Borromeo , su lio , la abadía <strong>de</strong> san Graciano<br />

y Felino, situada en la vil'a do Arona. Reconociendo<br />

san Carlos la obligación que acompaña<br />

á las rentas eclesiásticas , era su continuo pensamiento<br />

favorecer á los pobres con sus frutos: á<br />

que también le movia su inclinación gran<strong>de</strong> á la<br />

misericordia y piedad : y asi viendo impedidos sus<br />

<strong>de</strong>seos , por administrar la abadía el con<strong>de</strong> Giberto<br />

, su padre , le dijo con valor , que él estaba<br />

enterado que las rentas eclesiásticas no podían<br />

mezclarse con las <strong>de</strong>l mayorazgo , ni con segura<br />

conciencia <strong>de</strong> ambos servir al gasto ordinario do<br />

la casa; porque era patrimonio <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong><br />

sus pobres , y él mayordomo , nó señor absoluto,<br />

<strong>de</strong> que habia <strong>de</strong> dar á Dios estrecha cuenta , y<br />

suplicóle que lo remediase. El buen con<strong>de</strong>, su padre,<br />

aunque interesado con las rentas que gozaba,<br />

admirado dé la entereza y piedad <strong>de</strong> su hijo, le<br />

<strong>de</strong>jó libre la administración do la abadía : la cual<br />

admitió san Carlos , satisfaciendo sus piadosos <strong>de</strong>seos.<br />

Distribuía á los pobres lodo lo quo sobraba<br />

<strong>de</strong> su gasto forzoso : y si tal vez sucedía haber <strong>de</strong><br />

socorrer al con<strong>de</strong> , su padre, en necesidad urgente,<br />

hacia se advirtiese en los libros <strong>de</strong> la cuenta , y<br />

que se restituyese á los pobres en la primera ocasión.<br />

5 Acabados los primeros estudios <strong>de</strong> humanidad<br />

, fué á la universidad <strong>de</strong> Pavía , don<strong>de</strong> salió<br />

eminente estudiante: y siendo <strong>de</strong> veinte y dos<br />

años, so graduó do doctor en ambos <strong>de</strong>rechos. En<br />

esta sazón fué sublimado al sumo pontificado su<br />

tio el car<strong>de</strong>nal Juan Angelo do Médicis, que se<br />

llamó Pió IV, que por osle medio quiso Dios dar<br />

asan Carlos gran<strong>de</strong>s cargos en su Iglesia, para<br />

mucho bien <strong>de</strong> ella y reformación <strong>de</strong> los eclesiásticos<br />

, encendiendo en ella tan clara lumbrera: y

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