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472 LA LEYEND. A DE ORO. DICIEJIRRE, 1.7
andaba confuso y dudoso si Dios ic habia perdonado
sus pecados, v si ellos eran la causa de quo
se le mostrase tan dolorido, cuando le consideraba
glorioso, liepelia muchas veces: Si el justo
apenas se sal\a ; ¿qué espera el malo y pecador'.'
V como él se tenia por el mayor del mundo, le
íraia esta consideración en una penosísima congoja.
Para sacarle de (día, le hizo Dios, entre los
demás, dos singularísimos favores, (pie confirman
, cuan acepto era en sus ojos : pues así lo
singularizaba en las finezas. Estando un dia de la
mfraoctava del Corpus disponiéndose para comulgar
; el confesor, por probar su obediencia y resignación
, le mandó no comulgase aquel cha , y reconociéndose
por indigno de recibir tan gran Señor,
se contentase con recibirlo espintualmente en su
alma. Asi lo hizo, sin discurrir en lo que su padre
espiritual le mandó , juzgándose tan indigno
como su maestro v humildad le persuadían. Aceptó
su divina Majestad id sacrificio de su resignación
; mas no quiso privarle de sus provechos : y
así, estando a\ udando una misa, ordenó que cuando
el sacerdote partíala hostia , sallase una parle
de ella , y volando por el aire, se fuese á la boca
de Franco, sirviéndole de Sacramento , y sacerdote
el mismo Señor , en premio de su humildad grande
y singular resignación.
17 El otro fué no menos tierno: porque eslando
en oración delante de un crucifijo , y receloso
si estaba en su gracia y amor (que no
hay rosa mas cercada de espinas , que un justo
de temores), le suplicaba con instancia lo sacase
de aquella perplejidad , mereció que desenclavando
su divina Majestad los brazos de la
cruz, y echándoselos al cuello , por dos veces lo
abrazase y dijese : Franco , no tienes que temer:
persevera en lo comenzado . y alcanzarás lo que
deseas. Si este favor es excesivamente grande,
pondérelo atentamente el devoto y versado en
las divinas historias. Con ser, pues , tan grande,
aun se quedó Franco en sus dudas y recelos. Para
salir de ellas buscó medianeros, y experimentado
en los favores que debía á la sacratísima Virgen
María, le suplicó intercediese con su hijo precioso,
y alcanzase de su misericordia el perdón de sus
pecados. Continuando esta súplica, un sábado se
le apareció esta Señora lan cercada de luz y resplandores
, que los que paseaban la ciudad creyeron
que se abrasaba el convento ; y dijole con
mucha afabilidad y ternura: Franco, Dios ha perdonado
tus pecados, y lodos aquellos por quienes
has rogado han conseguido remedio en sus necesidades,
y lo conseguirás en lo futuro, si perseverares
en la vida comenzada. Con eslas palabras
y otras de sumo favor, desapareció nuestra Señora
; y llegando muchos seglares al convento , y
viendo quo descargaban las luces y el fuego sobre
la celda del santo , asustados repotian : Socorred,
padres , socorred á Franco ; porque se abrasa su
celda. Acudieron todos , y viendo salir de ella
grandes llamas , repararon que ni quemaban , ni
molestaban : con que se persuadieron á que era
sobrenatural el incendio , y mas cuando le vieron
elevado en el aire , los ojos abiertos y vueltos al
cielo , y que hablaba entre sí , aunque nadie entendía
lo que decía, y tan quicio, que nadie podia
moverlo: con que los seglares creyeron oslaba difunto:
pero los religiosos, que tenían experiencia
de sus éxtasis , 1° juzgaron absorto en Dios como
muchas veces lo hallaban. Así duró algún espacio,
hasta quo volviendo en sí, y viéndose cercado de
tanta genio, de suerte se avergonzó, (pie retirándose
á una paide oculta, lomó una sangrienta disciplina,
castigando al igual de las cu'pas que hizo
cuando pecador, la opinión en que ya estaba de
santo.
18 Conociendo que la penilenc.ia que habia
hecho por sus pecados, le habia merecido el perdon
, procuró con nuevo fervor continuarla : y si
hasta entonces habían sido muidlos sus rigores , en
adelante fueron mas en la intención ven el número.
Rascó unos agudos abrojos, v sembrólos entre
el hábito v la carne para vnir siempre atormentado:
otros derramó en una pieza retirada, adonde
á ciertas horas del día se iba á pasear llevando
los pies descalzos , v de noche hincado de rodillas
sobre ellos, continuaba (res y cuatro horas la oración,
ibzo un casco de hierro, y dentro de él una
cruz, en la cual, y en el cerco do aquel puso unas
puntas de acero, en memoria de las espinas de la
corona de Cristo: y para que no le viesen, le traia
forrado con un casquete de paño. A csla gala de
la cabeza, añadió al cuerpo, para Iraerlo mas ceñido
y apretado , una cola de malla llena de ¡as
mismas puntas, la cual estimó mas que á su vida:
pues le halló con ella la muerto , atormentándolo
lodo, de manera, que á no sustentarle Dios como
de milagro , hubiera acallado brevemente la vida
á manos de sus dolores. Con eslo hacia bramar al
demonio, que ya armado de fuertes armas, vuelto
en etíope , feo y disforme , va en osos , leones,
sierpes , y otros fieros animales en quo so transformaba
, \a mudándole las formas de las cosas,
el dia en noche, y la noche en cha , ya desapareciéndole
los instrumentos de la cocina y enfermería
donde asistía , porque le tuviesen por descuidado,
y ya al fin fingiendo la voz del prelado, que
le llamaba para quitarle de la oración y demás
sanios ejercicios en que le veía ocupado , intentaba
apurarle , vencerle y desterrarle ; pero fué
siempre sin fruto : porque conociendo el santo sus
trazas, se reia y burlaba de él y de ellas, y salia
triunfante y glorioso , cuanto Satanás vencido,
corrido y avergonzado.
19 Enriquecido de. eslos triunfos y glorias, lo
dio el Señor ciencia superior á su capacidad , con
la cual, siendo un hombre lego en su profesión, v
rudo en ingenio , hacia unos sermones llenos do
noticias tan provechosas y delicadas , quo se conocía
bien que su caudal era celestial ó infuso.
Oíale el pueblo con mayor provecho, gusto y atención,
que los sermones mas estudiados de los predicadores.
Su tema era el santo crucifijo que consigo
llevaba, enarbolándolo por las callos , plazas
y lugares públicos, donde acudia mas gente, discurriendo
en las finezas de su pasión y vida santísima.
De aquí pasaba á las casas de juego (como
hacia cuando seglar), donde era grande el prove-